Pugna prelectoral de las centrales sindicales
Aun cuando el Gobierno no ha convocado todav¨ªa las elecciones sindicales y lo ¨²nico que se conoce con certeza a estas alturas es un proyecto de fecha tope del 15 de noviembre para su celebraci¨®n, las pugnas y escaramuzas preelectorales entre los distintos sindicatos se est¨¢n produciendo ya desde hace meses con cierta intensidad.El incidente m¨¢s grave, probablemente, fue el enfrentamiento entre militantes de UGT y CCOO, en la ¨²ltima semana de septiembre, en el Hogar del Productor del pueblo asturiano de Tuilla. Sin llegar a las manos, pero con una virulencia dial¨¦ctica que contradice los pronunciamientos unitarios que todos afirman defender, la carrera electoral se produce d¨ªa a d¨ªa. Los conflictos, las huelgas, la elecci¨®n de ¨®rganos de representaci¨®n en determinadas empresas o sectores para afrontar la negociaci¨®n inmediata de reivindicaciones que no pueden esperar a la normativa del Gobierno, est¨¢n poniendo de manifiesto las estrategias encontradas de los distintos sindicatos por encabezar o capitalizar los movimientos obreros. Se trata, en suma, de aut¨¦nticos pulsos o tanteos entre la oferta de siglas sindicales.
Existen adem¨¢s, en esta carrera preelectoral, otros campos de acci¨®n y otras batallas. Campos de acci¨®n que van desde las cifras hegem¨®nicas de afiliaci¨®n que sirven las centrales a los medios de comunicaci¨®n, pasando por las declaraciones que cada sindicato hace tras sus encuentros con la Administraci¨®n, hasta la misma supervivencia o no de determinadas siglas, Las dos grandes centrales, UGT y CCOO, dif¨ªcilmente pueden aparecer como ajenas a la reciente y lamentable escisi¨®n de USO. La introducci¨®n de los unitarios, SU y CSUT, en las conversaciones con la Administraci¨®n, fue un h¨¢bil gol que la UGT endos¨® a CCOO. Hay que recordar la p¨²blica oposici¨®n de Comisiones Obreras a que se ampriaran las negociaciones a otras centrales, y la encerrona que supuso una reuni¨®n preparatoria, en la sede central de UGT, en la que los l¨ªderes de la primera de las centrales se encontraron con el hecho consumado de la presencia, de representantes de CSUT y SU. El planteamiento es di¨¢fano, el mayor sindicato socialista, la UGT, trata de favorecer la pluralidad y la divisi¨®n entre la clientela comunista o pr¨®xima a CCOO, al tiempo que busca soldar las bases de ideolog¨ªa socialista en tomo a sus siglas. La postura es similar, aunque opuesta en sus objetivos, en Comisiones Obreras.
La devoluci¨®n del patrimonio sindical, bandera que esgrimen todas las centrales, provoc¨® tambi¨¦n suspicacias preelectorales tras la entrega de un dossier por parte de la Administraci¨®n en que se hacia una estimaci¨®n de los bienes incautados a la UGT al final de la guerra civil. Comisiones Obreras se opuso, en una nota p¨²blica, a que se entregara a UGT, adelant¨¢ndose: a una soluci¨®n global al patrimonio, lo que se le habla expropiado. Razonaba su postura CCOO en el fortalecimiento de medios que para la central socialista supondr¨ªa este patrimonio de cara a las elecciones. La CNT, que no piensa participar en las elecciones y que se hab¨ªa negado a acudir a las conversaciones con el Gobierno, cambi¨® de parecer en cuanto sali¨® a la luz p¨²blica la posible entrega anticipada del patrimonio expropiado a la UGT.
M¨¢s racionales, aunque n¨ªtidamente relacionadas con las elecciones, son las posturas discrepantes en cuanto a listas cerradas o abiertas para las mismas y composici¨®n de los comit¨¦s de empresa o articulaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva, que expresan, en cuanto tienen a mano un periodista, todas las centrales. La configuraci¨®n de la acci¨®n sindical, seg¨²n propugna una u otra central, va a determinar con toda seguridad los resultados de las elecciones y la fuerza futura de las centrales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.