La crisis del Banco de Navarra
Diputado del PSOE y presidente de la Comisi¨®n de Hacienda del congreso Las dificultades econ¨®micas por las que atraviesan muchas empresas en nuestro pa¨ªs han llegado a la banca. Para ser m¨¢s exactos, a parte de la banca: el Banco de Navarra ha sido intervenido por el Banco de Espa?a para evitar el drama de la suspensi¨®n de pagos. El tema es noticia importante, y me temo que hay muchos interesados en que no se hable demasiado del particular.
La crisis de un banco es algo que no puede alegrar a nadie. Significa un da?o en dos vertientes: trabajadores que, como en otra empresa en sus circunstancias, quedan sin trabajo, y otra espec¨ªfica -ahorradores- que ven evaporarse el fruto de sus privaciones de consumo. Pero hay algo m¨¢s. En Espa?a, en estos cuarenta a?os de acumulaci¨®n capitalista, la banca se ha convertido en un mito. El pueblo llano piensa que todo puede caer, menos la banca. Hay un sentido de permanencia por el hecho de contar con el dinero de otros, que la hace, aparentemente, invulnerable.
Patente de banquero
Banqueros y capitalistas lo saben bien, y de ah¨ª varias consecuencias. Primera: la lucha feroz durante el franquismo para conseguir patente de banquero, para conseguir autorizaci¨®n para abrir un banco. Recomendaciones y presiones de todo tipo llegaban hasta los m¨¢s altos despachos, incluso el de El Pardo. A la vez, la banca establecida frenaba, con todos sus medios, la apertura del ?club?. Segunda: la falta de sensibilidad del sector por establecer fondos de garant¨ªa o seguro por si un banco ten¨ªa dificultades. Tercera: la ineficaz actividad del Banco de Espa?a para conocer de verdad las bases y la situaci¨®n del negocio bancario. En resumen, el club era seguro; luego, por una parte, hab¨ªa que estar en ¨¦l, y por otra, no val¨ªa la pena vigilarlo.
Pero la crisis econ¨®mica es de tal entidad que ha llegado al club. Ante la escasez de dinero, la banca empieza una guerra sorda de tipos de inter¨¦s. Banqueros grandes y peque?os empiezan la puja para captar el ahorro. Se ofrecen tipos de inter¨¦s cada vez m¨¢s elevados : Se oculta que aparentes imposiciones a plazo son a la vista. Se avala lo que no se puede descontar. Y un largo etc¨¦tera de actitudes, a veces desesperadas, para subsistir en un mercado que, ?por fin!, empezaba a ser competitivo.
El margen de beneficio y liquidez real se ha ido estrechando poco a poco, hasta que se ha roto una de las cuerdas: el Banco de Navarra.
?Qui¨¦n es el Banco de Navarra? Se trata de un banco nuevo, montado sobre uno viejo -el Banco de San Adri¨¢n-, con 9.000 millones de dep¨®sitos, un saldo neto colocado en el interbancario de 4.000 millones y unos 2.000 millones de avales; ochocientos trabajadores, setenta oficinas y una direcci¨®n centrada en la persona del creador de los fondos MPI, Juan Palomeras (un capit¨¢n de empresa de ese especial corte ?agresivo? institucionalizado en Espa?a en la ¨¦poca de los sesenta).
Durante la semana en torno al 15 de enero, la gran banca se reuni¨® con los ministros de Hacienda y Econom¨ªa, para encontr¨¢r una soluci¨®n al drama. Las alternativas pod¨ªan ser: a) suspensi¨®n de pagos; b) absorci¨®n por otro banco, y c) intervenci¨®n por el Banco de, Espa?a.
La primera soluci¨®n estar¨ªa favorecida por la gran banca -Podr¨ªa iniciar una campana solapada sobre la peligrosidad de la banca peque?a- La segunda ser¨ªa apoyada por los ministros econ¨®micos, con el fin de hacer pasar m¨¢s desapercibida la crisis. La tercera, apoyada, en ¨²ltima instancia, por todos. Ha triunfado la ¨²ltima: el modelo INI de la socializaci¨®n de las p¨¦rdidas y de los hechos consumados.
Seguro de vida bancario
La banca sigue igual. Tiene un seguro de vida concertado con el Banco de Espa?a. El caso es que se hab¨ªan dado pasos para racionalizar el sector en este tema (el m¨¢s importante, la creaci¨®n del fondo de garant¨ªa. interbancario), pero, a la hora de la verdad, se ha vuelto al modelo de los cuarenta a?os = en la banca no puede haber crisis por definici¨®n.
En el tema de la suspensi¨®n de pagos de un banco juegan dos factores: por una parte, el principio de econom¨ªa de mercado, que dice que el empresario ineficaz debe desaparecer. Por otra parte, la trascendencia social (que no es dificil potenciar) de que dejen de reembolsarse los ahorros depositados sin riesgo -en teor¨ªa- Me dec¨ªa una vez un personaje de la derecha de este pa¨ªs que, en el mundo occidental, el ej¨¦rcito no da un golpe de Estado, a no ser que quiebre un banco. Si un banco suspende pagos, es que todo el sistema est¨¢ en quiebra.
Urge romper este escudo protector. Si se cantan las. ventajas de la econom¨ªa de mercado, que sea con todas sus consecuencias. Que deje de tener patente de corso empresarial la actividad bancaria. Lo que s¨ª hay que reclamar es el establecimiento de cautelas y protecciones, pero no salvoconductos a la ineficacia.
?Qui¨¦nes son los responsables de la crisis del Banco de Navarra? En primer lugar, la gerencia. Una gerencia insensata en su ?agresividad? comercial, a la que no le importaba asumir riesgos crecientes a cambio de aumentar las cifras de pasivo. Una gerencia que parec¨ªa que s¨®lo miraba el balance y la cuenta de resultados. Una gerencia que entr¨® de lleno -seg¨²n parece- en la espiral de los extratipos. Una gerencia que segu¨ªa teniendo la meta de crecer y dar estad¨ªsticas cada vez m¨¢s elevadas, sin mirar los fundamentos.-
Papel del Banco de Espa?a
En segundo lugar, el responsable es el Banco de Espa?a. Una instituci¨®n que recibe los balances mensuales de toda la banca privada, que tiene poder para revisar sus contabilidades, que recibe informaci¨®n permanente del sector, que puede conocer, pues, lo que ocurre en todos y cada uno de los bancos, no es posible que reciba como una sorpresa el ?fallo? de uno de ellos. Y esto, tanto m¨¢s cuanto que la nueva banca tiene por disposiciones cautelares elementales y por sentido com¨²n,una supervisi¨®n m¨¢s estricta. ?Se ha cumplido este requisito l¨®gico de actuaci¨®n? ?Se atendieron los rumores que, casi a nivel de la calle, se?alaban -y se?alan- a ciertos bancos como peligrosos? ?Por qu¨¦ se esper¨® al ¨²ltimo minuto a intervenir? Habremos de esperar a la contestaci¨®n oficial del Banco de Espa?a.
Nueva regulaci¨®n
En tercer lugar, los responsables son las autoridades de los Ministerios de Hacienda (ayer) y de Econom¨ªa (hoy) que no regularon con decisi¨®n la empresa bancaria ni acometieron la imprescindible transparencia de los tipos de inter¨¦s. La empresa bancaria debe ser regulada de forma espec¨ªfica. Un tipo de empresario del que est¨¢n dependiendo no s¨®lo el futuro de unos trabajadores, como en cualquier otro tipo de empresa, sino el futuro de unos ahorradores y una parte de la estructura global del dinero, no puede tratarse simplemente con la ley de Sociedades An¨®nimas y unas circulares m¨¢s o menos reservadas del Banco de Espa?a. Respecto a los tipos de inter¨¦s, su liberalizaci¨®n no admite espera. Cuando cada instituto de cr¨¦dito deba hacer p¨²blicos libremente los costes de los cr¨¦ditos y las retribuciones al dinero, la llamada guerra de extratipos tendr¨¢ los d¨ªas contados. El banco que paque relativamente m¨¢s o menos tendr¨¢ que justificarlo ante su clientela, dejarlo expl¨ªcito en el Banco de Espa?a y lograr una cuenta de resultados acorde con la gesti¨®n.
Como colof¨®n, unas advertencias. Primera, atenci¨®n a la actuaci¨®n del Banco de Espa?a. Fuera secretos. Est¨¢ haci¨¦ndolo -dice- en nombre del inter¨¦s general, pero la cobertura de silencio no mejora la aprensi¨®n de muchos que conocieron otras actuaciones del Banco de Espa?a, tras las que grupos privados concretos acabaron teniendo ventajas. Segunda, se ha dato un trato de privilegio a unos ahorros y a unos ahorradores sobre cuya capacidad econ¨®mica no voy a entrar. Pero se debe exigir el mismo trato para los trabajadores del Banco de Navarra, los cuales -por su nivel de salario- no forman parte de los ahoriadores que hicieron crecer el pasivo de su banco.
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