El Premio Ja¨¦n de piano qued¨® desierto

Un jurado internacional presidido por el pianista y compositor espa?ol Javier Alfonso declar¨® desierto el primer premio, dotado por la Direcci¨®n General de la M¨²sica con 120.000 pesetas, en la veintid¨®s edici¨®n del Premio Ja¨¦n de piano, que organiza el Instituto de Estudios Jiennenses. El jurado decidi¨®, a la vista de la calidad de algunos participantes, conceder dos segundos y dos terceros premios, que recayeron en las pianistas japonesas Chiyoko Kuroda y Nana Hamaguchi, y en los pianistas Luis V¨¢zquez del Fresno, espa?ol, y Johannes Bosch, alem¨¢n, respectivamente.El fallo del jurado ha sido justo porque, al igual que en el Reina Sof¨ªa, tampoco hubo en Ja¨¦n un pianista que descollase netamente de los dem¨¢s, que se impusiera por su perfecci¨®n t¨¦cnica o su hondura interpretativa. Si acaso la japonesa Nana Hamaguchi -siempre los pianistas nipones en primera l¨ªnea- mostr¨® virtudes que la hicieron acreedora al triunfo final. La Hamaguchi, formada en Tokio junto a la gran Kazuko Yasukawa, y ahora en Par¨ªs con VIado Perlemuter, toc¨® con gusto exquisito la m¨²sica francesa, Debussy, Ravel, Messiaen, y se mostr¨® a un nivel muy alto, con precioso sonido, en Beethoven, Alb¨¦niz y Chopin.

Fue, sin embargo, su compatriota Chiyoko Kuroda quien se llev¨® el Premio Azen a la mejor interpretaci¨®n de m¨²sica espa?ola, por su vibrante versi¨®n de El Albaic¨ªn, de Alb¨¦niz. Kuroda reside actualmente en Alemania, donde ampl¨ªa estudios en la Staatlichen Hoschschule f¨¹r Musik, de Freiburg im Breisgau. El sonido de esta joven japonesa no es tan bonito como el de Hamaguchi, pero su musicalidad es grande y, sobre todo, su temperamento parece mayor.

En cuanto a los dos pianistas galardonados con el tercer premio, el asturiano V¨¢zquez del Fresno, formado en Madrid con Carra y Baciero, dio una concepci¨®n correcta de las obras grandes, manifestando un efusivo temperamento que comunica. Hay en ¨¦l peque?as desigualdades en el fraseo que no llegan a interferir la buena l¨ªnea general. Lo mejor, las Estampas, de Debussy, dichas con toda la gracia y el embrujo que encierran.

El alem¨¢n Johannes Bosch dej¨® sentir en todo momento una fuerte, casi desconcertante, personalidad pian¨ªstica. Junto a geniales aciertos interpretativos en la Sonata n?. 8 de Prokofieff o en la extensa Sonata en la mayor, de Schubert, asomaron enormes debilidades t¨¦cnicas en el Vals Mefisto, de Liszt, y una absoluta falta de criterio y direcci¨®n en la m¨²sica espa?ola. S¨ª acierta con un buen maestro que sepa encauzar sus posibilidades, puede ser Bosch una figura del piano en la l¨ªnea de Wilhelm Kempf.

El Premio Ja¨¦n ha alcanzado su vigesimosegunda edici¨®n.