Angustioso triunfo de Espa?a sobre Rumania
Espa?a venci¨® angustiosamente a Rumania, y alimenta a¨²n esperanzas de clasificaci¨®n para el Campeonato del Mundo de Argentina. Sin embargo, por mucho que se quiera ensalzar el derroche f¨ªsico de nuestra selecci¨®n, lo m¨¢s evidente durante la mayor parte del partido fue su impotencia ante el ordenado esquema defensivo rumano.El primer contratiempo para el equipo espa?ol ayer fue la raqu¨ªtica entrada registrada en el Manzanares. Tras ver la escasez de animaci¨®n en directo, y para colmo la nula primera parte, el descanso s¨®lo sirvi¨® de coro de lamentaciones ante lo previsible: el adi¨®s Pampa m¨ªa distaba ¨²nicamente 45 minutos. El empate a cero. el que Kovacs habr¨ªa firmado antes de empezar, parec¨ªa inevitable. Si se evit¨® tampoco es para echar las campanas al vuelo. El momento presente se ha salvado, pero a¨²n queda tela por cortar. La ventaja actual en el coeficiente se convierte en desventaja si se piensa que Espa?a deber¨¢ ganar su billete todav¨ªa en Yugoslavia, rival de tristes recuerdos.
La primera parte result¨® lamentable para la selecci¨®n. Domin¨® siempre porque derroch¨® energ¨ªas y su planteamiento fue m¨¢s ofensivo que el rumano, pero no existi¨® lucidez para encontrar los huecos. Desde luego, dif¨ªcilmente se pod¨ªan encontrar cuando los a?orados hombres-punta se diluyeron completamente. Rub¨¦n Cano, desasistido, record¨® sus mucho partidos de sombra que va por libre; Juanito, fiel a su costumbre de irse hacia la izquierda, en esta ocasi¨®n se pas¨® y termin¨® en el centro del campo, escondido; Dani, el hombre que intercambia posiciones con el madridista, fue el ¨²nico que dispar¨® dos veces a puerta con peligro.
Pero no hubo extremos, y en el centro del campo bastante hac¨ªan Asensi cuidando de que Dimitru no ordenara con su visi¨®n y facilidad en el pase, o Leal y Churruca cruzando el campo en horizontal a Cada cambio de juego en busca de las dos ?bes? rumanas: Boloni y el dur¨ªsimo Balaci.
Menos mal que en defensa, parte porque en el pressing rumano no entraba ni el contraataque, no hubo apuros. Migueli cumpl¨ªa con Georgescu y Camacho sujetaba a Crisan. lordenescu, que no jug¨® ni de centrocampista ni de extremo, fue el error de Kovacs. Con Zamfir en juego el peligro habr¨ªa sido mucho mayor.
La suerte para la selecci¨®n -buscada, ciertamente, pero suerte-, fue encontrarse con el gol de Leal en una jugada que pill¨® a contrapi¨¦ al rival, a un cuarto de hora solamente de la eliminaci¨®n definitiva. Curiosamente, el pase vino del centrocampista Juanito. El entramado rumano, que no movi¨® nunca sus peones ni en defensa, pues los laterales cubrieron al hombre, pero en su zona, sin cambiar de lado, hab¨ªa aflojado su pressing un instante y eso le fue fatal. Para remate, aunque se abriera aun mas en busca del empate, encaj¨® un gol de carambola, en semiduda o semifallo.
La selecci¨®n derroch¨® energ¨ªa, pero volvi¨® a demostrar claramen te que no ?hay m¨¢s cera que la que arde?. Ayer, ni siquiera se fue a buscar los trucos, porque ni los hab¨ªa. ?Para qu¨¦ bombear balones si habla inferioridad en estatura? Pero en algunos momentos pareci¨® la ¨²nica soluci¨®n. Es bien triste que cada partido de compromiso -v¨¦ase la victoria de penalti.ante Yugoslavia- sea una angustia. Pero los responsables, claro, se seguir¨¢n acordando de la selecci¨®n s¨®lo unos d¨ªas antes de cada uno.
Partidos pendientes
13-XI-77: Rumania-Yugoslavia.
30-XI-77: Yugoslavia- Espa?a.
Ambos encuentros ser¨¢n televisados en directo para Espa?a. A la selecci¨®n de Kubala, para ir a Argentina, le basta con lograr el mismo resultado ante los yugoslavos que los rumanos frente al mismo rival. La gran diferencia es que deber¨¢ jugar fuera y Rumania en casa. A igualdad de puntos, siempre manda la diferencia general de goles a favor y en contra.
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