Los pol¨ªticos franceses relanzan su ofensiva ante las elecciones de marzo
La encarnizada batalla pol¨ªtica, entre la derecha gobernante y la izquierda, que se desencadenar¨¢ en Francia ante los comicios legislativos de marzo pr¨®ximo ha condicionado las declaraciones oficiales dirigidas a los franceses con motivo del comienzo de 1978. Los partidos pol¨ªticos, al mismo tiempo, han redoblado su actividad: en las dos primeras semanas del a?o, en un ambiente social, pol¨ªtico y econ¨®mico pesimista, todos ellos habr¨¢n definido su estrategia para cubrir la recia final.?Si todos los muchachos de Francia quisieran darse la mano?. Este verso del llamado pr¨ªncipe de los poetas, Paul Fort, fue recordado por el presidente de la Rep¨²blica francesa, Valery Giscard d'Estaing, quien lo formul¨® como hip¨®tesis ante sus conciudadanos el ¨²ltimo d¨ªa del a?o 1977 para una vez m¨¢s, gracias a la met¨¢fora, indicarles que la ?unidad?, adem¨¢s de la felicidad y de la salud, debiera ser la gran realizaci¨®n francesa de 1978. A pesar de que, al iniciar la alocuci¨®n, les asegur¨®, ?no vengo a hablaros de pol¨ªtica?, su llamamiento a la uni¨®n era el primer amago electoral contra la oposici¨®n de izquierdas, en espera del gran discurso con el que, a finales de este mes, les dir¨¢ a los electores cu¨¢l ser¨¢ la ?buena elecci¨®n? para el 12 y el 19 del pr¨®ximo marzo.
El primer ministro, Raymond Barre, imitando al presidente y a otros portavoces oficiales, apenas roz¨® los problemas econ¨®micos (la inflaci¨®n ser¨¢ aproximadamente la misma que la de 1976) y, cuando ayer le felicit¨® el a?o al se?or Giscard, en nombre de su Gabinete, asegur¨® que ¨¦l y su Gobierno ?echar¨¢n toda la carne en el asador? para contribuir a la ?buena elecci¨®n? deseada por el jefe del Estado.
El se?or Barre, se reunir¨¢ hoy con todos sus ministros y secretarios de Estado para ultimar ?los objetivos de acci¨®n para la libertad y la justicia?, una especie de programa suyo y del presidente que debiera servir de plataforma a la mayor¨ªa, pero que no es aceptado por el l¨ªder gaullista, Jacques Chirac.
En la oposici¨®n, el Partido Socialista (PS) celebrar¨¢ tina convenci¨®n nacional para definir su pol¨ªtica de defensa, motivo de discordia con el Partido Comunista franc¨¦s (PCF) que, por su lado, tambi¨¦n el pr¨®ximo fin de semana celebrar¨¢ una conferencia nacional, precedida de una sesi¨®n del Comit¨¦ Central.
A todo lo dicho, antes del pr¨®ximo d¨ªa 15, hay que a?adir un torrente de emisiones especiales de radio y televisi¨®n dedicadas a los l¨ªderes pol¨ªticos de derechas e izquierdas.
Esta actividad intensa de la clase pol¨ªtica, sin embargo, no es el reflejo de un pa¨ªs preparado para vivirla, al menos de momento. Los observadores y especialistas, con bastante unanimidad, ven en la Francia que comienza 1978 un pa¨ªs ?que se plantea todas las cuestiones y que no recibe ninguna respuesta?, ?un pueblo desconsolado por la hipocres¨ªa monstruosa de la derecha y por la torpeza de la izquierda?, ?una naci¨®n en la que dan ganas de colgarse?, estimaba ayer Pierre Marcilhacy, senador independiente, en un lamento sobrecogedor y pesimista, destacado por la prensa vespertina.
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