?Sindicato socialista-sindicato comunista?
Del Secretariado de CCOO y secretario sindical del Comit¨¦ Ejecutivo Estatal deI PSP
Estas primeras elecciones sindicales libres vienen a cubrir provisionalmente la peligrosa fisura existente en el actual proceso democr¨¢tico del pa¨ªs.
No obstante, la soluci¨®n definitiva de la crisis necesita el pilar fundamental de una amplia normativa legal sobre acci¨®n sindical y laboral. Esta normativa debe desarrollar e incluir los organismos de negociaci¨®n colectiva; secciones sindicales de empresa; derecho de huelga; negociaci¨®n colectiva; c¨®digo de derechos del trabajador; destino del patrimonio sindical, etc¨¦tera.
El Gobierno de UCD, con su pol¨ªtica partidista, despu¨¦s de muchas vacilaciones, ha sacado un decreto exclusivamente sobre elecciones sindicales, ya de por s¨ª estrecho. Dos objetivos se han marcado las principales centrales: desarrollar en la pr¨¢ctica al m¨¢ximo el decreto y generalizar las elecciones.
A mi entender, dos peligros amenazan estas primeras elecciones libres:
a) El primer y natural, el proveniente de la patronal y del Gobierno.
El Gobierno de UCD, que no se distingue precisamente por defender a los trabajadores, trata de frenar el avance en la organizaci¨®n de los trabajadores y de sus centrales, tratando de difuminar y de que no se generalicen las elecciones. La patronal CEOE coincide y trata de que se hagan donde les es imprescindible, en espera de que se apruebe el proyecto de ley definitivo que acaba de sacar UCD. La frase de un alto representante de la patronal diciendo que la misi¨®n de ¨¦sta era ?centrar al centro? y que los proyectos de ley de UCD asumiesen los intereses de quien realmente representa la patronal y el gran capital, se est¨¢ viendo cumplido.
b) El segundo y m¨¢s grave peligro viene del propio planteamiento de las elecciones, como una confrontaci¨®n entre sindicatos comunista y sindicato socialista.
En este sentido, desde mi doble perspectiva de militante socialista y miembro de CCOO, entiendo que un sindicato no es socialista, comunista, cristiano o antipartidista.
Un sindicato es, y as¨ª lo entiende y practica CCOO, un instrumento unitario al servicio de todos los trabajadores sin distinci¨®n de ideolog¨ªas o creencias.
Trasladar las diferentes opciones pol¨ªticas a la pr¨¢ctica sindical y tratar de asimilar el voto sindical al voto pol¨ªtico, si no es, oportunismo, al menos es frivolidad. Las t¨¢cticas pol¨ªticas parlamentarias que favorecen el avance del socialismo, en el amplio sentido de la palabra, no pueden trasladarse al terreno sindical.
CCOO no es un sindicato ¨²nicamente para trabajadores socialistas o comunistas o sin descripci¨®n pol¨ªtica; es un sindicato para todos los trabajadores.
En CCOO hay socialistas, comunistas, cristianos, pero, sobre todo, cientos de miles de trabajadores que, sin pertenecer a ning¨²n partido pol¨ªtico, han comprendido y sentido lo que es sentirse explotados y marginados y han tomado conciencia de clase.
En CCOO la lucha sindical tiene su propia v¨ªa de avance hacia el socialismo. Esta v¨ªa pasa por un real deseo unitario del trabajador con conciencia de clase. Una participaci¨®n del trabajador en las reivindicaciones que directamente le incumben. Es a trav¨¦s de la participaci¨®n y defensa de progresivas reivindicaciones econ¨®micas y sociales, la que nos conduce hacia un cambio radical de las estructuras sociales y econ¨®micas del sistema capitalista y a la implantaci¨®n de un sistema socialista.
CCOO entiende que el socialismo hay que practicarlo desde una perspectiva unitaria, pluralista y democr¨¢tica, desde un sindicalismo de clase.
El socialismo no es una etiqueta para lanzar publicitariamente junto a una marca.
Es necesario, pues, que los trabajadores reflexionemos, que no votemos etiquetas, sino concepciones distintas del sindicalismo.
CCOO surgi¨® y creci¨® d¨ªa a d¨ªa en la base de las empresas, la honestidad de estos hombres, su responsabilidad y eficacia en la defensa de los trabajadores, han hecho hoy de ella la primera central del pa¨ªs en cuanto a afiliados y experiencia sindical.
Su pr¨¢ctica sindical sienta sus bases en la participaci¨®n de todos los trabajadores a trav¨¦s de las asambleas y en la defensa de la capacidad negociadora de los comit¨¦s de empresas, ¨²nicos ¨®rganos democr¨¢ticos y unitarios a nivel de empresa que representan a todos los trabajadores.
Estas ser¨¢n las bases por las que han de pasar en el futuro la unidad sindical.
El aut¨¦ntico avance pr¨¢ctico hacia el socialismo es a partir de esa unidad, nunca de las grandes burocracias que pretenden reducir la capacidad de los comit¨¦s de empresa a papeles marginales.
El avance en el bienestar econ¨®mico y social del trabajador no podr¨¢ hacerse al margen de ¨¦l, por grandes burocracias que se monten y por muchas etiquetas que se cuelguen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.