Los viajes de Rivette
Surgido del cortometraje y de La Gazette du Cin¨¦ma, donde se encontrar¨ªa con Godard, Rohmer y algunos m¨¢s de los que ser¨ªan unos a?os m¨¢s tarde el alma y el motor de los Cahiers du Cin¨¦ma y de la Nouvelle Vague, Jacques Rivette no estaba entre los que dieron la sorpresa del 59: Godard, Truffaut, Chabrol, Resnais, etc¨¦tera. Rivette ten¨ªa cuatro a?os m¨¢s que Truffaut y dos m¨¢s que Godard. Juntos mamaron el cine en la Cin¨¦math¨¨que de Henri Langlois. Cr¨ªtico l¨²cido y apasionado, fue de los primeros en valorar debidamente los filmes de Hawks, Renoir, Hitchcock, Lang, Rossellini, Mizogouchi y Oph¨¹ls. Art¨ªculos suyos como G¨¦nie de Howard Hawks (1954) o Lettre ¨¤ Rossellini (1955) hoy son parte de la historia del cine.Su primera pel¨ªcula -Paris nous appartient (1958-61)- es acabada tras un largo y penoso rodaje y, al contrario que las de sus compa?eros, no tuvo ¨¦xito. La carrera de Rivette comienza tarde, sufre mil dificultades econ¨®micas, incomprensi¨®n, etc¨¦tera, pero se aventura en un camino dif¨ªcil y personal. Algo parecido le ocurre tambi¨¦n a Rohmer. Ya su primera pel¨ªcula apunta algunas de las preocupaciones del posterior cine de Rivette: estructura y lenguaje cl¨¢sicos, de g¨¦nero, gusto por el suspense y el misterio, af¨¢n de indagar en la propia materia del cine, en la estructura del relato tradicional, en los mecanismos de representaci¨®n habituales, para elevarlo todo a un primer plano, para incluirlo en la zona visible del filme, fusion¨¢ndolo con el propio relato.
C¨¦line et Julie vont en bateau (Celine y Julie van en barco)
Director: Jacques Rivette. Gui¨®n: Jacques Rivette, Eduardo de Gregorio y los actores; el fragmento Phantom Ladies over Paris est¨¢ inspirado en dos relatos de Henry James: The other house y A romance of certain old clothes. Fotograf¨ªa: Jacques Renard (16 mm., hinchado a 33). M¨²sicay canciones: Jean-Marie S¨¦nia Int¨¦rpretes. Juliet Berto, Dominique Labourier, Bulle Ogier, Marie-France Pisier y Barbet Scroeder. Francesa, 1974. Local de estreno: Duplex 1 (s¨®lo d¨ªas impares)
Este estilo y estas preocupaciones apuntadas en Paris nous appartient, y utilizadas en La religiosa (1966), son desarrolladas con una total madurez en L'amou fou (1968), Out one: spectre (1972) y C¨¦line et Julie vont eti bateau (1974). Los dos ¨²ltimo, filmes de Rivette -Duelle (1976) y Noroit (1971)- ilustran los peligros y dificultades que acechan en un camino tan dif¨ªcil y espinoso como el elegido por Rivette: repetici¨®n, amaneramiento, autoimitaci¨®n y vaciedad, a la vez que muestran una alarmante necesidad de renovaci¨®n.
En septiembre de 1968 Rivette escrib¨ªa: ?Todos los filmes tratan del teatro: no existe otro tema ( ... ). Porque es el tema de la verdad y la mentira, y no hay otro en el cine, que es forzosamente una interrogaci¨®n sobre la verdad, con medios que son forzosamente mentirosos. Y tomarlo como tema total de una pel¨ªcula es un acto de franqueza. ?
En efecto, la verdad y la mentira (la realidad y el cine) son el centro de C¨¦line et Julie... En ella Rivette describe el encuentro y las relaciones de C¨¦line Cendras, maga, y Julie, bibliotecaria. C¨¦line viene del Lejano Oriente y de una misteriosa mansi¨®n. Julie tiene un primo que fue su amor infantil. C¨¦line sustituye a Julie en un encuentro con su primo y Julie sustituir¨¢ a C¨¦line en el cabaret donde ¨¦sta act¨²a. Posteriormente ambas se fundir¨¢n y turnar¨¢n para ser la ni?era de Madlyn, la ni?a de la extra?a mansi¨®n en que tiene lugar una cl¨¢sica y rom¨¢ntica historia, una pel¨ªcula dentro de la no-pel¨ªcula que constituye la historia de C¨¦line y Julie. Mientras que la historia de ¨¦stas se desarrolla en un plano de (pseudo) realidad, cotidiano, donde no existe nada de lo habitualmente cinematogr¨¢fico (intriga, ritmo, situaciones ... ), donde no miramos, sino que estamos con Julie y C¨¦line, la historia de la mansi¨®n representa todo lo cinematogr¨¢fico en su sentido m¨¢s convencional: suspense, amor, pasiones, muerte, etc¨¦tera. A medida que Julie y C¨¦line se van introduciendo en este filme dentro del filme, somos arrastrados por ellas, que comparten nuestro papel de espectadores a la vez que nos transmiten su, deseo de alterar el tr¨¢gico e inevitable fin de la historia. Con ellas debemos desvelar el misterio de la mansi¨®n (el cine), donde una historia se repite eternamente y de donde, al cabo de numerosas incursiones, lograremos salir con un secreto, el secreto cuyo descubrimiento entra?a la destrucci¨®n de toda fantas¨ªa, la p¨¦rdida de la pureza o bien, ?por qu¨¦ no?, la recuperaci¨®n de la aventura para el triste reino de lo real.
Este es el juego de Rivette,juego en el que, si uno logra entrar, vivir¨¢ una fascinante experiencia con Julie, C¨¦line y Jacques, una aventura en la que Rivette no ha escatimado ni tiempo ni humor.
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