Paseo por el b¨²nker
Me escribe V¨ªctor de la Serna, hombre, para que me adhiera a la defensa de Fernando Chueca Goitia, que parece acosado por un invento que se llama Adelpha. ?C¨®mo se puede fustigar a un arquitecto con una adelfa? Claro que ya hablaba Neruda de asustar a un notario con un lirio y matar a una monja con un golpe de oreja. Aqu¨ª, como no tenemos monja a mano, que a la de las llagas no le dan papel en la nueva Monarqu¨ªa, parece que cierto b¨²nker ha decidido tomarla con Chueca. Pues claro que me adhiero y firmo, t¨ªos.?Es eso de Adelpha el b¨²nker hist¨®rico-art¨ªstico? No creo, con un nombre tan floral y as¨ª escrito, con la ph de Raphael, que tampoco es sospechoso, por lo menos de eso. Llorens Poy me env¨ªa unas diapositivas de unos cuadros suyos, para que les ponga unos textos po¨¦ticos. Llorens estuvo en un tiempo a punto de ser el pintor de la jet-society, pero se ha salvado, el t¨ªo, eligiendo lo dif¨ªcil. En cambio, sale Lolita Flores y dice:
-Soy de derechas y franquista.
El Banco Internacional de Comercio me env¨ªa una cassette (no s¨¦ si es un regalo o un ultim¨¢tum grabado) y una memoria del a?o. No creo que el Bankinter sea el b¨²nker econ¨®mico, porque emplea a escritores amigos como Luis Mara?¨®n, y los del b¨²nker, en cuanto oyen la palabra escritor sacan la goma-2. Lo cual que me he levantado yo hoy con el p¨¢lpito de que el b¨²nker acecha y me he pegado un paseo por el b¨²nker, o cuando menos a la busca del b¨²nker, y en esto que me salen al paso los doce hombres sin piedad del asunto del Sahara, llamados ahora a declarar por el Congreso, desde Jos¨¦ Sol¨ªs a Arias Navarro. Una punta del b¨²nker si que asoma en esa galer¨ªa de espa?oles ilustres o acu?aciones espa?olas, pero quisiera hoy llegar m¨¢s lejos en mi paseo con bufanda por el b¨²nker.
Cojo, agarro y me voy a las Cortes, o al Parlamento, o al Congreso, o como se llame eso ahora, o sea, un sitio con leones que hay cerca del Palace, y all¨ª dentro, en el semic¨ªrculo o plaza partida del sal¨®n, Su¨¢rez y Landelino Lavilla, sentaditos en su rinc¨®n, soportando como buenos chicos la parla de M¨²gica o S¨¢nchez-Montero. ?Es don Landelino Lavilla el delf¨ªn P¨¢lido del b¨²nker religioso que le hace hoy la peligrosa competencia a Su¨¢rez? Ni se sabe. Pero se comenta. O sea, que anda como un run-run.
Por la noche asisto con Luis Berlanga a una cena herm¨¦tica entre ensaladas Zurbar¨¢n y apellidos del b¨²nker bizarro.
-Aqu¨ª es donde viene a cenar Gracia de M¨®naco cuando est¨¢ en Madrid.
-Vale.
-Por el momento, ning¨²n peligro de golpe armado por parte del b¨²nker -me dice una marquesa-. Te prometo que est¨¢n tranquilos.
Y eso que ella les ve a la hora que se desayunan con goma-2. ?Y de d¨®nde me habr¨¦ sacado yo esta tonter¨ªa de que est¨¢ pasando algo?
-Lo m¨¢s que har¨¢n es llevarse el dinero a Suiza -me dice otra marquesa-. Se les va la fuerza por la boca, no hacen m¨¢s que hablar. Como los colonos en los pa¨ªses recien independizados.
Julio Ayesa dice que ha descubierto cigarrillos de Tabacalera con marihuana.. Cosas de Julio. En un cigarrillo puede pasarse la dosis suficiente de goma-2 como para que tiemblen las celos¨ªas de la Patria. Juli¨¢n Lago, vallisoletano, compa?ero, paisano, amigo, cuenta y no acaba:
-Valladolid no es lo que era, Paco. Las grandes familias tienen ya a los ni?os en la calle, haciendo la guerra ultra por su cuenta, todas las noches.
Me han dinamitado la ciudad del tiempo perdido. Pero Miguel Delibes est¨¢ dando en su Norte de Castilla un interesante serial sobre el b¨²nker period¨ªstico de los cuarenta, con documentos y notas de la ¨¦poca. Cari Lapique y Carlos Goyanes han tenido un ni?o y todo el b¨²nker festivo-marbell¨ª se ha venido al bautizo. Est¨¢n en la discoteca de las vanidades que ha sustituido al Mau-Mau, conocido ya por el b¨²nker de oro, discoteca a la que vamos a ¨²ltima hora y donde yo tengo reservada una botella de whisky a mi nombre, por los Mil¨¢ns del Bosch colaterales. Se ve al personal bail¨®n y despreocupado. Todo el b¨²nker calamidad patea la noche madrile?a con zapatos lotuse. Andan como un poco desconcertados, perdidos, llorando con l¨¢grimas de licor de whisky la p¨¦rdida freudiana del padre franquista, hechos tinos desharrapados de oro. Miedo me dan.
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