Victoria triste del C¨¢diz sobre el Atl¨¦tico
Triste partido en C¨¢diz, donde el equipo local no hizo otra cosa de m¨¦rito que aprovechar dos de los enormes boquetes que dej¨® Cap¨®n en su defensa mientras estuvo en el campo hasta provocar su propia expulsi¨®n. En la segunda parte el Atl¨¦tico jug¨® durante m¨¢s de 35 minutos con nueve hombres y el C¨¢diz, pese a su superioridad num¨¦rica, fue incapaz de aumentar su ventaja.A pesar de su reciente empate en el Camp Nou, el C¨¢diz sali¨® a jugar contra el Atl¨¦tico a la contra, con un manifiesto complejo de inferioridad; dedic¨® a uno de sus hombres de la media, el juvenil Ram¨®n, al marcaje directo de Leal, y retras¨® a su delantero centro Quino a la media para formar as¨ª una barrera de protecci¨®n por delante de su defensa. En punta quedaban s¨®lo los dos extremos, Villalba y Ortigosa, con incorporaciones espor¨¢dicas de Ortega, Ib¨¢?ez o el propio Quino. El Atl¨¦tico, que sali¨® a jugar con tres hombres en punta, parec¨ªa destinado, a llevar la iniciativa y el mando del partido, pero no se decidi¨® a jug¨¢rsela. El joven central Ruiz se quedaba en la defensa, sin nadie a quien marcar, y de esta forma, el Atl¨¦tico contaba con dos l¨ªberos -¨¦l y Benegas- a cambio de ceder una pieza en el centro del campo.
Con Leal asfixiado por la tenaz compa?¨ªa de Ram¨®n y con Marcial y MarceIino movi¨¦ndose permanentemente entre tres contrarios -Quino, Ortega e Ib¨¢?ez- el Atl¨¦tico era incapaz de armar juego en la media y los tres puntas resultaban in¨²tiles. Por su parte, el C¨¢diz no mostraba ning¨²n inter¨¦s por abandonar sus precauciones y atacaba siempre con pocos hombres. El partido parec¨ªa destinado a un aburrido equilibrio de fuerzas y a una ausencia total de situaciones de emoci¨®n en las ¨¢reas, pero pronto apareci¨® el elemento desestabilizador: Cap¨®n. El veterano lateral tuvo quiz¨¢ los peores 45 minutos de su carrera; fue ante Villalba un coladero continuo, y cada bal¨®n que encauzaba el C¨¢diz por su banda se traduc¨ªa enjugada de peligro o en falta clamorosa. Lo fallos del defensa propiciaron dos tantos del equipo andaluz en la aburrida primera parte, y su desafortunada tarde qued¨® redondeada, poco antes del descanso, cuando provoc¨® su expulsi¨®n por una agresi¨®n tontorrona a Ortega delante mismo del ¨¢rbitro.
El Atl¨¦tico sali¨® en segundo tiempo con Alberto en el puesto de Aguilar. Marcelino, que hab¨ªa jugado de medio, se ten¨ªa que retrasar a la defensa, y la aparici¨®n de Alberto en el centro del campo trataba de dotar a esta zona del mando que le hab¨ªa faltado en la primera mitad. A los dos minutos de reanudado el juego el Atl¨¦tico se encontr¨®, casi sin quererlo, con un gol a la salida de un c¨®rner cedido tontamente desde medio campo por Villalba. El C¨¢diz, sin ninguna fe en s¨ª mismo, se cerr¨® a pesar de contar con un hombre m¨¢s de ventaja y el Atl¨¦tico realiz¨® un digno esfuerzo en busca de la igualada. Pero la suerte le volvi¨® la espalda, porque en pocos minutos agot¨® su segundo cambio -Rubio por Benegas, que cojeaba- y perdi¨® a Fraguas, que sufri¨® un corte largo y profundo en una pierna. Desde el minuto 57 tuvo que jugar el Atl¨¦tico con nueve hombres. Luis recompuso las l¨ªneas como pudo, con Marcial de l¨ªbero, Rubio y Cano en la punta y Leivinha en la media, pero la desventaja num¨¦rica era demasiado grande como para que el esfuerzo colectivo ofreciera alg¨²n fruto.
Durante esta segunda mitad, el C¨¢diz ofreci¨® una imagen lamentable. Echado atr¨¢s, medroso a pesar de los dos hombres de ventaja con que contaba, y fall¨®n en los contraataques, que fueron numerosos. Varias veces llegaron hasta el ¨¢rea de Reina con uno o dos delanteros m¨¢s que defensas ten¨ªa el Atl¨¦tico y fueron incomprensiblemente incapaces de marcar; un tiro al palo fue toda su renta en esa segunda parte. El partido lleg¨® a su final con el resultado de dos-uno, victoria sin gloria para el C¨¢diz y derrota n¨²mero doce del Atl¨¦tico en el campeonato.
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