"El hombre envidia la superior capacidad de placer sexual de la mujer"
La generalizada insatisfacci¨®n sexual de las mujeres espa?olas, el reconocimiento de que un porcentaje de mujeres superior al 30% ha tenido alguna relaci¨®n homosexual y la existencia de una profunda envidia del hombre a la superior capacidad de placer sexual de la mujer, son algunos de los hechos enunciados en la obra Informe sexual de la mujer espa?ola, del doctor Serrano Vic¨¦ns, que, editado por Ediciones Lyder, acaba de ver la luz p¨²blica.
Las mujeres espa?olas no est¨¢n satisfechas de su sexualidad ni agotan en absoluto sus posibilidades f¨ªsicas y ps¨ªquicas. ?Por qu¨¦ esa insatisfacci¨®n? ?La insatisfacci¨®n de la mujer tiene mucho que ver con el hombre -explica a EL PA?S el doctor Serrano Vic¨¦ns, investigador en el campo de la sexualidad femenina, autor de Informe sexual de la mujer espa?ola-. Porque el hombre no ha sido educado para tener con la mujer la misma delicadeza de trato y de comprensi¨®n que tiene otra mujer...?Quiz¨¢ en esta incapacidad de comprensi¨®n hacia lo femenino y su mundo radique la extensi¨®n de la homosexualidad femenina como fen¨®meno que hoy salta a las pantallas y los best-sellers. ?Para m¨ª ha sido muy satisfactorio cient¨ªficamente comprobar -prosigue el doctor Serrano Vicens- que las estad¨ªsticas que he obtenido concuerdan con las de la doctora Hite. Seg¨²n mi encuesta, el 32% de las mujeres espa?olas, antes de los 45 a?os ha tenido, en alguna ocasi¨®n, una relaci¨®n homosexual conducente a un orgasmo. Sin embargo, el porcentaje de mujeres que son exclusivamente homosexuales es mucho m¨¢s bajo que el de los hombres. S¨®lo siete mujeres de cada mil, un 0,7%, son completamente invertidas.?
Homosexualidad y envidia a la mujer
Las experiencias muestran que ?en la relaci¨®n homosexual, la mujer que la practica, siempre llega al orgasmo, no hay frigidez. Respecto a la diferencia entre las cifras de homosexualidad masculina y femenina, ambas tienen un significado biol¨®gico diferente. Pensemos que aunque el 75% de los hombres se hiciese homosexual, el 25% restante podr¨ªa fecundar a todas las mujeres, mientras que si la mitad de las mujeres fuesen invertidas totalmente, sin tener relaci¨®n alguna con el hombre, la natalidad descender¨ªa.La postura ante el hecho homosexual, sustentada por Serrano Vic¨¦ns es la de considerar que ?en todas las especies de la escala zool¨®gica hay individuos que adoptan un comportamiento homosexual. Pero sucede que en el nombre la sexualidad no es la mera reproducci¨®n sino que tiene una gran importancia ps¨ªquica y personal. El invertido, por el motivo que sea, debe ser tratado de un modo humano sin marginamiento alguno. Cuando la sociedad le margina, le insulta o le castiga, crea un esp¨ªritu defensivo y antisocial. La sociedad debiera dejar en paz a los homosexuales sin dar ninguna importancia a la opci¨®n sexual. Tan buen m¨¦dico, enfermera, arquitecto, maestro... puede ser una persona homosexual como otra que no lo sea?.
Al problema de la homosexualidad y la insatisfacci¨®n femenina no es ajena la grave cuesti¨®n de la cultura machista. ?El hombre siempre ha envidiado a la mujer. Freud mismo, cuando invent¨® lo de la envidia de la mujer al pene del hombre, estaba pensando con una mentalidad machista y hebrea. Lo cierto es que la mujer tiene mucha mayor capacidad de experimentar orgasmos. Se sabe que un 2% de las mujeres pueden obtener, de un modo natural y espont¨¢neo, m¨¢s de diez orgasmos consecutivos. Ante este hecho de la superior potencia sexual femenina, el hombre la insulta llam¨¢ndola ninf¨®mana, viciosa, etc¨¦tera. Todo lo que hay debajo de eso no es sino un orgullo varonil herido.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.