Frente com¨²n
Secretario general del Sindicato Unitario
Las elecciones sindicales est¨¢n convirti¨¦ndose por la voluntad de los tralbajadores y a pesar de la oposici¨®n total del Gobierno en un acontecimiento de una gran trascendencia. Millones de trabajadores van a elegir a sus representantes.
El Gobierno, al parecer, no aprueba esta decisi¨®n de los trabajadores y est¨¢ realizando una y mil maniobras para impedirla- convoca las elecciones en diciembre con un real-decreto enormemente restrictivo; en enero manda un proyecto de ley a las Cortes para obligar a los trabajadores a elegir nuevamente dentro de tres meses; potencia a sindicatos amarillos; no da facilidades para.que todos los trabajadores conozcan a sus candidatos; trata de arrebatarnos el patrimonio sindical.
Pero esta actividad antidemocr¨¢tica de la UCD y de su Gobierno, que no es un hecho aislado, es parte de la contraofensiva que han emprendido para limitar las libertades, por impedir el protagonismo de los trabajadores. Contraofensiva efectuada ?legalmente? en unos casos y de forma muy violenta en otros.
El Sindicato Unitario (SU) considera que esta contraofensiva es fruto del envalentonamiento que supuso para la UCD la firma del pacto social de la Moncloa. Despu¨¦s del 15 de junio los trabajadores se movilizaron pac¨ªfica y responsablemente pero con una gran decisi¨®n por defender sus intereses inmediatos y contra el pacto social. Todos los trabajadores, de la ciudad, del campo y del mar, estrechaban lazos entre s¨ª y con otras clases populares y se iba abriendo la posibilidad de fraguar un frente com¨²n por el pan, el trabajo y la libertad.
Precisamente, el pacto de la Moncloa, su aceptaci¨®n por unos y su defensa a ¨²ltra?za por otros, ha hecho m¨¢s dif¨ªcil lograr este objetivo. Y ante la desuni¨®n de los trabajadores el Gobierno avanza. Y avanzar significa que lo escrito en la Moncloa puede quedarse corto. Ahora el Gobierno amenaza con la flexibilizaci¨®n de plantillas que le exige la CEOE y ma?ana puede ser un nuevo plan de estabilizaci¨®n m¨¢s duro. ?Y qu¨¦ argumentar¨¢n entonces los defensores del pacto social?, s¨®lo les quedar¨¢ el recurso de Pinochet.
Despu¨¦s de la firma del pacto de la Moncloa y a pesar de la divisi¨®n sindical no han podido derrotar a los trabajadores y por tanto a¨²n puede abrirse la perspectiva a la formaci¨®n de un frente com¨²n que es la ¨²nica forma de evitar que la aplicaci¨®n del programa econ¨®mico del Gobierno haga descargar las consecuencias de la crisis sobre los trabajadores.
En estas condicion es se est¨¢n celebrando las primeras elecciones en las que participan sindicatos democr¨¢ticos. No van a ser unas unas elecciones con las suficientes garant¨ªas democr¨¢ticas, pero en ellas tenemos que esforzarnos por lograr nuestro objetivo irrenunciable, un frente com¨²n.
Para hacerlo es necesario que los hombres y mujeres que elijarnos tengan las manos libres de pactos de trastienda que mediatizan a priori los intereses m¨¢s inmediatos de los trabajadores. Hombres y mujeres que hagan de los comit¨¦s de empresa organismos unitarios que representen fielmente la voluntad de la mayor¨ªa. Y que resuelvan las diferencias que inevitablemente se producir¨¢n en su seno, dando la palabra a los trabajadores reunidos en asamblea.
No podemos plantearnos la participaci¨®n en estas elecciones sindicales como un acto que se repetir¨¢ cada dos a?os o cuatro a?os para elegir a unos compa?eros a los que les encargamos resolver nuestros problemas. Tenemos que ser protagonistas ahora, ma?ana y todos los d¨ªas del a?o o nuestros roblemas no se resolver¨¢n. Pero hay m¨¢s. Si adoptamos esa actitud estaremos abriendo el camino a la configuraci¨®n de un sindicalismo burocr¨¢tico y est¨¦ril, un sindicalismo de despachos, desde los cuales se aceptar¨¢n todas las medidas que quieren imponernos los grandes capitalistas para obtener beneficios en medio de la m¨¢s grave crisis econ¨®mica de las ¨²ltimas d¨¦cadas.
El Sindicato Unitario (SU) va a trabajar por aumentar el protagonismo de los trabajadores porque es la ¨²nica forma de cerrar el paso a esos intentos. Trabajaremos desde los puestos de delegados que estamos logrando, desde las secciones sindicales de empresa y desde las asambleas que seguir¨¢n siendo por mucho que las combatan desde fuera y desde dentro, el m¨¢ximo ¨®rgano de decisi¨®n de los trabajadores.
De esta forma las elecciones sindicales podemos convertirlas en un factor positivo que haga m¨¢s fuertes a los trabajadores por que avancemos m¨¢s hacia la unidad de acci¨®n, y por que los trabajadores tomemos todos nuestros problemas en nuestras manos, m¨¢s fuertes por que construyamos s¨®lidos comit¨¦s de empresa que sean una muralla frente a la patronal.
Esto es lo que pensamos los hombres y mujeres que formamos parte del Sindicato Unitario (SU). Esto es lo que van a defender nuestros candidatos. Estamos seguros de poder llevarlo adelante porque ya somos un sindicato fuerte como lo demuestran los primeros resultados electorales.
Si de esta batalla salimos f¨®rtalecidos podremos detener la contraofensiva del Gobierno y de la UCD y podremos avanzar en la construcci¨®n del frente com¨²n, ¨²nica garant¨ªa del pan, del trabajo y de la libertad.
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