El pr¨ªncipe Felipe recibi¨® el homenaje de Asturias

Lo que hab¨ªa sido concebido en principio como proclamaci¨®n e investidura del infante don Felipe de Borb¨®n y Grecia, heredero de la Corona, como Pr¨ªncipe de Asturias en el santuario de Covadonga, se ha transformado en acto de homenaje del pueblo asturiano al Pr¨ªncipe de Asturias y de entrega de los atributos de este t¨ªtulo.

Fuentes muy pr¨®ximas a la Casa del Rey han manifestado que hubo una cierta desorientaci¨®n en la preparaci¨®n y concepci¨®n del acto. Seg¨²n estas fuentes, la proclamaci¨®n de Felipe de Borb¨®n y Grecia como Pr¨ªncipe de Asturias ya se produjo al promulgarse el decreto del pasado 21 de enero.Otras fuentes, sin embargo, aseguran que se dio marcha atr¨¢s pocas horas antes del acto por razones de prudencia pol¨ªtica, dado que en estos momentos se est¨¢ elaborando la Constituci¨®n, uno de cuyos t¨ªtulos contempla las funciones y el marco constitucional en el que debe desenvolverse la Monarqu¨ªa. Seg¨²n estas fuentes, la investidura y la proclamaci¨®n hubieran constituido formalmente actos de reforzamiento de algo que, al menos en teor¨ªa, est¨¢ todav¨ªa en discusi¨®n.

El se?or Fern¨¢ndez Miranda, antiguo presidente de las Cortes y presente ayer en Covadonga, declar¨® que, a su juicio, el acto de proclamaci¨®n es perfectamente constitucional, ya que, aunque Espa?a est¨¢ en per¨ªodo constituyente, existe una Constituci¨®n (Ley Org¨¢nica del Estado y otras Leyes Fundamentales) a¨²n vigente, en la que est¨¢n previstas la proclamaci¨®n y reconocimiento p¨²blicos del sucesor del Rey. ?Todo depende de la respuesta que se d¨¦ a esta pregunta: ?El tr¨¢nsito se hace desde la reforma o desde la ruptura??, ha preguntado el anterior presidente de las Cortes para responder: ?Para m¨ª, la transici¨®n a la democracia debe hacerse desde la ley mediante la ley.?

Falta de legitimidad democr¨¢tica

Otro de los argumentos que habr¨ªan aconsejado transmutar el acto previsto en homenaje e el de la falta de legitimidad democr¨¢tica de la actual Diputaci¨®n asturiana. Este hecho fue expuesto al Rey en un telegrama que le enviaron diversos miembros de los partidos de la izquierda asturiana, a la vez que recordaban a Su Majestad ?que s¨®lo la Junta General del Principado -cuya actualizaci¨®n desea Asturias- decida como ¨®rgano de autogobierno la proclamaci¨®n del infante, y que la unidad del Estado no brota de Covadonga, sino del libre consenso de todos los pueblos de Espa?a?.

Sea lo que fuere lo que haya ocurrido entre bastidores, a falta de explicaci¨®n alguna oficial lo que s¨ª es cierto es que en un principio el .acto se designaba de investidura y as¨ª se explican las contradicciones que a lo largo del mismo ha habido en la forma de designarlo. El arzobispo de Oviedo, monse?or D¨ªaz Merch¨¢n, que se opuso a que el acto se celebrase en el lugar sacro siguiendo las directrices de la Iglesia de evitar la celebraci¨®n de actos puramente pol¨ªticos en el interior de los templos, inici¨® su pl¨¢tica en la misa previa celebrada en la bas¨ªlica de Covadonga con estas palabras:

?El acontecimiento hist¨®rico que hoy va a realizarse en Covadonga con la investidura de don Felipe de Borb¨®n y Grecia como. Pr¨ªncipe de Asturias constituye una gozosa efem¨¦rides para el pueblo asturiano.? Posteriormente, el arzobispo declarar¨ªa a varios periodistas ?Yo fui invitado al acto de investidura y nadie me avis¨® que fuera otra cosa.?

Ausencia de la izquierda

De todos modos, seg¨²n hemos podido confirmar, la invitaci¨®n al arzobispo ovetense se produjo despu¨¦s de que los emisarios del protocolo de la casa del Rey hubiesen entrado en contacto con el abad de Covadonga para iniciar los preparativos del acto con el mayor sigilo posible. Esta preterici¨®n no fue, seg¨²n parece, bien acogida por monse?or D¨ªaz Merch¨¢n.

La llegada a Covadonga de los Reyes de Espa?a, don Juan Carlo y do?a Sof¨ªa, acompa?ados del infante don Felipe y de las infantas Elena y Cristina, se produjo poco despu¨¦s del mediod¨ªa. Don Juan Carlos conduc¨ªa el coche en el que iban la Reina y las infantas, gesto que fue muy apreciado con prolongados aplausos por las 2.000 a 3.000 personas que estaban congregadas en el lugar.

En la comitiva real figuraban los -duques de Badajoz, la infanta Margarita y su marido, doctor Zurita, y los ministros del Interior y de las Regiones, se?ores Mart¨ªn Villa y Clavero, respectivamente. Entre las autoridades que esperaban a los Reyes y a los infantes, se encontraban los tenientes generales Campano y Cuadra Medina.

La invitaci¨®n al arzobispo

En el acto estuvieron tambi¨¦n presentes los cinco diputados asturianos de. UCD, uno de Alianza Popular y un senador por el grupo Socialistas y Progresistas Independientes. No estuvieron presentes los cinco diputados del PSOE y la diputada y el senador comunista Dolores Ib¨¢rruri y Wenceslao.Roces, respectivamente, por hallarse ausentes de Espa?a en estos momentos. Entre el p¨²blico congregado se hicieron visibles numerosas personas de Alianza Popular, con pegatinas de este, partido y banderas nacionales.

Los Reyes y los infantes visitaron, en primer lugar, la gruta donde se encuentra la Santina y, posteriormente, asistieron en la bas¨ªlica a una misa oficiada por el arzobispo de Oviedo, monse?or D¨ªaz Merch¨¢n, ayudado por el abad de Covadonga. Concluida la ceremonia, se efectu¨® al aire libre, en la explanada existente frente a la bas¨ªlica, la entrega al infante don

Felipe de los atributos de Pr¨ªncipe de Asturias, consistentes en un pergamino en el que aparece su nombramiento y en una Venera.

Tras la entrega de los atributos, el rey don Juan Carlos pronunci¨® el discurso que resumimos en esta misma p¨¢gina.