Wayang
Para los antiguos moradores de las islas de Java y Bali, la palabra Wayang significaba, escueta y literalmente, sombra. Con el tiempo, y por extensi¨®n o antonomasia, vino la voz originaria a identificarse con el espect¨¢culo integral que de ella naciera: el Teatro de las sombras. A prop¨®sito de la representaci¨®n que de tan singular arte dram¨¢tico va a desarrollarse en el escenario del Centro Cultural de la Villa de Madrid, han tenido el acierto sus mentores de montar una exposici¨®n con las m¨¢scaras y siluetas horadadas que le sirven de veh¨ªculo expresivo; m¨¢scaras y siluetas debidas a un at¨¢vico menester artesanal y destinadas a la admirable e improductiva labor -valga la paradoja- de producir sombras.
Wayang
Centro Cultural de la Villa de Madrid. Plaza de Col¨®n.
Met¨¢fora ejemplar de la vida misma (cuyo acaecer transcurre, de acuerdo con el libro sagrado, como el paso de las naves, de las nubes, de las sombras ...),el Wayang funciona a tenor de un elemental procedimiento que, pese a lo rudimentario de su mecanismo, no deja de suponer un precedente del cinemat¨®grafo. Al margen de su compleja simbolog¨ªa, tres son los elementos b¨¢sicos de la representaci¨®n: el dalang, o maestro marionetista, que instrumenta y manipula las siluetas; el kelir, o pantalla en que se proyectan sus sombras, y una l¨¢mpara de aceite, llamada blancong, que act¨²a como foco proyector. El resto se anima con un conjunto de instrumentos musicales, un solista y un coro, en cuyo buen concierto se urde el relato y se consuma el espect¨¢culo integral l¨ªneas arriba sugerido.
Desde el punto de vista pl¨¢stico (motivo de mi comentario y objeto de la exposici¨®n aqu¨ª y ahora comentada), cabe destacar, ante todo, el car¨¢cter eminentemente popular de estas siluetas primorosamente caladas y festoneadas que constituyen el elemento clave del Wayang, verdadera fiesta nacional de Indonesia. Estampas y siluetas minuciosamente recortadas, horadadas y alumbradas merced a los m¨¢s variados materiales: piel de b¨²falo, madera, metal, cart¨®n, telas ornamentadas mediante la t¨¦cnica del batik... y colores a raudales para gala e incremento del total de la representaci¨®n.
Proceden las piezas de tres colecciones (la del Museo de Wayang, de Yacarta; la de Jacques Brunet, de Par¨ªs, y la de nuestro Juan Ram¨ªrez de Lucas), vi¨¦ndose complementado el conjunto con una peque?a maqueta en la que puede apreciarse la organizaci¨®n esc¨¦nica y orquestal, con la disposici¨®n lit¨²rgica de los m¨²sicos y la. ex¨®tica peculiaridad de los instrumentos. Encantadora exposici¨®n, presentada por vez primera en Madrid y suficientemente aleccionadora a la hora de comprobar c¨®mo el sentimiento barroco, de que tanto nos pagamos por estas latitudes, ah¨ªnca su origen m¨¢s genuino en otras civilizaciones harto m¨¢s distantes y desconocidas o desde?adas.
Babelia
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