Encono infantil

Una vez m¨¢s, el aficionado espa?ol es el perjudicado. Los intereses del f¨²tbol y de televisi¨®n siguen sin ponerse de acuerdo. Cuando a¨²n permanece vigente la pol¨¦mica sobre los partidos de los domingos, ahora resulta que el Rumania-Yugoslavia, de tanta incidencia en las posibilidades espa?olas de estar en el Mundial de Argentina, no se ver¨¢ ni en directo ni en diferido.El tema de los partidos dominicales es muy discutible, pues el inter¨¦s de una gran mayor¨ªa de encuentros es m¨ªnimer. Otro problema es que en las zonas rurales resulten siempre interesantes, por sus circunstancias especiales. Sin embargo, en casos como el del partido internacional de ma?ana en Bucarest, el inter¨¦s no puede ser m¨¢s evidente para todo el mundo. Y tanto en directo como en diferido.

Lo incre¨ªble es que la ¨²nica raz¨®n v¨¢lida para que la retransmisi¨®n no se lleve a cabo es que RTVE se ha negado a pasarlo en diferido, en una especie de rabieta infantil, como contestaci¨®n a la prohibici¨®n federativa. Esta, ya que el partido se juega las dos de la tarde, se atiene al art¨ªculo 200 de sus Reglamentos y Estatutos, que proh¨ªbe televisar partidos antes de las ocho en fechas de competici¨®n. RTVE ha dicho que muchos equipos hab¨ªan adelantado o atrasado sus horas de juego para evitar la coincidencia. Pero no todos, claro. As¨ª pues, RTVE, que no ha tenido inconveniente en dar en diferido partidos de inter¨¦s, como el de la retiradade Pel¨¦, desde Nueva York, o los combates de Clay, no ha querido ceder esta vez. Le hubiese costado, por cierto, mill¨®n y medio de pesetas, pero tendr¨ªa suficiente publicidad. El motivo de la negativa no es econ¨®mico -que ser¨ªa igualmente lamentable, siendo RTVE un servicio p¨²blico-, sino de encono infantil. M¨¢s lamentable todav¨ªa.