Homenaje a Sainz de la Maza en la Fundaci¨®n March
Con toda su historia de concertista no puede pensarse Regino Sainz de la Mazs sin considerarlo como m¨²sico completo y como intelectual. Burgal¨¦s de nacimiento, monta?¨¦s de adopci¨®n, madrile?o en el ambiente de la generaci¨®n del 27 y en los cen¨¢culos de la posguerra presididos por los D'Ors, Coss¨ªo. Ridruejo y La¨ªn. Regino ha mantenido para su guitarra significaciones culturales. Por eso al lado del ta?ido estuvo la conferencia y el escrito; junto a la clase en el Conservatorio el inter¨¦s por cuanto en m¨²sica, letras o artes pl¨¢sticas se hac¨ªa y hace, como permanente presencia, la composici¨®n y la academia.A Regino le dedic¨® Garc¨ªa Lorca, en los a?os 20, esa Guitarra que encabeza el programa homenaje de la Fundci¨®n March, -"la guitarra hace llorar a los sue?os"-, sobre la guitarra de Regino escribi¨® una y otra vez Gerardo Diego o le dedic¨® prosa y versos Luis Rosales.
Adem¨¢s posee Regino una condici¨®n que se adiverte en su cortiportamiento humano y art¨ªstico: la del se?or¨ªo. Si tuviera que condensar en una palabra las caracter¨ªsticas de la guitarra de Regino no dudar¨ªa en calificarlo de aristocr¨¢tico en el m¨¢s hondo y aut¨¦ntico sentido del t¨¦rmino. La guitarra de Regino siempre fue seria y grave. desnuda y elegante como el teclado de Cabez¨®n o los romances de Salinas. En cuanto al esp¨ªritu del hombre permanece determinado por dos coordenadas: nobleza y juventud. Pertenece a una categor¨ªa de hombres que antes que cumplir a?os, suman juventudes.
Hemos celebrado en la Fundaci¨®n March los ochenta a?os de Sainz de la Maza. Con la palabra po¨¦tica y el incisivo cecear del granadino Luis Rosales, y con la m¨²sica de siempre en la guitarra de Regino: Narv¨¢ez. Fuenllana, Dowland, Campi¨®n, Bach, Sor, Falla y Eduardo Sainz de la Maza. Enarbolando estos pentagramas, Regino recib¨ªa el homanje de, por lo menos, tres generaciones resumidas en la capacidad de una sala desbordada. Hombre de pluma, de pensamiento riguroso, Regino debiera darnos desde sus ochenta plazos de juventud unas memorias que, por venir de ¨¦l, ser¨ªan no s¨®lo interesantes, sino vivas, tendr¨ªan un extraordinario valor de testimonio por el protagonista que las dicta y por las circunstancias que le rodearon hasta erigirnos en documento incisivo de la historia musical espa?ola conectada con la histor¨ªa de la cultura.
Babelia
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