La voluntad nuclear del Gobierno coloca a este pa¨ªs en cabeza de fila
Francia, como Espa?a, necesita importar el 75% de la energ¨ªa que consume. La crisis energ¨¦tica, provocada por la subida de los precios del petr¨®leo, en 1973, le ha obligado a centrar su esfuerzo en una estrategia rigurosa, dirigida en tres direcciones: ahorr¨® progresivo, independencia, con la diversificaci¨®n de fuentes de energ¨ªa, acentuando la producci¨®n nuclear y revalorizando las posibilidades nacionales (carb¨®n e hidr¨¢ulicas) y, en tercer lugar, investigaci¨®n de t¨¦cnicas. De este conjunto de orientaciones, la ?voluntad nuclear? del Gobierno es la que ha desencadenado m¨¢s inquietudes y protestas: En 1985, seg¨²n los planes ya en marcha, el 25% del consumo total de energ¨ªa francesa ser¨¢ nuclear. La realizaci¨®n de los planes oficiales, para el horizonte 85, reducir¨ªa la dependencia exterior del 75 al 60%. Francia lanz¨® su primer programa nuclear en 1956; desde entonces han entrado en funcionamiento diez centrales nucleares, y para 1985 lo habr¨¢n hecho otras veintisiete m¨¢s.
La pol¨ªtica nuclear francesa est¨¢ basada en tres principios:1. Desarrollo industrial con t¨¦cnicas que han probado su capacidad y eficacia, en un primer tiempo (hasta 1969). El Gobierno franc¨¦s fabric¨® centrales con la t¨¦cnica de uranio natural, pero razones econ¨®micas le dictaron la conveniencia de adoptar el sistema de agua ligera a presi¨®n. El empleo de una t¨¦cnica ¨²nica, en opini¨®n de los expertos franceses, favorece la creaci¨®n de una industria potente por especializada.
2. Obrar en favor de la independencia energ¨¦tica, desarrollando la tecnolog¨ªa nacional, en cooperaci¨®n con Europa.
3. Ampliar el mercado nuclear. Para esto ¨²ltimo Francia ya ha firmado contratos nucleares con la Rep¨²blica Federal de Alemania y con Italia para la construcci¨®n de un regenerador. ?C¨®mo realizar esta pol¨ªtica nuclear? En primer lugar, los encargos de centrales nucleares se agrupan a partir de un programa a largo plazo, elaborado por el Gobierno, con el fin de controlar en este sentido la producci¨®n de energ¨ªa seg¨²n los objetivos oficiales. Por otra parte, el Gobierno tambi¨¦n ha dictado la concentraci¨®n industrial, es decir, que la construcci¨®n de centrales est¨¢ en manos de una sola empresa: poco despu¨¦s de lanzar el primer programa nuclear, al final de los a?os cincuenta, se cre¨® la sociedad Framatome, propiedad de uno de los dos o tres grupos industriales privados m¨¢s importantes de Francia, Creusot Loire; esta sociedad realiz¨® acuerdos con la firma, tambi¨¦n privada, americana Westinghouse, a quien compr¨® las licencias de construccion.
M¨¢s tarde, con objeto de orientar la producci¨®n nuclear, el llamado Comisariado de Energ¨ªa At¨®mica (CEA), organismo estatal, adquiri¨® el 30% de las acciones de Framatome y de la firma americana. En el momento actual la producci¨®n de centrales nucleares francesas depende de los capitales siguientes: Creusot Loire (Framatome), el grupo privado galo posee el 51 %. CEA (el Estado franc¨¦s), el 30%. Y Westinghouse, el 15 %, m¨¢s, un cuatro que se reparten algunos accionistas privados.
En este mismo plano de los medios destinados a asegurar la realizaci¨®n del plan nuclear, los franceses intentan poner en marcha una industria nacional que abarque todo el ciclo del combustible para asegurar la producci¨®n de uranio, su enriquecimiento, etc¨¦tera. Para enriquecer el uranio Francia ha buscado la colaboraci¨®n europea en el seno de la sociedad llamada Eurodif, donde participan Italia, Espa?a, B¨¦lgica y, recientemente, Ir¨¢n.
En el aspecto administrativo, la producci¨®n nuclear ha dado lugar tambi¨¦n a toda una panoplia de organismos. En 1973 fue creada la Direcci¨®n General de Energ¨ªa, cuya labor consiste en coordinar todos los servicios destinados a la programaci¨®n y realizaci¨®n del programa energ¨¦tico. De este organismo oficial dependen el Servicio Central de Seguridad Nuclear, el Comit¨¦ Interministerial de Seguridad, para coordinar la acci¨®n de todos los ministerios, y el de m¨¢s reciente creaci¨®n: Consejo Superior de Informaci¨®n Nuclear, presidido por el presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing. Toda esta armadura t¨¦cnica y administrativa es la que, para 1985, le proporcionar¨¢ a Francia, con sus 37 centrales nucleares, adem¨¢s del regenerador ?Super-Phenix?, un total de 200.000 millones de kilovatios/hora.
Movilizaciones antinucleares
El rev¨¦s de la medalla del plan franc¨¦s de energ¨ªa nuclear, como ya se inform¨® ampliamente el verano ¨²ltimo, es luctuoso: en este pa¨ªs cay¨® el primer m¨¢rtir de la lucha antinuclear. Fue en Malville, paraje en el que se est¨¢ contruyendo el m¨¢s potente regenerador del mundo, ?Super-Phenix?. Este cad¨¢ver y los cien manifestantes heridos han quedado como punto de referencia de todos los problemas planteados por la implantaci¨®n de las centrales nucleares. Cuando ahora surge esta cuesti¨®n ya se habla de ?antes o despu¨¦s de Malville?, porque aquella manifestaci¨®n culmin¨® la toma de conciencia, por parte de los franceses, del peligro nuclear.Sobre este particular, las autoridades francesas son tajantes: ?El Gobierno concede toda la preeminencia a la seguridad nuclear y para ello ha creado una reglamentaci¨®n rigurosa: el Gobierno realiza una pol¨ªtica de defensa del medio ambiente. Obliga a que los arquitectos vigilen el aspecto est¨¦tico de un lugar cuando va a construirse una central. Se concierta con los elegidos locales para elegir los lugares m¨¢s adecuados. Estudia lo efectos negativos que pudieran producirse sobre el h¨¢bitat. Y por lo que concierne a la seguridad, el Gobierno considera que la seguridad de las instalaciones nucleares es superior a la de todas las dem¨¢s formas de desarrollo industrial. Y basta, para probarlo, un ejemplo: desde que se lanz¨® el programa nuclear, en 1958, no ha habido ni un solo accidente mortal. Y durante estos mismos a?os, en las minas francesas, han perecido 1.200 personas.?
Los ecologistas no piensan igual y, en los pr¨®ximos comicios legislativos de marzo de 1978 quieren realizar una campa?a electoral en la que el tema nuclear ser¨¢ el centro y con el que se calcula van a obtener el 10% del electorado.
La oposici¨®n tiene algo que decir
Por el contrario, los partidos pol¨ªticos de la oposici¨®n, ?objetivamente est¨¢n de acuerdo con la estrategia nuclear del Gobierno, salvo una fracci¨®n minoritaria del Partido Socialista?, estiman los medios oficiales. El Partido Comunista franc¨¦s (PCF), en efecto, defiende la energ¨ªa nuclear como una necesidad ineludible. El Partido Socialista (PS) se manifest¨® el ¨²ltimo fin de semana. Uno de los puntos de fricci¨®n con el PCF, cuando fracasaron las negociaciones para actualizar el ?programa com¨²n?, fue la cuesti¨®n de la energ¨ªa nuclear, Seg¨²n Francois Mitterrand, hay que descartar la ?visi¨®n apocal¨ªptica? de lo nuclear, ?y no se puede -a?adi¨®- renunciar a la energ¨ªa nuclear mientras no existan otras fuentes de aprovisionamiento?, pero afirm¨® que,en, caso de victoria de la izquierda, ser¨ªa suprimida la construcci¨®n de regeneradores. De todas maneras, no se manifest¨® claramente al anunciar que un eventual Gobierno de izquierdas ?frenar¨ªa durante unos dos a?os el programa nuclear?. La izquierda, por otra parte, tampoco est¨¢ totalmente de acuerdo, ni con el Gobierno, ni entre socialistas, y comunistas, sobre la realizaci¨®n de los planes energ¨¦ticos nueleares. Los comunistas desear¨ªan nacionalizar esta industria, mientras los socialistas contemporizar¨ªan con el capital privado. Pero el PC y el PS reprochan al Gobierno la elecci¨®n de las t¨¦cnicas americanas y los acuerdos operados con los pa¨ªses europeos en materia de investigaci¨®n y de mercados, ?consistentes en poner la tecnolog¨ªa nuclear en manos de las multinacionales?, que dificultar¨ªan la gesti¨®n de un Gobierno de izquierdas.
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