Gabriel Alomar: "En diez a?os nos quedaremos sin patrimomo arquitect¨®nico"

?Si seguimos as¨ª, en diez a?os nos quedaremos sin patrimonio arquitect¨®nico?, dijo Gabriel Alomar, presidente de la quinta confrontaci¨®n que sobre el tema de la ?Conservaci¨®n de la arquitectura rural? celebrar¨¢ el Consejo de Europa en Granada, los pr¨®ximos d¨ªas 26 al 29 de octubre. Con este rnotivo, se celebr¨® ayer en Madrid una rueda de prensa en la que participaron, adem¨¢s del arquitecto presidente de las confrontaciones, Gabriel Alomar, Eduardo Am¨¢n, por la Direcci¨®n General de Vivienda-, Manuel Sainz de Vicu?a, arquitecto, por Turismo, y Merino de C¨¢ceres, por Bellas Artes y el Patrimonio Nacional, pues todos estos organismos van a participar en los encuentros organizados por la comisi¨®n de Patrimonio Arquitect¨®nico del Consejo de Europa.En la rueda en la que contestaron a las preguntas de los periodistas, se hizo una peqjue?a historia de la intervenci¨®n del Consejo de Europa en la conservaci¨®n del patri?nonio y, particularmente, de la obra an¨®nima y especialmente rural, que, si en la Europa n¨®rdica y central parece en v¨ªas de conservaci¨®n, en la meridional, y particularmente en Espa?a, el problema reviste aut¨¦ntica gravedad. La falta de conciencia ciudadana se consider¨® la principal causa de los desastres en este campo, entrando en este terreno la ordenaci¨®n econ¨®mica y legar en contra de la destrucci¨®n sistem¨¢tica del patrimonio y de la construcci¨®n de nuevo cu?o adecuada al paisaje y a la gente que debe vivir en esas zonas a conservar. ?En Espa?a hay leyes para todo?, dijeron, ?y tambi¨¦n para proteger el patrimonio, pero no se cumplen?. La atenci¨®n del Congreso -a?adieron- ir¨¢ fundamentalmente a la obra an¨®nima, m¨¢s que al monumento individual que -como se?al¨® el se?or Alomar- ?va cambiando de sentido para atender no s¨®lo al monumento hist¨®rico art¨ªstico, sino a su entorno?. El concepto de ordenaci¨®n integrada -a?adieron- es el que va primando en Europa y debe tener en cuenta no solo la arquitectura a preservar, sino los grupos sociales que deben vivirla.