M-30: diecinueve puentes para coches y dos pasarelas para peatones

La situaci¨®n de los pasos especiales para peatones en la M-30, autopista de circunvalaci¨®n de Madrid, seg¨²n datos de enero de 1978, es la siguiente: tan s¨®lo funcionan dos pasarelas en una extensi¨®n de 17.225 metros de calzada, rodeada toda ella de edificios, f¨¢bricas, un campo de f¨²tbol capaz para 70.000 espectadores y una plaza de toros capaz para 22.000. Durante el recorrido entre el puente del Rey y puente del Ferrocarril, la M-30 discurre, con sus dos calzadas de tres carriles cada una, a los lados del r¨ªo Manzanares. Es precisamente en esta zona donde los asentamientos urbanos se han desarrollado de una forma fulminante en los ¨²ltimos a?os y, sin embargo, las dos ¨²nicas pasarelas ya en servicio, especiales para peatones, no se encuentran aqu¨ª, sino en el Este, muy cerca de la plaza de Las Ventas.Existen, eso si, diecinueve puentes para autom¨®viles, en los que se ha reservado, con mayor o menor generosidad de espacio, aceras para transe¨²ntes y, en alg¨²n caso, peque?as pasarelas. Sin embargo, es un ejemplo, una persona que habite en cualquiera de las dos riberas del Manzanares, en un barrio situado entre el puente de Segovia y el puente de San Isidro, deber¨¢ recorrer la distancia de seiscientos metros, hacia el Norte o hacia el Sur, para encontrar un puente en el que hay peque?as aceras por donde cruzar el r¨ªo y la autopista. Tiene esta persona otra opci¨®n: cruzar la autopista por pasos de sem¨¢foros, con el riesgo que implica el que, con mucha frecuencia, los sistemas el¨¦ctricos est¨¦n averiados o un coche se salte un sem¨¢foro.

Con frecuencia se achaca la culpa de los accidentes a la falta de prudencia de los peatones. Pero la prudencia se ha convertido en pesadilla para muchos habitantes de los barrios pr¨®ximos a la M-30, que ven cada d¨ªa c¨®mo sus vecinos y sus familiares juegan al rat¨®n y al gato con autom¨®viles lanzados a noventa kil¨®metros por hora.