Renace el optimismo en los partidos constitucionales italianos

La quinta semana de crisis de Gobierno ha comenzado bajo una atm¨®sfera de optimismo general. Ayer el primer ministro encargado, Giulio Andreotti, se entrevist¨® con los expertos en econom¨ªa de los seis partidos constitucionales. En la discusi¨®n que proseguir¨¢ hoy, se supo que el Estado gasta m¨¢s de treinta billones de liras anuales y se acord¨® contener el gasto p¨²blico en veinticuatro billones de liras.

Por la tarde se discuti¨® de orden p¨²blico y del sindicato de la polic¨ªa. Los comunistas insisten en la desmilitarizaci¨®n de la polic¨ªa, mientras la democracia cristiana quisiera dejar el problema para tratarlo de aqu¨ª a dos a?os. La izquierda sigue defendiendo que el sindicato de polic¨ªa debe estar incorporado a las grandes centrales gremiales, mientras la democracia cristiana quiere su autonom¨ªa. Pese a estas diferencias socialistas y socialdem¨®cratas, republicanos, comunistas y democristianos coinciden en declarar que por fin se habla de cosas concretas y que el trabajo hecho es provechoso.El mismo optimismo respiran los discursos del domingo de muchos l¨ªderes pol¨ªticos. Incluso el presidente Andreotti, en una entrevista al semanario radical socialista Expressso, se muestra confiado en sus fuerzas, declarando que el proceso es lento pero positivo.

En realidad, se vive de los resultados de la reuni¨®n-cumbre de los secretarios de los seis partidos del viernes pasado. El optimismo depende de los ?peque?os pasos? que est¨¢n dando por acercarse comunistas y democristianos. Ambos partidos se afrontan con voluntad de confrontarse, pero un id¨¦ntico problema los angustia: c¨®mo colaborar sin descontentar a sus bases, sin contradecir las convicciones de sus respectivos electorados. El presidente de la democracia cristiano, Aldo Moro, dijo el viernes: ?No se puede pedir a nuestro partido un paso dif¨ªcil sobre el que estamos consultando y queremos reflexionar.? Moro pidi¨® m¨¢s tiempo, a?adiendo que tambi¨¦n el Partido Comunista ten¨ªa sus problemas.

El problema de Moro es c¨®mo convencer a unos cien diputados de su partido de que de un modo o de otro es necesario colaborar con los comunistas, dado que con los partidos laicos menores se han agotado todas las posibilidades de coalici¨®n. El escollo lo tendr¨¢ que superar todav¨ªa Moro en la pr¨®xima reuni¨®n del viernes de la directiva democristiana, en la que veintitr¨¦s miembros son contrarios a toda colaboraci¨®n con los comunistas, mientras veinte son favorables a incluirlos en una mayor¨ªa.