Vicente Soto: "M¨¢s de veinte a?os en Londres han marcado ni obra Literaria"
Vicente Soto, el escritor valenciano que en 1966 obtuvo el premio Nadal con su novela La zancada ha vuelto por muy pocos d¨ªas de Londres, donde reside, para participar en el programa Los escritores, de Televisi¨®n Espa?ola. Desde Inglaterra Vicente Soto ha seguido publicando novelas y cuentos que certifican su calidad de narrador.
El gallo rojo; Bernard, uno que volaba; Casicuentos de Londres y Cuentos del tiempo de nunca acabar (este es su ¨²ltimo libro) son algunas de las obras que ha ido elaborando Vicente Soto en su exilio londinense. El secreto de la vitalidad de su narrativa es la continuidad en el trabajo. ?Creo que es indispensable un sistema y que el precio de no tenerlo es no hacer nada. Estimo que es necesaria la profesionalizaci¨®n del escritor. Quiz¨¢ las cosas m¨¢s importantes de la literatura de cada uno provenga del hecho de que uno trabaje, por ejemplo, de cuatro de la madrugada a las ocho de la ma?ana. Bernard, uno que volaba lo escrib¨ª yo a esas horas.??La falta de sistema lleva consigo el peligro de no escribir, porque la vida de los temas es ef¨ªmera. Una obra a medio terminar es como cualquier empresa mal acabada.? Vicente Soto usa sus m¨¦todos literarios para eliminar una complejidad que le es connatural y que en sus libros desaparece bajo un cierto sentido del humor, ?t¨ªpico del pesimista. El m¨ªo no es el buen humor del optimista?. En Vicente Soto se ha dado ?un esfuerzo denodado por lograr la simplicidad?. ?Cada d¨ªa estoy m¨¢s persuadido de que el escritor es tanto m¨¢s ret¨®rico cuanto m¨¢s inexperto. La gran lecci¨®n en arte y literatura es el hallazgo de la sencillez. El lector puede pensar que cuando un personaje dice cosas demasiado coloquiales, eso no le cuesta esfuerzo al escritor. No se da cuenta de que lo dif¨ªcil es realmente transmitir el lenguaje del hombre vivo y aprovechar el estado de cachondez espiritual que es preciso para darle una salida racional a lo que surja del sistema que yo defiendo.?
Vicente Soto lleva veinticuatro a?os viviendo en Londres. ?Este ha sido un hecho tremendo en mi vida. La expatriaci¨®n fue impuesta por las circunstancias. Fui un personaje de los que perdi¨® la guerra pero que no hizo bandera de ello. Tampoco hago bandera de ello ahora, cuando surge en Espa?a una verdadera nube de lo que yo llamo izquierchistas, que antes no se opon¨ªan a nada y que ahora resulta que fueron dem¨®cratas de toda la vida.??En Londres -dice Vicente Soto- he pagado el precio del que se va de su tierra y no gana la ajena. Ha sido especialmente grave la expatriaci¨®n porque Londres es un sitio totalmente antit¨¦tico con respecto a cualquier poblaci¨®n espa?ola, desde el punto de vista vital y psicol¨®gico. En La zancada queda expresada esa experiencia. Toda esa empresa de a?oranza del pasado, a trav¨¦s del tiempo, no pod¨ªa intentarla sin haberme ido de Espa?a. Siempre ha habido la obsesi¨®n por evidenciar el contraste. El gallo negro, por ejemplo, est¨¢ lleno de sol y de colorido. Un contraste que necesitaba despu¨¦s de haber escrito Bernard, uno que volaba, donde est¨¢ presente de manera insistente el clima de Londres.?
En su pr¨®xima novela Vicente Soto tratar¨¢ el tema de la libertad. ?Ser¨¢ un libro en el que se proteste contra los que tratan de asimilar la libertad a la bandera de un partido pol¨ªtico concreto. Aunque sea una novela que tendr¨¢ que tocar aspectos pol¨ªticos ser¨¢ apol¨ªtica. Se trata de una denuncia contra los numerosos arribistas que explotan el fil¨®n pol¨ªtico del momento en busca de un mercado literario de ocasi¨®n ?. A pesar de que en esta ocasi¨®n la obra de Soto tendr¨¢ ese car¨¢cter inmediato, quien conozca su literatura no puede dudar de que su obra ser¨¢ una nueva reflexi¨®n sobre la condici¨®n humana de alguien que lleva m¨¢s de veinte a?os expatriado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.