El Gobierno dificulta los conciertos econ¨®micos y juntas generales del Pa¨ªs Vasco
El r¨¦gimen preauton¨®mico de Euskadi que han presentado al Gobierno los parlamentarios vascos va a encontrar m¨¢s dificultades de las previstas para salir adelante sin graves alteraciones. De momento y pese a las objeciones presentadas por el ministro Clavero Ar¨¦valo a algunos art¨ªculos del proyecto, el comit¨¦ negociador permanente ha decidido mantenerlo en todos sus extremos, al tiempo que exige al Gobierno que concrete su alternativa en un texto, a fin de discutir sobre un borrador y no sobre una declaraci¨®n de intenciones.
Este es el mandato que los tres negociadores vascos llevan a la pr¨®xima entrevista con el ministro adjunto para las Regiones. Aunque todav¨ªa no se ha concretado la fecha y lugar de celebraci¨®n, lo m¨¢s probable es que la tercera ronda de negociaciones tenga lugar ma?ana a mediod¨ªa en Madrid.De las dos entrevistas que se han mantenido hasta ahora con el se?or Clavero Ar¨¦valo se puede deducir ya qu¨¦ puntos van a ser los m¨¢s espinosos de la negociaci¨®n, pese a que el Gobierno no ha dicho rotundamente que no a ninguna de las reivindicaciones vascas.
En principio, la dificultad mayor estriba en la constituci¨®n inmediata de las Juntas Generales, de acuerdo con los resultados del 15 de junio, para que estas juntas elijan a su vez a los miembros de las diputaciones. El Gobierno no parece dispuesto a entrar en este asunto hasta despu¨¦s de las elecciones municipales.
Se acoge a este respecto al precedente catal¨¢n, cuya Generalitat se ha restablecido sin que por ello se hayan democratizado las diputaciones. Tal como anticip¨® EL PAIS en su edici¨®n del s¨¢bado ¨²ltimo, el r¨¦gimen provisional aprobado para Catalu?a va a pesar como una losa sobre las negociaciones vascas, constituy¨¦ndose en la pr¨¢ctica como un techo poco menos que insuperable.
En esta l¨ªnea de argumentaci¨®n, el Gobierno entiende que la preautonom¨ªa vasca no puede ir m¨¢s all¨¢ de un poder ejecutivo regional, que, en este caso, se denominar¨ªa Consejo Confederal, con unas atribuciones paralelas a las que va a tener la Generalitat, pero sin entrar para nada en las actuales diputaciones y sin convocar, por el momento, las Juntas Generales.
Pese al precedente catal¨¢n, las reservas del Gobierno ante la convocatoria de Juntas Generales no pueden desvincularse del tema de Navarra. Sabido es que el presidente Su¨¢rez ha asumido a este respecto -as¨ª se lo hizo saber a los negociadores vascos- las tesis que mantienen los parlamentarios navarros de su partido.
Navarra, separada de Euskadi
Estas tesis significan, por encima de todo, mantener a Navarra separada de Euskadi. Dado que hoy por hoy los parlamentarios constituyen la ¨²nica representaci¨®n democr¨¢tica, UCD tiene todas las posibilidades de llevar adelante sus planteamientos, al tener seis de los nueve parlamentarios navarros.Otro ser¨ªa el panorama si llegara a constituirse de inmediato el Consejo Foral de Navarra de acuerdo con los resultados del 15 de junio. En ese caso, UCD pasar¨ªa a encontrarse en situaci¨®n minoritaria, ya que los partidos navarros que defienden la incorporaci¨®n a Euskadi ocupar¨ªan el 60% de los esca?os del Consejo Foral y de la Diputaci¨®n. Mientras esto no ocurra, UCD podr¨¢ seguir hablando en nombre de Navarra, pese a no haber obtenido mas que el 28 % de los votos.
Otro punto problem¨¢tico de las negociaciones iniciadas con Madrid radica en los conciertos econ¨®micos. El Gobierno teme que de acceder a esta petici¨®n, el tema ser¨ªa inmediatamente planteado por otras regiones que van a negociar sus reg¨ªmenes transitorios. Prefiere que este tema sea decidido a nivel constitucional.
Los parlamentarios vascos argumentan, por su parte, que no es muy coherente que se establezca un r¨¦gimen transitorio com¨²n para cuatro provincias, sin haber antes igualado en cierto modo sus respectivos sistemas fiscales, De no extenderse los conciertos a Vizcaya y Guip¨²zcoa, se dar¨ªa la paradoja de que se encontrar¨ªan en inferioridad de condiciones respecto a Alava y Navarra.
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