Viejas y nuevas libertades
Cada per¨ªodo hist¨®rico tiene su ?tabla de libertades? posibles, de plena vigencia. Pero con el transcurso del tiempo algunas de ellas tienen forzosamente que desaparecer, que reabsorberse, mientras otras nacen simult¨¢neamente porque ya es posible que otras dimensiones de la vida entren en la zona de liberaci¨®n.Y, siempre, algunas de las libertades del per¨ªodo anterior siguen vigentes en el nuevo, mientras que otras est¨¢n agonizantes o ya han muerto.
La tabla de libertades del siglo XIX se llama liberalismo, la de nuestro tiempo se llama socialismo.
Ciertas libertades tan queridas del liberalismo como, por ejemplo, la libertad de poseer la tierra y la libertad de explotarla a gusto de su propietario (cultiv¨¢ndola, especulando con ella, construyendo sobre ella, extrayendo recursos bajo ella, etc¨¦tera) son hoy libertades concretas que tienen que reabsorberse, que tienen que desaparecer, porque si no acabar¨¢n desorganizando y destruyendo materialmente nuestra vida social, como observ¨® Ortega.
Pero al mismo tiempo aparecen o nacen nuevas libertades como, por ejemplo, las que trae el socialismo: la libertad para recibir el cuidado de la salud y la educaci¨®n en forma gratuita, la libertad para poder divorciarse, para poder trabajar y con justa remuneraci¨®n, para poder abortar y para otras muchas dimensiones de la vida en las que hasta ahora no pod¨ªan las personas ser libres.
Naturalmente que la m¨¢s vigente tabla de libertades, las que ofrece el socialismo, tendr¨¢ tambi¨¦n qu¨¦ modificarse y reajustarse a las nuevas realidades que vayan surgiendo en la sociedad. Porque si no lo hace, quedar¨¢ un d¨ªa tan vieja, inservible o peligrosa como lo es hoy la tabla de liberalismo, que se empe?¨® en quedarse esclerosada, y no s¨®lo por no aceptar ciertas nuevas libertades que se hablan convertido con el paso del tiempo en libertades antisociales.
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