Trece abogados, sobre los sucesos de Carabanchel
Los abajo firmantes, abogados defensores de presos, ante la trascendencia de los hechos ocurridos en Carabanchel, y la interrupci¨®n por la polic¨ªa de una rueda de prensa en que se iba a informar sobre ellos, consideramos nuestro deber dirigirnos a usted a prop¨®sito de una serie de cuestiones que la opini¨®n p¨²blica ha de conocer y valorar.La verdadera gravedad de los hechos, que han provocado la muerte del preso Agust¨ªn Rueda, est¨¢ en que seguramente, de no haberse producido su fatal resultado, no habr¨ªan llegado a conocerse nunca. Los malos tratos a los presos, entre otros males de nuestras c¨¢rceles, no son un hecho infrecuente y, sin embargo, rara vez se denuncian y castigan p¨²blicamente. En el caso concreto de Carabanchel, los presos ven¨ªan quej¨¢ndose desde hace algunas semanas de sufrir amenazas y coacciones, precisamente desde que sus compa?eros m¨¢s reivindicativos fueron trasladados a otras prisiones a finales del mes de enero. Esta es una fecha clave, por lo que vamos a explicar.
La principal preocupaci¨®n del actual director general de Instituciones Penitenciarias, cuando tom¨® posesi¨®n en diciembre de 1977, era evitar lo que se anunciaba como unas Navidadesviolentas en las c¨¢rceles. Para ello, su primeta y fundamental medida fue sentarse en una misma mesa a dialogar con algunos de nosotros y con los representantes de esa Asociaci¨®n de Familiares de, Presos, que ahora se califica de ilegal por el Ministerio del Interior. El director general se comprometi¨® de palabra a una serie de medidas favorables para los presos, que habr¨ªan de ponerse en pr¨¢ctica en el plazo aproximado de un mes. Pasadas las Navidades, y cumplido con creces aquel t¨¦rmino, las medidas segu¨ªan sin tomarse, por lo que abandonamos las conversaciones; poco despu¨¦s tambi¨¦n se ir¨ªan los representantes de la asociaci¨®n. Algunos de ¨¦stos est¨¢n detenidos en el momento de redactarse estas l¨ªneas, tras la intervenci¨®n policial en la sede de la misma, que se ha producido adem¨¢s -dig¨¢moslo tambi¨¦n- sin hacer valer ning¨²n tipo de mandamientojudicial.
Cuanao las conversaciones con el director general empezaron a naufragar, ¨¦ste tom¨® las tres disposiciones siguientes: traslad¨® a los presos m¨¢s combativos al Dueso, decret¨® un estado de excepci¨®n sui generis de dos meses de duraci¨®n para todas las prisiones -mediante circular de 3 de febrero enviada a todos los directores- y ocup¨® los asientos en torno a su mesa con unos expertos para la reforma penitenciaria, que ¨¦l se busc¨®. Entre ¨¦stos hab¨ªa -y hay- varios compa?eros nuestros, ninguno de los cuales se dedica habitualmente a defender presos, y a los que se dirigi¨® por mediaci¨®n del decano del Colegio de Abogados de Madrid.
En relaci¨®n con el Colegio queremos manifestar abiertamente nuestra extra?eza por el hecho de que ni ¨¦ste ni el Consejo General de la Abogac¨ªa se hayan pronunciado de manera p¨²blica sobre el problema de las c¨¢rceles, cuando ya llevamos dos a?os de conflictos que tienen seriamente preocupada a la sociedad espa?ola. Su silencio nos preocupa tambi¨¦n como profesionales que encuentran toda clase de trabas para el desempe?o de su misi¨®n de defensa, desde las dificultades para localizar y asistir a nuestros defendidos, que son trasladados arbitrariamente una y otra vez de c¨¢rcel en c¨¢rcel, con el m¨¢s absoluto desprecio de las normas en vigor, hasta el enfrentamiento cotidiano con unas estructuras burocr¨¢ticas demasiado acostumbradas a tratar al abogado del preso como a una persona con la que ninguna consideraci¨®n es precisa, o incluso como a un enemigo.
Para terminar, no podemos dejar de se?alar que los nombres de algunos funcionarios implicados en la muerte de Agust¨ªn Rueda ya se recog¨ªan en varias de las denuncias por malos tratos, que tanto nosotros como nuestros clientes presentamos durante el a?o pasado. Que nosotros sepamos, ninguna de aquellas denuncias termin¨® en nada. Varias de ellas se acumularon en una colectiva presentada ante la Fiscal¨ªa de la Audiencia de Madrid, pero no dio origen a un proceso concreto. Y no hubo nada. Seguramente por falta de pruebas.
Angela Cerrillos, Pilar Fern¨¢ndez, Luis Figueroa, Jos¨¦ Luis Gal¨¢n, Ines Garc¨ªa, Willy G¨¹hl, Manuel Hern¨¢ndez, Mar¨ªa del Rosario Macho, Gonzalo Mart¨ªnez-Fresneda, Javier Rold¨¢n, Ana Isabel Silva, Gerardo Viada.
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