Andreotti formar¨¢ un nuevo Gobierno de transici¨®n
El primer ministro encargado, Giulio Andreotti, recibi¨® anoche luz verde de la ejecutiva de su partido para explorar la formaci¨®n de un Gobierno de tregua, a corto plazo, s¨®lo hasta la elecci¨®n del presidente de la Rep¨²blica, a fines de este a?o. En la base de ello se sit¨²a un acuerdo global de los partidos constitucionales, bajo la garant¨ªa de los l¨ªderes de los grupos parlamentarios de los seis partidos con la f¨®rmula de la abstenci¨®n, recientemente entrada en crisis.
La direcci¨®n de la DC italiana se ha mostrado un¨¢nime al aceptar la propuesta de Andreotti. La Democracia Cristiana se hab¨ªa dado cuenta repentinamente -al inicio de esta semana- de dejar negociar a Andreotti, primero un programa y, luego, de que concertar la coalici¨®n pol¨ªtica que lo realizase era dar rodeos excesivas largas al asunto. La izquierda, si no el Gobierno de emergencia quer¨ªa por lo menos una respuesta pol¨ªtica concreta. Andreotti, antes de presentar a los partidos el borrador del programa que fatigosamente hab¨ªa preparado, fue llamado a rendir cuentas por la ejecutiva de su partido, a la que las rindi¨® ayer viernes y manifest¨® sus prop¨®sitos.La soluci¨®n propuesta es intermedia entre el acuerdo program¨¢tico que persiga Andreotti y la mayor¨ªa pol¨ªtica que la DC se negaba a conceder a los comunistas el llamado grupo de los cien. Pr¨¢cticamente se sigue con esta soluci¨®n el esp¨ªritu de una tregua o pacto institucional-pol¨ªtico que d¨ªas pasados hab¨ªan avanzado los liberales como pura hip¨®tesis. En realidad, se da un paso hacia adelante respecto al acuerdo de julio pasado de la f¨®rmula de no desconfianza o de abstenci¨®n. Los comunistas, de hecho, logran participar en una mayor¨ªa concertada porque tendr¨¢n que votar a favor del futuro Gobierno, aunque a medias expl¨ªcita y a medias pol¨ªtica negociada por los secretarios de los partidos, pero garantizada por los grupos parlamentarios.
Los mismos perros con distintos collares. Se dir¨¢. En la pr¨¢ctica es una soluci¨®n de emergencia, limitada a un plazo. Al final de la reuni¨®n de la directiva democristiana, Andreotti declar¨® que lo que importa son la esencia de los problemas y la b¨²squeda de una alianza lo m¨¢s amplia posible. El lunes o el martes, anunci¨®, comenzar¨¢ una nueva ronda de consultas por separado, luego colegiales, con los partidos interesados. El vicesecretario de la DC, Giovanni Vallone, declar¨® que a una situaci¨®n de emergencia corresponden soluciones de emergencia, porque no se trata de la mayor¨ªa cl¨¢sica y oposici¨®n de que suele hablarse. Deja para los polit¨®logos la interpretaci¨®n de las nuevas f¨®rmulas italianas.
El nudo gordiano para la Democracia Cristiana era salvar la unidad del partido y ponerse de acuerdo, directa o indirectamente, con los comunistas para encontrar una f¨®rmula de gobierno provisional; con la decisi¨®n adoptada se salva la unidad del partido con los comunistas se llega a un acuerdo indirecto. Socialistas, republicanos y socialdem¨®cratas aceptar¨ªan de buen grado la soluci¨®n. Toca ahora aceptarla -o no- definitivamente al interlocutor m¨¢s interesado y de mayor peso, los comunistas, quienes de acuerdo con su estrategia de ?compromiso hist¨®rico? terminar¨¢n por aceptarla como un peque?o paso m¨¢s hacia la conquista del poder.
A esta situaci¨®n de atasco se ha llegado porque el Partido Comunista ha abandonado su pol¨ªtica de ?gradualismo?. Contra una opini¨®n generalizada, Berlinguer mantiene su estrategia de ?compromiso hist¨®rico?, es decir, de llegar un d¨ªa a gobernar con la Democracia Cristiana.
No se conocen, por el momento, las razones que han inducido a los comunistas ha acelerar su pol¨ªtica de exigencias y presiones sobre Andreotti, despu¨¦s de dieciocho meses de ?amistad?.
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