"Franco mantuvo siempre vivo el clima de guerra civil en Espa?a"
Pedro Sainz Rodr¨ªguez abandon¨® el Gobierno del general Franco. cuando se lo propuso. ?Yo le dije que dimitir¨ªa cuando se firmara el ¨²ltimo parte de guerra. As¨ª lo hice. Desde entonces no volv¨ª a tener contacto alguno con ¨¦l. Al rev¨¦s, siempre he sido un hombre de oposici¨®n.? Durante la guerra le rindi¨® servicios destacados al caudillo. ?En el libro cuento algunas novedades que a los historiadores les van a interesar. Fui testigo de la entrevista Franco-Sanjurjo y narro esa entrevista decisiva. Tambi¨¦n publico el documento en el que se concreta el pacto entre Falange y los mon¨¢rquicos. Describo las gestiones que se hicieron para alcanzar la ayuda de Italia y, en concreto, cito una de esas gestiones, que hice yo personalmente. Asimismo, revelo la oferta que hicieron los alemanes por mi intermedio a don Juan de Borb¨®n. Le dec¨ªan que estaban dispuestos a derrocar a Franco para situarle a ¨¦l en el poder.???C¨®mo reaccion¨® don Juan?? Pedro Sainz Rodr¨ªguez, que va a cumplir ochenta a?os, sonr¨ªe, con el buen humor que no abandona durante la conversaci¨®n, que ¨¦l comanda en un sal¨®n repleto de libros de su casa de Madrid. ?Dir¨¢ usted c¨®mo reaccion¨¦ yo. A don Juan no hac¨ªa falta traspasarle ese recado porque ¨¦l jam¨¢s hubiera aceptado venir al trono impuesto por un poder extranjero.?
A su etapa en el Gobierno de Franco, Pedro Sainz Rodr¨ªguez le da el car¨¢cter de ?servicio nacional?, que acab¨® en cuanto los objetivos de la guerra hab¨ªan terminado. Despu¨¦s, ?en vez de producirse en el pa¨ªs un ambiente de convivencia, Franco mantuvo vivo el clima moral de la guerra civil. Se sojuzg¨® a la gente y se depur¨® a los que no compart¨ªan las tesis del poder. Los desfiles de la victoria recordaban cada a?o a los vencidos que ellos hab¨ªan sido derrotados?.
Pedro Sainz Rodr¨ªguez habl¨® con el dictador, mientras fue ministro, con la misma parsimonia que usa ahora para contar su vida. ?Nunca tuve enfrentamientos con ¨¦l, nunca hubo entre nosotros una sola palabra desagradable. Yo no romp¨ª con ¨¦l. Cumpl¨ª un pacto, y al acabar la guerra ya no tuve nada que hacer a su lado. Prueba de ello es que, pudiendo haber vivido en Espa?a, me march¨¦ a Portugal, y all¨ª viv¨ª treinta a?os de mi vida, hasta que, en 1969, volv¨ª a la Complutense. No, no era un exiliado, sino un residente. Mi patria va conmigo. Mi patriotismo no es geol¨®gico, no necesito mirar la sierra de Gredos o comer las jud¨ªas de La Granja para sentirme en mi Patria, que, en definitiva, son mis libros y mi memoria.
Pedro Sainz Rodr¨ªguez es un hombre de amplia memoria que se resiste a repetir los conceptos que utilizando esa facultad suya, ha publicado en su libro. ?Si quiere que le describa el rasgo principal del car¨¢cter de Franco, le dir¨ªa que era desconfiado hasta de sus zapatos. No s¨¦ si por eso se mantuvo en el poder. El se mantuvo en el mando por azar. Es sabido que un jinete no se mantiene siempre en el caballo por sus propias cualidades, sino por las cualidades del caballo. Hay que aceptar que el pueblo espa?ol fue un caballo bastante d¨®cil. Pero yo no le echar¨ªa la culpa. No ha habido una aut¨¦ntica oposici¨®n pol¨ªtica que cuestionara el r¨¦gimen de Franco. Ha habido, simplemente, fisuras en el mismo ¨¢mbito.?
"Don Juan, personaje esencial"
Franco es, en cualquier caso, un amplio cap¨ªtulo con el que termina el libro de Pedro Sainz Rodr¨ªguez. Alfonso XIII es el otro personaje principal. Don Juan de Borb¨®n queda para el pr¨®ximo libro del profesor Sainz Rodr¨ªguez. Don Juan Carlos I aparece desde que era un ni?o ?y me cautiv¨® por una serie de cualidades que describo en mi libro. Yo a don Juan Carlos le quiero como si fuera de mi familia. De don Juan no me gustar¨ªa hablar ahora, porque para analizar su figura hay que trazar un pensamiento muy amplio. El ha llenado un hueco esencial en la historia de Espa?a?.
El libro que Pedro Sainz Rodr¨ªguez prepara sobre el padre del Rey se llamar¨¢ Un reinado en la sombra. Ahora, el Rey de Pedro Sainz Rodr¨ªguez es el hijo del hombre cuya importancia ¨¦l subraya.
?Siempre acat¨¦ todos los actos de don Juan, hasta que dej¨® de ser mi Rey, oficialmente y por su propia voluntad. De mi libro espero que salga retratada con justeza su personalidad.?
La admiraci¨®n que Pedro Sainz Rodriguez siente por estas dos fitguras de la Monarqu¨ªa espa?ola no se convierte en fanatismo con respecto a la instituci¨®n de la que se habla como sistema pol¨ªtico. ?No soy un fan¨¢tico de ning¨²n partido pol¨ªtico. Los sistemas pol¨ªticos se dividen en buenos y peores y todos ellos cumplen una funci¨®n hist¨®rica. Soy mon¨¢rquico en modo abstracto. Creo que la Monarqu¨ªa es el menos malo de los reg¨ªmenes que se pueden tener en Espa?a. Estoy seguro de que si no hubiera habido un Rey al frente de la transici¨®n posiblemente hubi¨¦ramos tenido una revoluci¨®n desenfrenada.?
?Por otra parte, dice Pedro Sainz Rodr¨ªguez, piense que hoy en d¨ªa todos los pa¨ªses del mundo occidental donde hay dictaduras los sistemas pol¨ªticos se llaman rep¨²blicas y en aquellos donde reina un monarca florece el socialismo. No se por qu¨¦ se produce ese tab¨² est¨²pido de considerar que socialismo y Monarqu¨ªa tienen que re?ir. El error de Franco, para volver a ¨¦l, es que no le dio nunca la gana de reinstaurar la Monarqu¨ªa. Nunca tuvo ideas pol¨ªticas, estaba obsesionado por la perduraci¨®n de su poder personal y se olvid¨® de esa importante misi¨®n.?
La Iglesia y el Ej¨¦rcito, claves del porvenir
Pedro Sainz Rodr¨ªguez tiene en su casa un centro de espiritualidad al que acuden especialistas de todo el mundo. La gastronom¨ªa sigue siendo un inter¨¦s y una pasi¨®n. Sus recuerdos de diputado constituyente est¨¢n presentes en la conversaci¨®n como una an¨¦cdota m¨¢s de una vida a la que ¨¦l resta importancia, pero que seg¨²n todos los indicios que da, ha sido feliz ?aunque feliz nunca es nadie del todo. Pero, s¨ª, tengo buena salud, mis ideales se han visto cumplidos y aqu¨¦llos que todav¨ªa no han sido cumplidos van camino de serlo. El ¨²nico remordimiento que tengo, dentro de estas parcelas de felicidad, es no haber publicado tres o cuatro libros que me quedan pendientes y que seguramente la muerte no me dejar¨¢ terminar?.
El profesor Sainz Rodr¨ªguez cree que los hechos m¨¢s trascendentales de la vida espa?ola actual son el cambio de actitud de la Iglesia con respecto a su participaci¨®n en la pol¨ªtica, participaci¨®n que ahora rechaza incluso la jerarqu¨ªa, y la nueva disposici¨®n del Ej¨¦rcito a inhibirse de la pol¨ªtica. ?La actitud de la Iglesia hace desaparecer las razones de? anticiericalismo soez que sufrimos durante la Rep¨²blica, cuando los republicanos eran antimon¨¢rquicos simplemente porque estaban convencidos de que la Monarqu¨ªa era clerical.?
?Yo soy un cat¨®lico europeo, tolerante y liberal. Todo lo que ha sido catolicismo de otro signo me ha irritado igual que el anticlericalismo soez del que habl¨¢bamos.?
En la portada de Testimonio y recuerdos el editor de Pedro Sainz Rodr¨ªguez ha entresacado esta frase del autor: ?He sido siempre conspirador contestatario y me he puesto enfrente de toda tiran¨ªa y de todo poder personal.? ?Ni me acordaba de haber escrito esas palabras?, dice ahora el profesor Sainz Rodr¨ªguez. ?Lo que soy en verdad es un hombre independiente que al final de su vida puede tener el orgullo de no haber dicho jam¨¢s aquello que no pensaba y que nunca ha adulado a nadie. Estuve en el poder pero lo abandon¨¦ pronto y mi obsesi¨®n fue mantener mis ideas sin necesidad de figurar en esa instituci¨®n. Yo no me met¨ª en el poder. El poder se meti¨® en m¨ª. Cuando Berenguer quiso nombrarme ministro pude huir a Am¨¦rica. Cuando me lo propuso Franco no pod¨ªa negarme pero lo dej¨¦ en cuanto me fue preciso.?
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