Masaje de almas
La frase la tomo de la columna de Diego Jal¨®n -yo leo a los otros columnistas para saber de qu¨¦ va su rollo, y no como los que s¨®lo se leen a s¨ª mismos-. Diego Jal¨®n la tom¨® a su vez de Ludwing Erhard, que tambi¨¦n dice una cosa muy bien tra¨ªda en un libro suyo:-Ser¨ªa carecer del sentido inmediato de las realidades pretender operar en exceso con llamamientos morales.
L¨¢stima que Erhard ya no est¨¦ con el poder y la gloria y no haya podido darle este consejo personalmente a Su¨¢rez, porque Su¨¢rez no sabe idiomas -como no se cansan de recordarle sus enemigos- y no ha podido leerlo en el idioma de Rilke, que es como queda bien. Yo tampoco leo el idioma de Rilke, claro, pero leo a Rilke traducido por Jos¨¦ Mar¨ªa Valverde y me sale un buen poeta que no s¨¦ si es Valverde o Rilke.
Y digo l¨¢stima porque a Su¨¢rez, en su ¨²ltima aparici¨®n por el aparato, el se?or Onega s¨®lo le escribi¨® llamamientos morales al pueblo espa?ol, o sea eso que el alem¨¢n llama masaje de almas: austeridad, ahorro, patriotismo, sentido de la responsabilidad hist¨®rica y democr¨¢tica, cosas.
Con llamamientos morales y masaje de almas no se hace la democracia, Su¨¢rez, presi, que el personal no est¨¢ dispuesto a colaborar y el d¨ªa de la Almudena estaba el h¨ªper de Majadahonda como un camarote de los Hermanos Marx, o sea, a tope, porque cuando a la gente le cierran las tiendas de Madrid, se van al segundo cintur¨®n industrial -los pueblos de la antesierra- a hacer gasto. Aqu¨ª el caso es hacer gasto, o sea que el masaje de almas no va a sacar adelante el pacto de la Moncloa. Las almas est¨¢n ya muy masajeadas por Franco y lo que quieren ahora es un poco de relajo, enrolle, libert¨¦ y lo que hay que tener.
Ya saben que puse aqu¨ª un anuncio por palabras ofreci¨¦ndome como negro literario para los discursos de Su¨¢rez. Me voy con provisiones junto al tel¨¦fono, como dir¨ªa Felix Grande, a esperar la llamada de la Moncloa, pero esta es la hora que no me han echado todav¨ªa el canuto. Ellos se lo pierden, porque yo les iba a hacer unos discursos tipo Erhard y no tipo Onega, o sea, sin llamamientos morales ni masaje de almas, que ese rollo ya no va.
Me parece haber contado aqu¨ª que la otra noche fui al estreno de la obra de Sartre. Las manos sucias est¨¢ entre El acorazado Potemkin y La malquerida. Es un enrolle pol¨ªtico con crimen pasional. Mucho masaje de almas. Pero el masaje de almas ya no se lleva, como digo, en este tiempo de escepticismos y relativismos. Hay que sacarse otra cosa, t¨ªos. El otro d¨ªa, cuando la huelga de los taxis, un taxista ya maduro me grit¨® desde la ventanilla:
-?Paco, que estamos en huelga!
Iba feliz, el hombre. Las almas espa?olas -treinta y tantos millones de almas- ya no se dejan dar masaje. Frente al lavado de cerebro de los sovi¨¦ticos, el masaje de almas de los occidentales capitalistas. Son todos unos. Aqu¨ª el personal quiere realidades, que aforen todos en la cosa de los impuestos y dejarse de cantar el ahorro, que es una virtud de la abuelita.
Mis amigas Silvia y Pilar Trenas van al masaje dos veces por semana, aunque no lo necesitan, en plan esos-cent¨ªmetros-que-afean-su-silueta, tipo Votre-Ligne, y Pilar dice que ahora, con ocasi¨®n de un viaje a Tailandia, se va a entregar al fren¨¦tico y er¨®tico masaje oriental, tambi¨¦n frecuentado por Pepe May¨¢ y otros marcopolos del erotismo extremooriental. Yo no s¨¦ si el masaje de cuerpos conduce a la elegancia de l¨ªnea o al ¨¦xtasis, pero el masaje de almas ya no funciona, entre otras cosas porque la gente no se acuerda de d¨®nde tiene el alma, con esto de la libertad de cultos.
Ahora comprendo qu¨¦ es lo que han programado los masajistas del pacto de la Moncloa: un masaje de almas. Si no cuentan con otra cosa para arreglar el pa¨ªs, vamos de lado. A ver si Carrillo se trae una pastizara de Washington o Su¨¢rez se trae unos tomates de Murcia, que va estos d¨ªas, porqu¨¦ con el masaje de almas televisivo, con Sotillos de linimento, o sea en plan tipo sloan, no vamos a ninguna parte, t¨ªos.
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