La nacionalizaci¨®n de la alta tensi¨®n no afecta a la propiedad de las sociedades el¨¦ctricas

La posibilidad de nacionalizar la red de alta tensi¨®n a partir de una potencia de 132 kilovoltios (KV) y las subestaciones m¨¢s importantes ha creado un aut¨¦ntico movimiento de intereses a favor y en contra, a pesar de que tal medida no equivale a nacionalizar en absoluto la industria el¨¦ctrica, ni pone en peligro los intereses de los accionistas particulares en estas empresas. La f¨®rmula propuesta para esta nacionalizaci¨®n es la intervenci¨®n del Estado, con un 51%, en una empresa mixta en la que participe el sector el¨¦ctrico, dedicada a la administraci¨®n de la red de distribuci¨®n el¨¦ctrica de alta tensi¨®n. Esta red est¨¢ valorada en algo menos de 60.000 millones. El Estado tiene ya patrimonio en la misma a trav¨¦s de las sociedades del INI (Endesa, Enher y una participaci¨®n minoritaria en Uni¨®n El¨¦ctrica). El llegar al 51% propuesto supondr¨ªa de 15.000 a 20.000 millones de pesetas.

Las razones que arguyen los partidarios de la citada nacionalizaci¨®n se basan en un mayor control del sector y en una optimizaci¨®n del sistema.La falta de operatividad del Reca (Repartidor de Cargas, controlado por el Ministerio de Industria y Energ¨ªa, pero gestionado por las empresas el¨¦ctricas), seg¨²n los razonamientos de los partidarios de la nacionalizaci¨®n, ha quedado patente en repetidas ocasiones. Como bot¨®n de muestra se se?ala el hecho de que durante 1976 tanto las centrales de fuel de Iberduero como Hidroel¨¦ctrica funcionasen a una utilizaci¨®n superior a las 6.000 y 5.000 horas, respectivamente; estas compa?¨ªas exportaron 880 gigavatios-hora de electricidad a Andaluc¨ªa en tanto que las centrales de la empresa Sevillana de Electricidad s¨®lo funcionaron a 3.000 horas. Se pone de manifiesto igualmente c¨®mo las decisiones del Gobierno han sido sistem¨¢ticamente boicoteadas por las compa?¨ªas el¨¦ctricas (caso de la central de Castell¨®n que nunca ha podido ser apagada sin que se crease inestabilidad en la red).

Desde el punto de vista de la optimizaci¨®n del sistema, los argumentos favorables a la nacionalizaci¨®n apuntan, entre otras, las siguientes razones:

- Minimizar los grandes trasvases de energ¨ªa dictados por las grandes compa?¨ªas sobre las menos poderosas.

- Evitar duplicidad de l¨ªneas innecesarias construidas con criterios de beneficios econ¨®micos particulares. En este sentido, la idea de pagar un canon a la Diputaci¨®n en aqu¨¦llas provincias excedentarias no es m¨¢s que diluir un dinero sin que la provincia saque nada a cambio.

- Asegurar un tratamiento igual para todas las compa?¨ªas, rompiendo la situaci¨®n de poder existente en estos momentos.

- Realizar las interconexiones internacionales teniendo en cuenta aspectos como la estabilidad del sistema, reservas y otros.

- Terminar con todas las situaciones de preferencia de las grandes compa?¨ªas, tales como los sistemas de liquidaci¨®n o regulaci¨®n de nudos.

Los defensores de la nacionalizaci¨®n se?alan que una medida de este tipo tiene precedentes en el mundo, y as¨ª, Suecia y Gran Breta?a nacionalizaron inicialmente la red de alta tensi¨®n, si bien el Reino Unido nacionaliz¨® con posterioridad la totalidad del sector. Otros pa¨ªses, como Francia, Italia y Portugal tienen totalmente nacionalizado el sector el¨¦ctrico.

Razones en contra

El Ministerio de Industria y el sector el¨¦ctrico se muestran rotundamente contrarios a cualquier medida de este tipo por considerarla, a grandes rasgos, ineficaz.En este sentido, UNESA, sociedad que integra a las empresas el¨¦ctricas, se?ala que la utilizaci¨®n por parte de las centrales el¨¦ctricas de los recursos primarios se realiza con unas determinadas directrices de pol¨ªtica energ¨¦tica enlanadas de la Administraci¨®n. De acuerdo con estas directrices, que se?alan su prioridad de utilizaci¨®n, se programa la explotaci¨®n diaria de las centrales a trav¨¦s del Repartidor de Carga, considerando en todo momento la necesidad de atender la demanda de energ¨ªa el¨¦ctrica, cualquiera que sea el lugar geogr¨¢fico en que ¨¦sta se produce.

La utilidad y eficacia con que se ha venido utilizando la red de transporte, seg¨²n UNESA, se ponen de manifiesto al considerar que han permitido hacer frente a dos situaciones absolutamente dispares, como la extraordinaria sequ¨ªa registrada en 1976, en el que debieron realizarse transportes t¨¦rmicos de considerable volumen para atender la demanda en las zonas en que se hac¨ªa sentir la escasez de medios hidr¨¢ulicos, y la situaci¨®n registrada en 1977, en que, con una favorable situaci¨®n hidr¨¢ulica, la utilizaci¨®n integral de estos recursos permiti¨®, mediante los necesarios transportes, reducir hasta el m¨ªnimo el funcionamiento de las centrales t¨¦rmicas de fuel-oil.

Por su parte, el Ministerio de Industria, a trav¨¦s del comisario de la Energ¨ªa, Luis Maga?a, ha se?alado a EL PAIS, que los actuales mecanismos legales son suficientes para tener un control efectivo sobre el sector el¨¦ctrico y que en absoluto considera necesaria la nacionalizaci¨®n de la red de alta para controlar el sector y para lograr una optimizaci¨®n del sistema. En este sentido, puso de manifiesto que el sistema est¨¢ en la actualidad optimizado en Espa?a y que el Ministerio de Industria y Energ¨ªa est¨¢ plenamente satisfecho con la actuaci¨®n del Reca.

El se?or Maga?a ha se?alado que la actuaci¨®n de Ofico (Oficina de Compensaci¨®n), por la cual se intenta mantener la optimizaci¨®n en el uso del carb¨®n y el fuel en las centrales el¨¦ctricas, es satisfactoria y que no existe en Espa?a energ¨ªa del carb¨®n sin utilizar.

Por lo que se refiere a la inversi¨®n que habr¨ªa que realizar para nacionalizar la red de alta -15.000 millones de pesetas que permiten el control del 51% de la empresa mixta que se crear¨ªa para administrar la red-, el comisario de la Energ¨ªa ha significado que supone una importante cantidad que, en cualquier caso, no compensar¨ªa los escasos beneficios que se desprender¨ªan de esta medida, si es que hubiese alguno.

En opini¨®n del Ministerio de Industria, en el caso de tomar medidas de mayor control sobre el sector, las m¨¢s efectivas ser¨ªan la creaci¨®n de los delegados del Gobierno en las compa?¨ªas el¨¦ctricas y la formaci¨®n de comisiones de vigilancia al igual que existen en otros pa¨ªses.