Un nuevo autor vitalista

Ram¨®n Ayerra no es exactamente un escritor profesional si por ello hemos de concebir a quien vive y se dedica por entero a la literatura. Sin embargo, tampoco se puede hablar de un simple aficionado que de manera espor¨¢dica dedica parte de su tiempo a perge?ar unas cuartillas. La Espa?a imperial es su primera obra en prosa -previamente hab¨ªa publicado un libro de poemas, Las peque?as cuestiones (Cultura Hisp¨¢nica, 1973)- y, sin embargo, el libro posee algo dif¨ªcilmente explicable y, al mismo tiempo, perfectamente constatable: la gran vitalidad y pasi¨®n de quien lo escribe.Si la cr¨ªtica literaria -ese engendro- metaf¨ªsico las m¨¢s de las veces- tuviera como finalidad el tratar de identificar y clasificar a los nuevos autores en relaci¨®n a los autores y escuelas preestablecidas y conocidas, el nombre de Ayerra habr¨ªa que vincularlo a los de Camilo Jos¨¦ Cela y Ernest Hemingway, por distintas razones. En el caso de Cela, por su proclividad a narrar hechos, an¨¦cdotas y aventuras que entroncan con esa Espa?a solanesca del Cela de los primeros tiempos. En el caso del norteamericano porque Ayerra, al igual que aqu¨¦l, gusta de viajar y recorrer los parajes sobre los que posteriormente escribir¨¢. Se trata, pues, de un autor vitalista.