El equipamiento comercial prev¨¦ cinco hipermercados "metropolitanos"

El pleno de la Comisi¨®n de Planeamiento y Coordinaci¨®n del Area Metropolitana de Madrid (Coplaco) aprob¨®, en su reuni¨®n del lunes pasado, la adjudicaci¨®n de las concesiones para la construcci¨®n y explotaci¨®n de tres centros comerciales de los cinco llamados de exterior que est¨¢n previstos para el ¨¢rea metropolitana madrile?a. Sin embargo, no son ¨¦stos los ¨²nicos centros comerciales que han de hacer su aparici¨®n en la zona de influencia de la capital. Otros cuarenta centros comerciales, denominados de interior se construir¨¢n dentro del casco urbano de la ciudad. A todos ellos se les unir¨¢n otros diez, considerados como zonales o intermedios.

Hoy ya no se trata de hacer cada d¨ªa la compra, sino que, con un sentido m¨¢s racional del tema, se procura adquirir los productos alimenticios para unos cuantos d¨ªas, con la comodidad que ello comporta. Esto hace que nazca otro tipo de centro comercial distinto del que hasta ahora se ten¨ªa como normal.Pero, por otra parte, la estructura comercial de los barrios ha estado olvidada durante mucho tiempo, lo que ha hecho que, a la hora de planear la situaci¨®n y distribuci¨®n urban¨ªstica de cada uno de ellos, nadie se haya preocupado de prever la ubicaci¨®n de un centro comercial que diera cabida a todos los elementos necesarios para la vida del consumidor y, con ello, del propio barrio.

Plan de equipamiento comercial

Ante esta deficiencia, que incide directamente en los intereses del consumidor y hasta del propio comerciante, ya que no permite un desarrollo amplio del sistema, aplicando nuevas f¨®rmulas, el Instituto de Reforma de las Estructuras Comerciales (Iresco), dependiente del Ministerio de Comercio, acometi¨® la redacci¨®n de un Plan de Equipamiento Comercial para Madrid, en el que, sobre la base de las necesidades reales de la poblaci¨®n, se especific¨® la ubicaci¨®n de una serie de centros comerciales de diferentes caracter¨ªsticas, en funci¨®n del n¨²mero de habitantes a los que debiera dar servicio y de su ¨¢rea de influencia.De esta forma nacieron, aunque de momento s¨®lo en el planeamiento, cinco grandes centros comerciales de exterior, con una zona de influencia que abarca todo Madrid e incluso algo de la provincia. Estos cinco centros comerciales son los de Las Rozas, Jarama -en la autopista de Valencia-, Alcobendas, Vallecas y Moratalaz. Estos cinco centros comerciales se conciben como simples hipermercados en los que gracias a una compra masiva de productos por parte del comerciante, el consumidor puede encontrar el mismo g¨¦nero que adquiere normalmente en la peque?a tienda, pero a un precio mucho menor. El acceso a ellos se calcula en base al autom¨®vil privado.

Pero los barrios, aunque aparezcan los grandes hipermercados metropolitanos, no tienen por qu¨¦ quedar sin su mercado propio y adecuado a una demanda inferior. De esta forma, nacen otros cuarenta mercados de distrito o de interior, que habr¨¢n de sustituir, con el tiempo, a los actuales mercados municipales. Su emplazamiento viene a coincidir, m¨¢s o menos, con estos ¨²ltimos.

Entre las dos coordenadas -m¨¢xima y m¨ªnima- que suponen el hipermercado metropolitano y el mercado de distrito, aparece otro tipo, llamada zonal o intermedio. En este caso ya se trata, con m¨¢s exactitud, de un aut¨¦ntico centro comercial, en el que, adem¨¢s de un gran supermercado capaz de abastecer una amplia zona de la ciudad, se ubican una serie de servicios, peque?as tiendas especializadas, almacenes de car¨¢cter popular, etc¨¦tera, que permiten una actividad comercial minorista total.

Contra estos mercados, sobre todo del tipo medio -en los que se encuadra el proyectado en La Vaguada del barrio del Pilar- se han alzado un gran n¨²mero de voces, muchas de ellas pertenecientes a los peque?os comerciantes, que consideran que suponen una competencia desleal para su negocio.

Para evitar esa posible competencia desleal, el primitivo proyecto de los centros comerciales en Madrid fue modificado para que esos peque?os comerciantes pudieran integrarse en los centros que, realmente, les supusieran una merma en su negocio que hiciera peligrar su estabilidad econ¨®mica. Por ello, un 15 % de la capacidad de los grandes hipermercados deber¨¢ estar destinado a ser ocupado por el comercio minorista de la zona. Con respecto a los centros comerciales de menor entidad, no est¨¢ determinado todav¨ªa en qu¨¦ porcentaje podr¨¢n ser utilizados por el peque?o comercio, pero todo parece indicar que ser¨¢ en una proporci¨®n mucho mayor que la correspondiente a los hipermercados metropolitanos, ya que, al ser su ¨¢mbito de influencia mucho menor, el n¨²mero de comerciantes posiblemente afectados aumentar¨¢.