El agua del trasvase ser¨¢ cara dif¨ªcilmente rentable
El ministro de Obras P¨²blicas, Federico Silva, llamado ministro eficacia, decidi¨® en 1968 desempolvar un viejo proyecto republicano realizado por Lorenzo Pardo durante el Gobierno de Indalecio Prieto, consistente en la construcci¨®n de un acueducto capaz de trasvasar agua desde el Tajo a la regi¨®n levantina tras desembocar en el cauce del Segura. Silva no pens¨® en ese momento que dicho proyecto levantar¨ªa tan airadas cr¨ªticas por parte de afectados y beneficiarios de ese agua que regar¨¢, no se sabe cu¨¢ndo, las provincias de Murcia, Alicante y Almer¨ªa.En 1968 salieron a concurso las obras del acueducto Tajo-Segura (ATS). El ambiente triunfalista del r¨¦gimen y la necesidad de contar entre sus haza?as con una obra gigantesca, que respaldase su pol¨ªtica de obras p¨²blicas y bienestar com¨²n hizo que se concediese un plazo para su terminaci¨®n de poco m¨¢s de dos a?os. Este plazo, en opini¨®n de casi todos los t¨¦cnicos consultados era, si no disparatado, s¨ª muy ajustado, sobretodo a la vista de las circunstancias t¨¦cnicas que rodearon y rodean la construcci¨®n de alguno de sus cuatro tramos.
Una obra grande, pero menos
Con sus 310 kil¨®metros de Iongitud de los cuales sesenta lo son de t¨²neles, once de viaductos uno de tuber¨ªas y el resto de canal a cielo abierto, el acueducto Tajo-Segura no es una obra gigantesca en comparaci¨®n con las que se est¨¢n realizando en otros pa¨ªses, como pueden ser Estados Unidos y Sur¨¢frica.
La construcci¨®n del acueducto no se ha visto envuelta en problemas importantes -si exceptuamos los meramente t¨¦cnicos producidos en la cuarta y ¨²ltima fase del t¨²nel del Talave- que complicaran el normal desarrollo de la obra. A pesar de su talante claramente pol¨ªtico, no fue utilizada como arma reivindicativa o de protesta y movilizaci¨®n ni por los trabajadores, ni por afectados, ni por grupos pol¨ªticos, como pudiera haber sucedido.
En efecto, los 4.000 trabajadores que en los momentos ¨¢lgidos han participado en su construcci¨®n fueron gente en su mayor¨ªa reclutados en un medio rural, con unos ¨ªndices de desempleo demasiado altos y unos salarios demasiado bajos en comparaci¨®n con los que se pagaban en la obra, que, a pesar de todo, eran elevados. De las 5.000 expropiaciones realizadas s¨®lo existieron veinte reclamaciones ganadas por la Administraci¨®n en casi su totalidad. Hay que tener en Cuenta que las tierras por las que. pasa el ATS son, en general, poco f¨¦rtiles y que normalmente no. han representado demasiado Para sus propietarios.
A lo largo de los 3 10 kil¨®metros del acueducto han participado las mayores empresas de construcci¨®n e ingenier¨ªa de este pa¨ªs, siempre bajo la direcci¨®n del Ministerio de Obras P¨²blicas y no de las respectivas confederaciones hidrogr¨¢ficas.
Bajo la direcci¨®n ingeniera de Eptisa,. Edes, Intecsa y Tor¨¢n, las contrat¨¢s m¨¢s importantes que han participado directamente en la construcci¨®n del ATS son:
Tramo 1. Abengoa, Cherie, Brown Bobery, MZOV, CYT y Horminesa.
Tramo II. Ferrovial, MZV, CYT, Entrecanales, Sato, Hidrocivil y Contracto.
Tramo III. Ferrovial, Dragados y Ocisa.
Tramo IV. Ocisa y Ferrovial.
De los. cuatro tramos de que consta el ATS, el que es calificado como m¨¢s simple es el tercero, mientras que el cuarto -todav¨ªa en construcci¨®n-es el m¨¢s dif¨ªcil y complicado. En ¨¦l radica la causa y motivo del retraso de la obra.
Accidentes mortales
Aunque a los t¨¦cnicos y direc ci¨®n de la obra no les gusta hablar de los accidentes mortales producidos durante el transcurso de la obra, todos convienen en se?alar que sobre este tema han circulado una serie de bulos que no responden a la realidad.
El indice medio de estetipo de accidentes est¨¢, seg¨²n las cifras que se han podido recoger, muy por debajo de la media mundial. El n¨²mero de obreros fallecidos en la construcci¨®n del ATS se eleva a once, de los cuales siete perecieron en la construcci¨®n de los t¨²neles.
Las cuentas no salieron
Uno de los problemas m¨¢s graves con que se ha enfrentado la construcci¨®n del acueducto es el referente a la financiaci¨®n de la obra. De los 6.503 millones de pesetas presupuestados en 1968, cuando las obras salieron a concurso, se ha pasado-en pesetas de ese mismo a?o- a 8.5 10 millones, lo que representa un incremento.Aunque las estimaciones oficiales indican que antes de que la obra ter mine ser¨¢n necesarios otros 881 millones de pesetas m¨¢s, la posibilidad de que se emplee una t¨¦cnica de congelaci¨®n para poder perforar completamente el t¨²nel del Talave puede incrementar esta cifra en otros quinientos millones de pesetas, siempre que el desarrollo del tramo final de la obra sea normal y no se vea envuelto en nuevos retrasos y complicaciones.
El t¨²nel del Talave: agua por arriba y por abajo
El t¨²nel del Talave, con sus casi 32 kil¨®metros de longitud, atraviesa la sierra de Alcaraz, comunicando la sierra del J¨²car con la del Segura y finaliza en la Rambla de Talave, afluente del r¨ªo Mundo.
La complicada obra de ingenier¨ªa que supone la perforaci¨®n del 30%. El porcentaje y la cifra absoluta -siempre seg¨²n datos oficiales- -se incerementa en mayor proporci¨®n si se contabiliza en pesetas de 1976, ya que el valor de la obra en este caso se eleva a 15.738 millones de pesetas. del citado t¨²nel y la dif¨ªcil estructura del terreno -con gran cantidad de aguas subterr¨¢neas- han sido, entre otras causas, motivo del retraso con que se lleva la obra.
Lo que en un principio no deber¨ªa haber sido una obra complicada se ha convertido en el principal problema del acueducto que, seg¨²n los t¨¦cnicos consultados, no tendr¨¢ una soluci¨®n satisfactoria mientras no se antepongan los aspectos puramente t¨¦cnicos a los pol¨ªticos, que parece que son los que privan en la actual circunstancia y los que han regido a lo largo, de la duraci¨®n de la obra. Ejemplos de c¨®mo se anteponen los puntos de vista pol¨ªticos sobre los meramente t¨¦cnicos hay de todos los ¨®rdenes que ser¨ªa prolijo enumerar. El hecho de que en una ocasi¨®n se desviase el t¨²nel seis metros sobre el proyecto aprobado por la simple circunstancia de que el entonces ministro de Obras P¨²blicas, Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora visitase las obras, es todo un ejemplo de lo que no debe suceder.
El caso es que el ministro lleg¨® en un momento en que la m¨¢quina que realiza los trabajos de perforaci¨®n del t¨²nel deb¨ªa ser desmontada para colocarla en otro ¨¢ngulo. ,Tal operaci¨®n no pudo realizarse ante la insistencia de los responsables de Obras P¨²blicas en el ATS, que quer¨ªan que su ministro contemplase el funcionamiento de la m¨¢quina, lo cual oblig¨® a mantener a ¨¦sta en la misma posici¨®n, con el consiguiente desv¨ªo de seis metros sobre el trazado inicial.
De este tipo de sucesos est¨¢ llena la historia de la construcci¨®n del t¨²nel de Talave, y qu¨¦ duda cabe que se seguir¨¢n repitiendo y continuar¨¢n ilustrando los diarios de todos aquellos que trabajan en su construcci¨®n y anotan una a una las circunstancias an¨®malas que se van produciendo.
Aunque las fuentes oficiales se muestran optimistas sobre la terminaci¨®n de la obra, la realidades muy otra, hasta el punto de que entra dentro de lo posible que este t¨²nel no pueda ser inaugurado e quince o diecis¨¦is meses, eso con tando con que circunstancias pgl¨ªticas no se superpongan a las meramente t¨¦cnicas.
En la actualidad son varios los puntos en los que se encuentra paralizado el Talave. Uno de ellos, motivado por un hundimiento de tierras hace unos meses, pudo ser evitado en cierta medida. La dificultad de conseguir una perforaci¨®n total en el m¨ªnimo tiempo posible es la raz¨®n por la cual los responsables est¨¢n estudiando la posibilidad de emplear t¨¦cnicas para congelar la zona,del hundimiento y poder Conseguirla terminaci¨®n de las obras en un plazo m¨¢s corto.
Seg¨²n opiniones generalizadas recogidas en inedios t¨¦cnicos, se asegura que el t¨²nel del Talave se podr¨ªa haber perforado en un tiempo un 20% inferior y con un 30% menos de presupuesto .
Por mucho que haya sido y sea criticado el acueducto, bastante m¨¢s lo est¨¢n siendo las obras del postrasvase, cuya meta inicial era regar, a trav¨¦s de sus dos principales canales, las provincias de Murcia Alicante y muy poco de Almeria
En efecto, en las provincias afectadas por el agua del trasvase, pocas son las entidades o personas que no tienen argumentos en contra de la obra monumental del franquismo, ya sea por los efectos directos del agua o por los planes y actuaciones del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda), que va directamente contra las estructuras y propiedad de las tierras, tierras que, seg¨²n los afectados, no dejan de ser minifundios en su mayor parte.
Seg¨²n fuentes consultadas, cerca de un 60% de las aguas que desde el pantano de Bolarque llegar¨¢n a las provincias citadas ser¨¢n destinadas para cubrir las necesidades dom¨¦sticas e industriales, dejando el resto para usos agr¨ªcolas. En este sentido el Ministerio de Obras P¨²blicas habla de un 80% para regad¨ªo. Ni que decir tiene -ci?¨¦ndonos a las cifras obtenidas por EL PAIS- que las previsiones iniciales realizadas por Lorenzo Pardo distaban en gran medida de las actuales, pero las necesidades. tur¨ªsticas de la zona y no pocas cacicadas convierten la llegada de aguas al agro en al o poco menos que secundario.
Regar para la CEE
En opini¨®n de los agricultores de la zona y de expertos en la materia, la rentabilidad de las zonas de nuevo regad¨ªo que se va a conseguir con el acueducto Tajo-Segura se alcanzar¨¢ una vez que nuestro pa¨ªs entre en la Comunidad Econ¨®mica Europea, ya que las producciones tempranas, ¨²nica posibilidad que se ofrece a los nuevos regad¨ªos, permitir¨¢ la exportaci¨®n de estos productos a los mercados internacionales. Sin embargo, las previsiones indican que dada la cantidad de productos que saldr¨¢n de estos cultivos, har¨¢n dif¨ªcil su comercializaci¨®n en los mercados europeos, m¨¢xime teniendo en cuenta los mecanismos de defensa comunitaria.
Otro de los puntos que consideran problem¨¢ticos sobre la reestructuraci¨®n de la propiedad de la tierra que pretende el Iryda radica en la falta de mano de obra agr¨ªcola en la zona, lo que hace dif¨ªcil en la actualidad encontrar a agricultores que se quieran hacer cargo de las tierras de cultivo dentro del plan propuesto por el Iryda. Los t¨¦cnicos del Ministerio de Agricultura indican que ser¨¢ nece sario recurrir a los movimientos migratorios en las ¨¦pocas de recolecci¨®n, tal y como ocurre en Francia y otras partes de la CEE, situaci¨®n esta que no hace demasiado felices a los habitantes de la cuenca del Segura.
El costo del agua que cuando termine el trasvase podr¨¢ ser utilizada con fines dom¨¦sticos, industriales y agr¨ªcolas, resultar¨¢ sin duda elevado, aunque todav¨ªa no ha sido fijado de forma definitiva. En. opini¨®n de representantes agr¨ªcolas, el precio final que se les quiere aplicar puede resultar desproporcional, aunque la comercializacl¨®n de los productos hortofrut¨ªcol¨¢s se realice con total y absoluta normalidad.
De acuerdo con los c¨¢lculos del Ministerio de Obras P¨²blicas, seg¨²n el estudio econ¨®mico de 1967 y sin tener en cuenta los costes y productos, hidroel¨¦ctricos, el coste medio del agua en Talave, ¨²ltimo tramo del ATS, en pesetas de 1976, se evaluaba en 1, 10 pesetas el metro c¨²bico. El coste medio del agua en toma de conducci¨®n principal para riego o abastecimiento costaba calculado en 1,60 pesetas metro c¨²bico.
Estas dos cifras en pesetas de 1977 se transforman en 2,40 y 4,00 pesetas por metro c¨²bico, respectivamente.
El n¨²mero de hect¨¢reas de nuevo regad¨ªo que el ATS posibilitar¨¢ est¨¢n evaluadas, seg¨²n los t¨¦cnicos consultados por EL PAIS, en 70.000, aunque las cifras oficiales apuntan hacia unas 90.000 hect¨¢reas, cantidades que suponen un incremento del doce y del 15%, respectivamente de los regadios mediterr¨¢neos con vocaci¨®n hortofrut¨ªcola existentes en la actualidad. En opini¨®n de los organismos oficiales, este incremento no debe alarmar a los actuales regantes, por suponer que la producci¨®n obtenible con el trasvase puede conducir a una situaci¨®n de excedentes agr¨ªcolas importantes. Sobre este punto, la opini¨®n de los afectados ha quedado ya recogida anteriormente al ver la incidencia de la entrada de Espa?a en la CEE para hacer rentable la producci¨®n de la zona.
Seg¨²n los c¨¢lculos del Ministerio de Obras P¨²blicas, el coste total de una nueva hect¨¢rea de regad¨ªo ser¨¢ de 355.000 pesetas, cifra que posiblemente se vea incrementada considerablemente al t¨¦rmino de las obras y se haga real la transformaci¨®n.
Otro punto que para, muchos de los afectados no est¨¢ todav¨ªa concretado hace referencia a la falta de una pol¨ªtica agraria, ya que ser¨¢n necesarias con la puesta en marcha de las nuevas zonas de regad¨ªo, seg¨²n Salvador Madrid, miembro de la Coordinadora Estatal de Agricultores y Ganaderos, nuevas producciones, , transformar superproducciones, buscar un equilibrio intercomarcal, etc¨¦tera.
En cualquier caso, la rentabilidad del trasvase Tajo-Segura depende de la entrada de nuestro pa¨ªs en la Comunidad y de la reestructuraci¨®n interna que en el seno de la CEE se realice de cara a su ampliaci¨®n, sobre todo en materia agraria, ya que sus mercados son considerados absolutamente necesanos para dar salida a la producci¨®n de las nuevas tierras de regad¨ªo.
Con todos los pros y contras sobre la mesa, la pol¨¦mica que ha seguido a remolque el curso de las obras y que se plantea en la actualidad con m¨¢s crudeza si cabe gira en torno a que si tan magna obra deber¨ªa haber primado, como as¨ª ha sido, sobre otras realizaciones. de. infraestructura menos costosas y m¨¢s ¨²tiles y que tendr¨ªan como objetivo limar los desequilibrios regional es. existentes en nuestro pa¨ªs.
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