Superar el Estado federal
El editorial del d¨ªa 6 titulado Las autonom¨ªas me ha sonado a la voz de su amo, estudiante de canto que a¨²n no da el tono adecuado.Se inicia con una afirmaci¨®n que comparto, referida a la pasividad del Gobierno en el tema, si bien no m¨¢s que para el resto de su pol¨ªtica (sesteo gubernamental digamos), no obstante la esperanza de que un Gobierno no dure ya cuarenta a?os puede dar al traste con ella.
Y a partir de ese punto se entra en una serie de afirmaciones de dudoso contenido. Se intenta conceptuar lo que es un pueblo hoy y lo que se hace es parafrasear un eslogan profusamente repetido anta?o, ya que se viene a decir que Galicia, Andaluc¨ªa o San Mart¨ªn del Rey Aurelio is different, y ah¨ª nos quedamos. Con una pincelada de azul o de verde, un jetaime o un te quiero y tres o cuatro rayas se crean regiones, pa¨ªses o naciones de la misma manera que se les hace desaparecer, no hay que olvidarlo, pero las realidades presentes son otras. El problema de las autonom¨ªas no es de hoy, sino heredado, y m¨¢s que nada supone una reacci¨®n ante situaciones conocidas: autonom¨ªa versus falta de participaci¨®n, o de otro modo, al participar se le quiere o se ha querido llamar autonom¨ªa, lo cual supone trasladar el problema de lo pol¨ªtico-econ¨®mico a lo geogr¨¢fico y de esa manera difundirlo, anularlo una vez m¨¢s.
Avanzando en el editorial, se torna m¨¢s oscuro, en especial cuando nos invita a meditar sobre algunos aspectos del tema que se consideran elementales.
Se se?alan los serios problemas econ¨®micos que originar¨ªan, si problemas son las transferencias necesarias a las Haciendas surgidas de esas autonom¨ªas, cuesti¨®n quasi-administrativa, pero no se resalta que esas autonom¨ªas-panacea dejar¨ªan subsistentes los problemas, producto del modelo pol¨ªtico-econ¨®mico que mientras no cambie e implique una planificaci¨®n y direcci¨®n por toda la comunidad, con autonom¨ªa o sin ella, nada modificar¨¢.
Sobre la gradaci¨®n de las autonom¨ªas podr¨ªa quedar bien as¨ª: autonom¨ªa-pr¨ªncipe: Catalunya, autonom¨ªa-princesa: Castilla, autonom¨ªa-duque: Euskadi... No comment.
Que el Estado federal es una soluci¨®n hist¨®ricamente rechazada suena a Plaza de Oriente (h¨¢gase la prueba sustituyendo Estado federal por democracia occidental o Rep¨²blica). El Estado federal es m¨¢s que nada una soluci¨®n hist¨®rica y como tal superada o superable.
Deber¨ªan ser las Cortes las que tracen las coordenadas del futuro y moderno Estado espa?ol, teniendo en cuenta que es todo el Estado espa?ol hoy, ¨²nica realidad. Buscar diferencias es crearlas, es parchear y no dar salida al problema, sino mantenerlo, trasladarlo de un ¨¢rea a otra. Sin discriminaciones, participaci¨®n de todos. Unidades participativas de acuerdo con lo que los ciudadanos deseen y si esos deseos se llaman Catalunya, Euskadi o Extremadura, que as¨ª sea, pero sin gradaciones ni marginaciones, por todos y para todos.
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