El gaulismo critica con severidad los planes de gobierno de Giscard
El presidente del movimiento gaullista RPR (Uni¨®n por la Rep¨²blica), Jacques Chirac, sin las ambig¨¹edades que antes de las elecciones legislativas impon¨ªa el peligro de la oposici¨®n de izquierda, se ha distanciado m¨¢s a¨²n del presidente de la Rep¨²blica, Valery Giscard d'Estaing. En un congreso extraordinario, el domingo ¨²ltimo, elimin¨® de las instancias dirigentes del RPR a los ministros gaullistas, al presidente de la Asamblea Nacional, Jacques Chaban Delmas, y tambi¨¦n critic¨® los proyectos y orientaciones de la pol¨ªtica presidencial directa y severamente.
Muy probablemente la historia dir¨¢ un d¨ªa que el gaullismo, nacido como fuerza pol¨ªtica tras la segunda guerra mundial, sufri¨® su primer golpe rudo en 1965, cuando el general Charles de Gaulle fue puesto en entredicho por el hoy l¨ªder socialista, Fran?ois Mitterrand, al impedirle ganar las presidenciales en la primera vuelta, es decir, haci¨¦ndole ver al general que el pueblo franc¨¦s no le conced¨ªa el plebiscito que necesitaba para ejercer lo que ¨¦l llamaba la democracia directa.El segundo golpe le fue propinado al movimiento gaullista en mayo de 1968: las barricadas no hicieron m¨¢s que precipitar la ca¨ªda del fundador de la V Rep¨²blica, que perdi¨® el refer¨¦ndum hist¨®rico un a?o escaso m¨¢s tarde.
La muerte dram¨¢tica del presidente Pompidou fue el tercer hachazo. En efecto, en 1974, con la elecci¨®n del se?or Giscard d'Estaing, el gaullismo perdi¨® la presidencia de la Rep¨²blica. En 1976, tras el divorcio entre el presidente y el que hab¨ªa sido hasta entonces su primer ministro, se?or Chirac, el gaullismo perdi¨® la jefatura del Gobierno. Finalmente, en las recientes elecciones legislativas dej¨® en el camino veinte diputados, lo que no le impide a¨²n continuar siendo el grupo m¨¢s numeroso de la Asamblea Nacional.
La ¨²ltima batalla desfavorable para los gaullistas sobrevino la semana ¨²ltima, cuando el candidato ?submarino? del giscardismo a la presidencia de la Asamblea Nacional, el se?or Chaban Delm¨¢s, venci¨® al representante gaullista, Edgar Faure, y la ¨²ltima peripecia de la guerra Chirac-Giscard hay que situarla en esta trayectoria que revela la historia reciente para comprender el tono y las medidas dr¨¢sticas del se?or Chirac, en el congreso de su movimiento, el domingo ¨²ltimo, contra el presidente de la Rep¨²blica: eliminar a los ministros gaullistas que, como tales, colaboran directamente con el se?or Giscard, de igual manera que al se?or Chaban Delmas, y criticar de la forma m¨¢s vigorosa los proyectos presidenciales. El se?or Chirac denunci¨® la intenci¨®n del presidente de elaborar una pol¨ªtica de alianza con los socialistas que destruir¨ªa al gaullismo, de igual manera que le advirti¨® sobre el apoyo ?s¨®lo condicional? que el RPR le prestar¨ªa al Gobierno, es decir, que ser¨ªa necesario, seg¨²n los gaullistas, no esperar de ellos ni un solo paso en direcci¨®n al atlantismo o de la pol¨ªtica de integraci¨®n europea que parece ser determinante en la pol¨ªtica giscardiana.
?Qu¨¦ proporciones alcanzar¨¢n los destrozos de la guerra entre los dos l¨ªderes de la mayor¨ªa, en esta ¨¦poca de bonanza, al desaparecer la amenaza de la oposici¨®n de izquierdas? En el seno del giscardismo se supone que el se?or Chirac ya est¨¢ preparando las elecciones presidenciales de 1981 con objeto de recuperar lo perdido, es decir, la presidencia de la Rep¨²blica
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