Adulterio y esc¨¢ndalo p¨²blico
Nos vemos obligadas a contestar al articulo del se?or Y¨¢?ez por cuanto est¨¢ bien que se alegue que la despenalizaci¨®n de los delitos de adulterio y amancebamiento debe ir acompa?ada de la reforma de toda la normativa penal que afecta a la familia y a la moral sexual de la mujer, pero lo que a nuestro juicio resulta incorrecto es que se diga que si se produce la despenalizaci¨®n de los delitos de adulterio y amancebamiento, tal como se propone en el proyecto del Gobierno enviado a las Cortes, ?se opera de esta suerte la conversi¨®n de dos delitos privados en p¨²blicos o perseguibles de oficio, con el riesgo consiguiente de una serie sucesiva de condenas en cadena ... ?. Evidentemente no se ha operado ning¨²n cambio en la tipificaci¨®n delictiva del delito de esc¨¢ndalo p¨²blico (art¨ªculo 431 del C¨®digo Penal: ?El que de cualquier modo ofendiere el pudor o las buenas costumbres con hechos de grave esc¨¢ndalo o trascendencia ... ?), que desde su vigencia consideraba dentro de su figura las conductas que denomina de relaciones il¨ªcitas cuando ¨¦stas fueran realizadas con esc¨¢ndalo p¨²blico, es decir, con una trascendencia resonante sobre la colectividad, que no ser¨¢ la misma en 1944 que en 1977, pues evidentemente este es uno de los delitos que m¨¢s dependen de la evoluci¨®n del sentir de la sociedad y de lo que ¨¦sta considere escandaloso o no.Entre las sentencias consultadas, la m¨¢s sorprendente por lo reciente de su fecha 17-II-77, se refiere a un supuesto d amancebamiento (?El marido que tuviere manceba dentro de la casi conyugal o notoriamente fuera de ella?) figura que: efectivamente tiene muchas m¨¢s concomitancia puesto que requiere en una de su formas la notoriedad, que la de adulterio con el esc¨¢ndalo p¨²blico aunque por supuesto son dos figuras distintas.
Con semejante articulo se fomenta el aumento del miedo en las mujeres a transgredir la moral dominante, pues del mismo puede deducirse que a ra¨ªz de la despenalizaci¨®n de los delitos de adulterio y amancebamiento se produce la inclusi¨®n de las conductas que se despenalizan dentro del delito de esc¨¢ndalo p¨²blico, lo que obviamente no es as¨ª, fomentandose tambi¨¦n el que desaprensivos, que siempre los hay, formulasen denuncias que aunque no prosperasen producir¨ªan numerosos trastornos al denunciado. La difusi¨®n mediante un medio de comunicaci¨®n social tan importante como la prensa de interpretaciones jur¨ªdicas de este tipo, claramente personales y, a nuestro criterio, con bases jur¨ªdicas mal interpretadas puede incidir negativamente en las mujeres espa?olas que, sujetas a una legislaci¨®n claramente discriminatoria, admitan sin poner en tela de juicio la supuesta aparici¨®n de nuevas posibilidades de verse perseguidas por la ley.
Creemos que lo que hay que denunciar, y en eso partimos la opini¨®n del articulista, es la necesidad de la abolici¨®n del delito de esc¨¢ndalo p¨²blico tal y como est¨¢ concebido en la actualidad, por responder a una moral caduca y reaccionaria que invade la vida privada y la libertad individuaren aras de la defensa de una moral que margina y condena todas aquellas actitudes que no se adoptan a la misma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.