El orden p¨²blico no ha empeorado
Quienes acusan a la democracia de ser la causa del supuesto deterioro actual del orden p¨²blico parecen olvidar los numerosos incidentes que ya se ven¨ªan produciendo en el antiguo r¨¦gimen. Por poner un solo ejemplo, puede bastar el recuerdo sobre el ¨²ltimo a?o de la vida de Franco, 1975, en que se produjeron m¨¢s de 250 atentados y se contabilizaron 89 personas muertas como consecuencia de actos violentos por motivaciones pol¨ªticas o comunes, y m¨¢s de ochenta heridas por semejantes circunstancias. Estos datos s¨®lo se refieren hasta la fecha de la muerte del anterior Jefe del Estado y est¨¢n extra¨ªdos de lo publicado por la prensa, lo cual significa que es un balance de once meses sobre documentaci¨®n incompleta. Si el movimiento de reivindicaciones p¨²blicas y colectivas fue menor, no cabe duda de que se debi¨® al hecho de estar prohibidas las manifestaciones; pero fue grande, a pesar de todo.La cuesti¨®n, por tanto, no es para considerarla exclusivamente en sus niveles cuantitativos sino tambi¨¦n en los cualitativos. En el proceso de la alteraci¨®n del orden p¨²blico quiz¨¢ importa m¨¢s saber cu¨¢les han sido los factores desencadenantes que el n¨²mero de incidentes. Pretender que la democracia ha supuesto un incremento de la ola de des¨®rdenes no parece tener fundamento por cuanto los datos comparados parados arrojan similares tensiones en los ¨²ltimos a?os. De todas formas se echa de menos un estudio -o varios estudios- realizados a fondo sobre este tema, que aportan algo m¨¢s que una simple relaci¨®n de enfrentamientos y detenciones.
El paro, los atracos y los terroristas
Tomando como punto de referencia a Madrid, y seg¨²n lo que las distintas comisar¨ªas de polic¨ªa y brigadas pasan a informar de lo acaecido en sus respectivas jurisdicciones, se observa que en el tercer trimestre del a?o actual los ¨ªndices de delincuencia se mantienen, por, lo. general, dentro de la misma t¨®nica que en los meses anteriores, si bien se advierte un incremento de los delitos contra la propiedad, especialmente los atracos que, por ejemplo, en septiembre llegaron a ser 72 y arrojaron una cifra media de 2,4 diarios.El an¨¢lisis policial de estos datos establece como causas principales. el incremento del n¨²mero de parados, las circunstancias familiares, la falta de vigilancia nocturna, la necesidad de recaudaci¨®n de fondos por parte de organizaciones t¨¦rroristas y el momento transitorio hacia la democracia. Pero no ahonda en el razonamiento de por qu¨¦ son esas las causas.
Este informe se?ala tambi¨¦n una frecuente falta de respeto a las autoridades municipales y fuerzas de orden p¨²blico, y entre los grupos que producen mayor desorden p¨²blico apunta al FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patri¨®tico), ¨¢cratas y grupos de extrema derecha, como los Guerrilleros de Cristo Rey. La concienciaci¨®n en el p¨²blico y en las fuerzas sociales .y pol¨ªticas de lo pernicioso de la actuaci¨®n de dichos grupos es, junto a la intensificaci¨®n de detenciones de sus miembros, la terap¨¦utica que el estudio policial entiende como m¨¢s eficaz para su erradicaci¨®n. Precisamente en las manifestaciones -apunta el informe- es donde tales grupos aprovechan para desvirtuar el 6n que pretenden aqu¨¦llas, originando alteraciones del orden. Respecto. de estas manifestaciones se anota su incremento: en el mes de septiembre se produjeron treinta en Madrid, una diaria por t¨¦rmino medio. Otros grupos de acci¨®n desestabilizadora en el ¨¢rea madrile?a son los GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre) y la Triple A, pero ¨¦stos son consideradas como de acci¨®n terrorista.
En el apartado de lo criminal, el informe destaca en este per¨ªodo el asesinato del capit¨¢n de la Polic¨ªa Armada, Florentino Hergedas. En lo laboral sobresalen los conflictos de los vigilantes jurados y RENFE. En lo estudiantil, el encierro en la facultad de Medicina.
En otro orden de cosas, dentro del aludido informe aparece la fr¨ªa menci¨®n de los suicidios ejecutados en el trimestre de julio, agosto y septiembre. Treinta y tres personas se quitaron la vida. La cifra media es de uno cada tres d¨ªas. Curiosamente, uno de cada tres d¨ªas, la prensa no da cuenta de que alguien se quite la vida. El suicidio sigue atravesando canales oscurantistas, que impiden el conocimiento del hecho por parte del p¨²blico.
?Por qu¨¦ los suicidios? Cuesti¨®n dif¨ªcil, m¨¢xime al tener en cuenta que de esos 33 citados s¨®lo fueron aclarados nueve. Si ello nos sirve de base para una regla de tres, tres cuartas partes de los suicidios guardan en el secreto m¨¢s impenetrable las motivaciones que los produjeron ante las autoridades responsables de averiguarlo. El secreto suele estar alciento por ciento para la masa general de la poblaci¨®n. En este aspecto tampoco ha existido variaci¨®n respecto al antiguo r¨¦gimen.
Finalmente recogemos el cuadro de alteraciones refrendadas policialmente en el mencionado trimestre: heridos en manifestaciones, nueve; heridos de las fuerzas de orden p¨²blico, 36; muertos, uno; heridos por colocaci¨®n de artefactos, tres; c¨®cteles molotov contra fuerzas de orden p¨²blico, 54; lunas rotas, diecis¨¦is; veh¨ªculos da?ados de las fuerzas de orden p¨²blico, veintiuno; artefactos explosionados, diez; artefactos desactivados, tres; atracos, 143; manifestaciones no autorizadas, cien; detenidos en manifestaciones no autorizada:, 36; detenidos en total 553,
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.