La violencia en la televisi¨®n, un complejo debate
El tema de la violencia en la televisi¨®n y el cine es una de las cuestiones m¨¢s debatidas por la pedagog¨ªa moderna. Un buen n¨²mero de educadores y corrientes psicol¨®gicas de opini¨®n consideran que ver la violencia expresada en actos de conducta es un agente estimulante para la imitaci¨®n de dichos actos. A mayor n¨²mero de asesinatos, robos y actos de agresividad con templados en los mass-media aumentar¨ªa, seg¨²n esta opini¨®n, el n¨²mero de est¨ªmulos para la realizaci¨®n de dichos actos.Para otras escuelas psicol¨®gicas, las cosas son m¨¢s complejas, siendo las pulsiones agresivas algo, de alg¨²n modo, m¨¢s primitivo, m¨¢s gen¨¦tico. El medio o entorno social, siendo influyente, no ser¨ªa determinante, y la contemplaci¨®n reiterada de actos de violencia no implicar¨ªa necesariamente la aparici¨®n de una conducta violenta, del mismo modo que la eliminaci¨®n de la agresividad en estos medios no supondr¨ªa la desaparici¨®n de las pulsiones agresivas en el comportamiento cotidiano.
Hay quien va incluso m¨¢s lejos y considera que la expresi¨®n p¨²blica de los impulsos agresivos desempe?a un papel cat¨¢rtico, facilitando cierta descarga emocional de los ciudadanos. Los individuos que contemplan cada d¨ªa esos espect¨¢culos de violencia proyectar¨ªan su violencia interna en los telefilmes, vi¨¦ndose aliviados, en lugar de estimulados, respecto a sus pulsiones agresivas.
El debate de fondo existente tras esta discrepancia viene a reflejar las diferentes posturas, que oscilan entre un pensamiento psicol¨®gico m¨¢s biologista, para el que el instinto es algo dado, y otra opci¨®n psicol¨®gica m¨¢s social, para la cual la din¨¢mica instintiva humana es permanente expresi¨®n de lo que est¨¢ sucediendo en el aqu¨ª y ahora de las relaciones sociales.
Entre ambas posturas, se afianza actualmente una tercera opci¨®n m¨¢s dial¨¦ctica, expresada, por ejemplo, en las posturas freudo-marxistas, seg¨²n la cual todo sucede como interacci¨®n de factores. Para esta postura lo que sucede en el interior del organismo humano est¨¢ constantemente modificando el entorno social, mientras, a su vez, todo lo que est¨¢ sucediendo a nivel social est¨¢ actuando sobre la instintiva humana.
Desde una interpretaci¨®n de este tipo, toda la violencia de nuestras sociedades se est¨¢ reflejando en los mass-media, creando esta televisi¨®n, a la vez que es esta televisi¨®n la que est¨¢ desencadenando esta violencia. Para muchos, la ¨²nica alternativa ser¨ªa contrarrestar esa violencia superpresente en la televisi¨®n con la presencia igualmente intensa de otros sentimientos humanos. El problema, entonces, m¨¢s que cualitativo ser¨ªa cuantitativo, y la denuncia de esos mass-media se resumir¨ªa en la acusaci¨®n de estar mostrando un hombre parcializado en su agresividad, es decir, un hombre mucho m¨¢s violento y m¨¢s pobre en sus restantes instintos de lo que el individuo humano es o podr¨ªa ser en realidad.
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