La seguridad, un "puzzle" de varios rompecabezas
La organizaci¨®n actual de las Fuerzas Armadas espa?olas refleja todav¨ªa, a 38 a?os de nuestro conflicto civil y a 32 del mundial, una estructura de guerra (las de 1936 a 1945) y de ocupaci¨®n (del espacio f¨ªsico), adecuada para defender la neutralidad de entonces, hoy d¨ªa casi impensable. Lo que se requiere es, m¨¢s bien, una estructura de paz y de disuasi¨®n. Este estado de cosas tiene m¨²ltiples causas: el conservadurismo militar del anteriorjefe del Estado, la ausencia de est¨ªmulos procedentes del medio ambiente internacional para la modernizaci¨®n de la fuerza, la pol¨ªtica colonial en el norte de Africa y el Sahara y la la pobreza del pensamiento pol¨ªtico-estrat¨¦gico, que es simplemente la contrapartida de la indiferencia social.Se atribuye al actual jefe del Alto Estado Mayor y de la Junta de Jefes de EM, general Galarza, la siguiente observaci¨®n bienhumorada: ?El Ej¨¦rcito manifiesta una vocaci¨®n pirenaica; la Marina, vocaci¨®n atl¨¢ntica; y la aviaci¨®n, norteafricana y mediterr¨¢nea.? Seg¨²n esa visi¨®n, las Fuerzas Armadas espa?olas se parecer¨ªan m¨¢s bien a los ej¨¦rcitos de tres naciones distintas.
Posturas particulares
Las diferentes vocaciones parecen haber inducido posturas militares de cada uno de los tres Ej¨¦rcitos agudamente particulares. El Ej¨¦rcito de Tierra est¨¢ organizado para la maniobra en el espacio peninsular y el control territorial; a ello obedece su estructura b¨¢sica de unidades de intervenci¨®n inmediata y de defensa operativa det territorio. La aviaci¨®n quiere entrar netamente en la dimensi¨®n estrat¨¦gica, con la reciente creaci¨®n de su mando de combate. La Marina, por su parte, reivindica la maniobra naval, con su aspiraci¨®n a dotarse de un grupo de combate oc¨¦anico.
El actual ministro de Defensa, general Guti¨¦rrez Mellado, piensa que nos hallamos en una zona de tal importancia estrat¨¦gica, que o somos militarmente fuertes en ella, ?o nos llenan el vac¨ªo?. El vac¨ªo, cier tamente, est¨¢ colmado en de mas¨ªa por otros; concretamente por Estados Unidos y las f¨¢cilidades militares de que goza en Espa?a, y por Gran Breta?a, con su base naval de Gibraltar. Padecemos, pues, un alto grado de colonizaci¨®n estrat¨¦gica. La labor con que se enfrentan Defensa y la junta de JEM ser¨ªa, as¨ª, comparable a la de ordenar en un solo puzzle las piezas de diferentes rompecabezas.
Investigaci¨®n nacional
El Ministerio de Defensa puede tratar de hacerlo con los intrumentos que le son propios Primero el presupuesto; se trata inicialmente de yuxtaponer los correspondientes a lo antiguos Ministerios militares para poderlos fundir m¨¢s adelante. En segundo lugar, la reestructuraci¨®n org¨¢nica que comprender¨¢, por una parte, la integraci¨®n de las pol¨ªticas de adquisici¨®n y producci¨®n de armamentos, y por otra, un nuevo esquerna log¨ªstico funcional, esto es, trascendiendo en sus grandes l¨ªneas la esfera de cada uno de los Ej¨¦rcitos. M¨¢s adelante se abordar¨ªa la creaci¨®n de una base cient¨ªfica de las Fuerzas Armadas, y su conexi¨®n con la investigaci¨®n nacional.
Nuevos mandos unificados
Por su parte, la Junta de JEM puede estar considerando la creaci¨®n de nuevos mandos unificados, esto es, fuerzas de los tres Ej¨¦rcitos organizadas en funci¨®n de su misi¨®n espacial, bajo, un mando ¨²nico. El de Canarias es el ¨²nico mando unificado existente, y es actualmente un banco de pruebas excepcional para la cooperaci¨®n ¨ªnterej¨¦rcitos. El nuevo mando unificado m¨¢s probable ser¨ªa el del estrecho de Gibraltar.
Otro marco para el correcto dimensionamiento de las Fuerzas Armad¨¢s, de acuerdo con fines estrat¨¦gicos definidos, es la ?zona de inter¨¦s com¨²n? hispano-norteamericana, en la que ha de operar como agente principal el reci¨¦n creado Estado Mayor combinado. Ahora bien, el esp¨ªritu y la letra del tratado con Estados Unidos contemplan la integraci¨®n de Espa?a en el esfuerzo defensivo occidental, representado por la OTAN. Pero la de la OTAN es una inc¨®gnita que ni el Gobierno ni mucho menos el Ministerio de Defensa parecen estar .preparados para despejar en este momento. El vencimiento del tratado con Estados Unidos podr¨ªa conducirnos a un complicado impasse, si para entonces el problema no se ha resuelto.
El Pacto Ib¨¦rico
Pero hay otro marco de la seguridad espa?ola que ya ha entrado en crisis y va a desaparecer: el Pacto Ib¨¦rico. Su contenido de seguridad militar no era importante, y hoy es meramente residual. Pero Espa?a sigue teniendo intereses estrat¨¦gicos compartidos con Portugal en el ¨¢rea de los archipi¨¦lagos atl¨¢nticos y en la de sus propias costas; intereses econ¨®micos convergentes ante la CEE, e intereses pol¨ªticos similares de cara a los pa¨ªses de la alianza occidental. No obstante todo esto, el Gobierno no parece esitar interesado en renovar y aumentar el contenido de seguridad en el nuevo tratado, que ya se nos ha anunciado como esquema de relaciones con el pa¨ªs vecino.
Con todo, la noci¨®n que m¨¢s puede contribuir al correcto dimensionam¨ªento y orientaci¨®n del esfuerzo defensivo espa?ol es la de que hoy por hoy no se ve la posibilidad de un conflicto limitado entre Potencias desarrolladas; el conflicto, si lo hubiera, ser¨ªa global, ilimitado. As¨ª lo piensa, al menos, el ministro de Defensa, general Guti¨¦rrez Mellado, responsable de la adopci¨®n de una postura militar que tiene por fuerza que estar destinada a preservar la paz por medio de la disuasi¨®n.
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