La intoxicaci¨®n por mercurio puede ser grave
El envenenamiento de naranjas mediante la inyecci¨®n de mercurio, que se atribuye un denominado ?Mando Palestino del Ej¨¦rcito Revolucionario Arabe?, ha provocado diversas intoxicaciones entre los consumidores de este producto en Alemania Federal y Holanda. La acci¨®n, calculada aparentemente para sabotear la exportaci¨®n de naranjas israel¨ªes, ha alterado tambi¨¦n el consumo en los pa¨ªses del Mercado Com¨²n de las naranjas espa?olas, tras haberse descubierto ayer diversas unidades contaminadas con el sello Spania, marca que llevan los c¨ªtricos espa?oles destinados a la exportaci¨®n.Las consecuencias de la ingesti¨®n de naranjas envenenadas en la salud de las personas pueden ser especialmente graves, si se consumen en cantidades considerables. Seg¨²n se inform¨® a EL PA?S en el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa, basta ingerir de 0,20 gramos a 0,50 gramos de sales inorg¨¢nicas de mercurio para que la muerte del individuo sea instant¨¢nea. Si se trata de las sales org¨¢nicas, su toxicidad es cinco veces menor. En cualquier caso, peque?¨ªsimas cantidades de mercurio producen en las personas los siguientes efectos: dolores musculares; temblores; p¨¦rdida de la sensibilidad en los labios, lengua y dedos de las manos y los pies; p¨¦rdida del equilibrio, disminuci¨®n del campo visual, y perturbaciones auditivas. En los casos m¨¢s avanzados, se producen insuficiencias renales.
Por otra parte, las citadas fuentes se?alaron que resulta bastante dif¨ªcil para el consumidor apreciar qu¨¦ tipo de naranjas est¨¢n contaminadas. Unicamente puede apreciarse por el sabor y por peque?as manchas de color marr¨®n en los gajos, que aparecen al reaccionar los ¨¢cidos de la naranja con el mercurio.
Se da la circunstancia de que los pa¨ªses de la CEE son los primeros compradores de c¨ªtricos espa?oles, con 863.000 toneladas exportadas, y es precisamente en Alemania Federal, primer pa¨ªs receptor de las naranjas valencianas, donde la poblaci¨®n ha tomado m¨¢s en serio los envenenamientos, y la venta de naranjas es, hoy por hoy, pr¨¢cticamente nula.
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