Presentaci¨®n del Ballet Folkl¨®rico de M¨¦xico

Estamos ante un espect¨¢culo popular, bien montado y ensayado y tendente a la estructuraci¨®n del material tradicional, en unidades amplias de, estructura coherente y contrastada. La m¨²sica, extraordinariamente cuidada, nos llega a trav¨¦s de instrumentos y grupos t¨ªpicos y en el repertorio de trajes se alcanzan m¨¢xima plasticidad y buen gusto.Todo ello es fruto de una larga etapa de trabajo dirigido por Amalia Hern¨¢ndez, fundadora y directora del Ballet Folkl¨®rico y de su escuela. El rigor de los danzarines, el detenido estudio de la danza mexicana -ind¨ªgena o mestiza- y el aprendizaje de la escuela cl¨¢sica, se advierte al contemplar la actuaci¨®n individual y colectiva, de los artistas de M¨¦xico que ahora nos visitan. Todo ello se realiza con una perfecci¨®n flexible v natural, sin afanes pedantescos ni voluntad de exhibici¨®n erudita. Desde el conocimiento muy serio de los valores folkl¨®ricos se parte para llegar a la creaci¨®n de un espect¨¢culo de masas, verdadero en su esp¨ªritu mexicano, sumamente atractivo desde cualquier punto de vista que se enfoque. Cuando se descorri¨® la cortina del escenario nos encontramos con el impacto cordial de un mensaje mexicano, vivo, entra?able, sint¨¦tica, m¨¢gico a veces. La impresi¨®n es grande y la reacci¨®n entusiasta.

Es dif¨ªcil hacer continuidad, reducir a s¨ªntesis, los mitos prehisp¨¢nicos y las procesiones religiosas cat¨®licas, pero Amalia Hern¨¢ndez consigue aunar todos los factores en Los Concheros, como sabe dar vida a los m¨¢s diversos aires chiapanecos -?en los que la m¨²sica est¨¢ hermanada con los r¨ªos, viaje con ellos...?Otras veces todo se ci?e a un aire antol¨®gico muy libre de un repertorio rom¨¢ntico del XIX: fiestas de la Candelaria corridos de la Revoluci¨®n, jarabes y mojigangas en la que habitan tradiciones del Caribe. Todo resulta tan vital que invita al p¨²blico a algo m¨¢s que a contemplar. Nos sentimos part¨ªcipes de ese verdadero M¨¦xico en fiesta que es el sorprendente espect¨¢culo de Amalia Hern¨¢ndez y su crecida n¨®mina de m¨²sicos y bailarines.

Exito total, ovaciones y gritos entusiastas y, sobre todo, vivencias que resuenan en la ¨²ltima intimidad al encuentro con cosas tan queridas por sentidas, como entendidas por queridas.