Las dudas de Junts ante Orriols

C¨®mo hacer frente a la ultraderecha local y cortarle las expectativas de avance electoral y pol¨ªtico se ha convertido en una de las principales preocupaciones de las derechas, tambi¨¦n en Catalu?a. Aqu¨ª eso es relativamente nuevo, pues con la desaparici¨®n del franquismo parec¨ªa que tambi¨¦n se hab¨ªa ido la ultraderecha. Ha resultado que no. Tenemos a Vox con el 12% de los votos en las ¨²ltimas elecciones legislativas, el 11% en las del Parlament, y los sondeos sobre intenci¨®n de voto se?alan una sostenida tendencia al alza. En las ¨²ltimas elecciones municipales, S¨ªlvia Orriols, la l¨ªder de un partido de ultraderecha independentista creado en 2020, Alian?a Catalana, logr¨® la alcald¨ªa de Ripoll. En las elecciones al Parlament obtuvo el 3,8% y dos esca?os.

La recomposici¨®n de la ultraderecha que hab¨ªa imperado en numerosos pa¨ªses europeos en las d¨¦cadas de 1930 y 1940 hasta el fin de la II Guerra Mundial y hasta 1977 en Espa?a, empez¨® antes en Francia, por poner el ejemplo m¨¢s destacado: Jean Marie Le Pen fund¨® el Frente Nacional en 1972, en 2002 obtuvo el 16% de los votos en las elecciones a la presidencia de la Rep¨²blica y su hija, Marine, alcanz¨® el 41% en las celebradas en 2022. Pero en Espa?a, la emergencia de Vox se produjo en las elecciones al Parlamento Europeo de 2014. En Italia, el postfascismo ha tenido un agitado ir y venir hasta que en 2022 una de sus ramificaciones ha logrado formar gobierno bajo el liderazgo de Giorgia Meloni. Para el pr¨®ximo domingo se augura un salto adelante electoral de la ultraderecha en Alemania.

Se trata en todos los casos de partidos nacionalistas, que cultivan el populismo conservador, simpatizan con el trumpismo y promueven el rechazo a la inmigraci¨®n de trabajadores extranjeros, muy particularmente a los de religi¨®n musulmana. La explotaci¨®n a fondo del fil¨®n xen¨®fobo amenaza con dejar cojos a sus rivales. El caso de Ripoll ha adquirido especial relevancia en Catalu?a por ser la primera ciudad en la que Alian?a Catalana alcanza la alcald¨ªa. Al PP le cost¨® d¨¦cadas lograr alguna alcald¨ªa de relieve en Catalu?a. Y solo est¨¢ en dos, Badalona y Castelldefels. Pero Orriols gan¨® en Ripoll a los dos a?os de fundar su partido. En las elecciones al Parlament, Alian?a Catalana alcanz¨® en 9% y el 7% de los votos en las provincias de Girona y Lleida, respectivamente. O sea, es un serio competidor por el flanco catal¨¢n para el PP, por el flanco derecho para Junts y por el flanco ultra para Vox.

La amenaza es particularmente inquietante para Junts, pero no solo para el partido independentista. Abundan los municipios como Ripoll, con porcentajes de poblaci¨®n extranjera en torno al 15%. El promedio en toda Catalu?a est¨¢ en el 17% pero en la ciudad de Barcelona es del 23%, en la de Girona del 20%, en Lleida del 21% y en Tarragona del 19%. Las idas y venidas de Junts acerca de si secundar una moci¨®n de censura de la izquierda para sustituir a Orriols en la alcald¨ªa de Ripoll indican las dudas en que se debate. ?Cord¨®n sanitario con las izquierdas para aislar a la ultraderecha? ?Enfrentamiento con la ultraderecha o colaboraci¨®n con ella para combatir a las izquierdas? Para Junts, es dif¨ªcil distinguir que es lo malo y qu¨¦ lo peor, pero de momento la indefinici¨®n mantiene a Orriols.