El padre D¨ªez-Alegr¨ªa, contrario a la confesionalidad del Estado
?El miedo a la laicidad del Estado espa?ol, tal como se contemplaba en el primer borrador constitucional, ha sido una traici¨®n al Evangelio?, dijo ayer en una conferencia pronunciada en la Universidad de Oviedo el jesuita rebelde y asturiano Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªez-Alegria. ?No deb¨ªa asustar a nadie -a?adi¨®- que el art¨ªculo tercero de la Constituci¨®n establecer¨ªa que el Evangelio no es confesional, y punto y aparte. Al explicar ahora, en el nuevo proyecto, que los poderes p¨²blicos tendr¨¢n en cuenta las creencias religiosas de la sociedad espa?ola y mantendr¨¢n las consiguientes relaciones de cooperaci¨®n se trata de corresponder al intento de la Iglesia cat¨®lica de conseguir privilegios ante el temor de que el n¨²mero de cat¨®licos espa?oles disminuya.??De la misma manera que todos piden ayuda para la peque?a y mediana empresa y a nadie se le ocurre pedirlo para las multinacionales -a?adi¨® el padre D¨ªez-Alegr¨ªa-, en el caso espa?ol si hubiera que favorecer a alguien ser¨ªa a los protestantes o a los jud¨ªos que est¨¢n en minor¨ªa, y no a los cat¨®licos, que somos el 99%. Yo creo que a los responsables de la Iglesia cat¨®lica espa?ola m¨¢s que un af¨¢n de riqueza les mueve el miedo a que muchos espa?oles dejen de ser cat¨®licos si existe una aut¨¦ntica libertad religiosa.?
A trav¨¦s de una exposici¨®n ins¨®lita de las relaciones entre los poderes civil y eclesi¨¢stico, D¨ªez-Alegr¨ªa manifest¨® que la laicidad del Estado es un invento cristiano y que durante los primeros cuatro siglos el cristianismo separ¨® estos dos poderes, aunque los otros quince siglos est¨¢n dominados por la falta de libertad religiosa: ?El laicismo del Estado durante el siglo XIX supon¨ªa una confesionalidad contra la Iglesia cat¨®lica, debido en buena medida al integrismo cat¨®lico de la ¨¦poca, pero el laicismo moderno -el que defienden los partidos parlamentarios- no es nada sectario.?
?Establecer que el Estado no es confesional es perfectamente coherente con el cristianismo primitivo -a?adi¨®-, y sin embargo los responsables de la Iglesia cat¨®lica y algunos cat¨®licos se han manifestado a favor de un Estado no confesional pero a?adiendo que es como si lo fuera y que teniendo en cuenta que la mayor¨ªa de los espa?oles son cristianos hay que conceder privilegios a su religi¨®n. Eso es volver al sectarismo medieval, porque se reconoce la libertad religiosa pero como una religi¨®n privilegiada. Se trata de mantener unos condicionantes para que los cat¨®licos sigan siendo cat¨®licos, cuando el Concilio Vaticano II defiende la libertad religiosa de cualquier coacci¨®n temporal. Las presiones eleclesi¨¢sticas para modificar el borrador constitucional obedecen al intento de querer conservar las migajas del sistema de cristiandad.?
D¨ªez-Alegr¨ªa toc¨® de manera incidental el tema de las escuelas confesionales mostr¨¢ndose partidario de la autonom¨ªa de las ciencias: ?Las ciencias -dijo- deben desarrollarse cient¨ªficamente y la Teolog¨ªa debe profundizar en ella. En las escuelas de la Iglesia se trata de que un cat¨®lico ense?e matem¨¢ticas a los alumnos, cuando lo importante es que ense?e matem¨¢ticas, con absoluta independencia de sus creencias religiosas.?
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