El hotel no responde de los hu¨¦spedes

Con suma extra?eza y estupor he constatado la publicaci¨®n en el prestigioso diario de su direccion de una alusi¨®n con referencla al hotel de mi propiedad. sito en Sant Juli¨¢ de Loria (Andorra), y en cuya noticia se comentaba, poco m¨¢s o menos, que el trato relativo a la venta del alijo de armas que, procedentes de Andorra, fueron adquiridas por los fascistas leridanos, tuvo lugar en el hotel de mi aludida propiedad. Por la presente paso a refutar plenamente la indicada referencia, ya que cualquier lector puede llegar a la conclusi¨®n de que mi establecimiento, abierto al p¨²blico en general, es una especie de lugar de cita de tales traficantes.

Como usted comprender¨¢, los clientes que me honran con su presencia, como en cualquier otro hotel del mundo, hablan libremente de sus cuestiones sentados a la mesa, y, como es natural, no fiscalizo sus conversaciones, ya que los m¨¦todos de la CIA no los empleamos. a¨²n en Andorra.

Pero, al margen de lo anterior, desear¨ªa hiciera-constar en su peri¨®dico que el tal ?Paco?, prop¨ªetarlo del hotel ?Els Ca?adors?, es persona que se dedica solamente a su trabajo de hosteler¨ªa, que nada tiene que ver en cuestiones de ¨ªndole pol¨ªtica con ninguna de las extremas, y que lamenta la ligereza del comentario indicado, ya que puede dar lugar a confusi¨®n, involucr¨¢ndosele en una cuesti¨®n -aunque sea de refil¨®n- con la cual nada tuvo que ver.