Raymond Barre: "No ganar¨¢ la derecha ni la izquierda"
Cuando los partidos integrantes de la Uni¨®n de Izquierda francesa -Socialista, Comunista y Radical de Izquierda- parec¨ªan haber establecido un ?pacto de silencio? sobre sus diferencias en torno a la interpretaci¨®n del Programa Com¨²n, las declaraciones del dirigente radical Robert Fabre, declar¨¢ndose contrario a posibles nuevas nacionalizaciones, han reabierto la discusi¨®n.Los comunistas desconf¨ªan, por otra parte, del retorno pol¨ªtico del ex primer ministro Pierre Mendes France quien, a trav¨¦s de unas declaraciones a la radio y una entrevista con el semanario Nouvel Observateur, ha pasado a ocupar un papel relevante en estos ¨²ltimos d¨ªas de batalla electoral.
En un art¨ªculo publicado ayer en el diario comunista L'Humanit¨¦ Georges Marchais recuerda la ambig¨¹edad de las alianzas mantenidas en el pasado por el viejo pol¨ªtico, hoy aparentemente alineado junto a Mitterrand. El art¨ªculo deja traslucir la sospecha comunista, que no manifiestan por primera vez, de que sus aliados socialistas guarden para despu¨¦s de las elecciones una estrategia que alejar¨ªa del poder a los comunistas, en la que tendr¨ªa sentido la ?b¨²squeda de un hombre -milagro ?, que podr¨ªa ser Mendes France.
Con Barre, en la campa?a
EL PAIS: ?Qu¨¦ va a ocurrir si gana la oposici¨®n de izquierdas?
Raymond Barre: La izquierda no ganar¨¢, creo yo.
EL PAIS: ?Y qu¨¦ suceder¨¢ si la victoria es p1ra la derecha, teniendo en cuenta que medio pa¨ªs aproximadamente va a votar por la izquierda?
R. B.: No es la derecha la que va a ganar.
EL PAIS: Digamos, entonces, la mayor¨ªa presidencial.
R. B.: Eso es. La mayor¨ªa presidencial aplicar¨¢ la pol¨ªtica de enderezamiento econ¨®mico que yo expuse en el ?programa de Blois?. No tiene usted m¨¢s que leerlo.
EL PAIS: Teniendo en cuenta que el Partido Comunista representa, en Francia, el 20% del electorado y que, seg¨²n sus estad¨ªsticas, crece de manera continua, y, por otra parte, a la vista de la exclusi¨®n radical que usted hace del PCF como fuerza democr¨¢tica, ?podr¨ªa decirse que es usted contrario dela alternancia?
R. B.: Yo soy partidario de la alternancia, pero la rechazo si la alternancia equivale a un suicidio individual y a un suicidio colectivo.
EL PAIS: ?C¨®mo es posible que tras veinte a?os de poder la mayor¨ªa actual haya colocado a la izquierda al borde del poder?
R. B.: ?Hummm?
El primer ministro puso fin al mano a mano vertiginoso con el periodista con un gesto de molestia o de inquietud.
Fue al final de su discurso en el cine Majestic, ante unas cuatrocientas personas, cuando Barre habl¨® brevemente para EL PAIS.
Poco antes, en Cherbourg, le hab¨ªan colocado petardos bajo el coche. En Saint Lo las precauciones fueron mayores. Mientras Barre desarrolla sus argumentos contra el colectivismo, ?que desbaratar¨¢ veinte a?os de esfuerzo?, en la calle, una muralla de vallas, custodiadas por la polic¨ªa, conten¨ªa a otro medio millar de obreros.
Los altavoces retransmiten: ?La esperanza de Francia: el programa de Blois?, al tiempo que, por medio de un meg¨¢fono, el portavoz de la oposici¨®n recita las reivindicaciones coreadas por gritos hostiles al primer ministro: ?En 1970 hab¨ªa 10.000 parados, hoy hay mill¨®n y medio.?
Terminado el acto, Barre surc¨® la sala tendiendo la mano. Sonriendo con dificultad, sus admiradores de Saint Lo tampoco se sent¨ªan c¨®modos. Al llegar a la calle, uno de sus acompa?antes lanz¨® el eslogan: ?Barre, confianza que fue coreado algunos segundos. Y el primer ministro desapareci¨®, Otro periodista de la regi¨®n resumi¨®: ? Lo que ha visto usted es la Francia dividida en dos: la una en la calle, la otra en el cine.?
Son las nueve de la noche en Caen, 120.000 habitantes, capital del c¨¦lebre Calvados, el aguardiente m¨¢s agradecido tras un ¨¢gape de gourmet. En esta regi¨®n, la mayor¨ªa gubernamental cuenta con once diputados salientes, contra los dos de la oposici¨®n. Es un coto de la derecha. En el centro de la ciudad un grupo de clientes no sabe que a las nueve de la noche, en el Palacio de los Deportes, va a hablar el primer ministro.
Se calculan m¨¢s de 2.000 personas, maduras en mayor¨ªa. El ambiente est¨¢ caldeado y la sala salta cuando aparece el primer ministro.
Asimismo, Barre reiter¨® los ataques constantes de su ?campa?a nacional? contra la oposici¨®n y, m¨¢s feroces a¨²n, contra el l¨ªder socialista, Francois Mitterrand: ?Ha repetido la historia del doctor Fausto, que se vendi¨® al diablo.? Pero su apolog¨ªa contra la izquierda la resume insistentemente en pocas palabras: ?Hay que evitarle a Francia la impotencia gubernamental, hay que evitar el empobrecimiento de todos los franceses, hay que evitar nos quedemos sin pol¨ªtica extranjera, hay que evitar la politizaci¨®n generalizada.?
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