La nueva carta de Moro agita al mundo pol¨ªtico italiano
Hay una nueva carta de Aldo Moro a su familia, terrible y sumamente dram¨¢tica. Es todo lo que se sabe de cierto despu¨¦s del fin de semana m¨¢s agitado que se conoce desde que fue secuestrado el presidente de la Democracia Cristiana de Italia, hoy hace veintis¨¦is d¨ªas. S¨®lo que en esta ocasi¨®n el contenido de la carta permanece secreto; un secreto celosamente guardado al cabo de 48 horas. Su importancia hay que colegirla, por tanto, de un viaje rel¨¢mpago del ministro de Interior a Berna, donde se entrevist¨® con sus colegas de Austria, Suiza y la Rep¨²blica Federal de Alemania.
Del mensaje, recibido ya avanzada la tarde del s¨¢bado, seg¨²n se ha sabido despu¨¦s, quienes lo han le¨ªdo han hecho estos comentarios: el comisario Emanuelle de Francisco, ?una carta grave?; el subsecretario del Interior, Nicala Lettieri: ?llam¨¦moslo as¨ª, un ultim¨¢tum?; el m¨¦dico de cabecera de los Moro: ?la ruptura psicof¨ªsica del reh¨¦n?. Alguien, que ha preferido permanecer en el anonimato, ha dicho que Aldo Moro insiste ?en t¨¦rminos casi obsesivos? en el canje de prisioneros como ¨²nico medio de salvar la propia vida. Y que la carta concluye con estas palabras: ?Actuad pronto; si no, mi muerte pesar¨¢ sobre vuestras conciencias.?El secreto, por lo dem¨¢s, ha provocado mil y una conjeturas. Los peri¨®dicos m¨¢s solventes barajan, entre todas ellas, las siguientes:
1. Las Brigadas Rojas exigen la dimisi¨®n del presidente de la Rep¨²blica, Giovanni Leone, y de todo el Gobierno.
2. Quieren que se reparta entre los pobres alimentos por valor de 6.000 millones de pesetas.
3. Pretenden canjear al se?or Moro por el abogado alem¨¢n Klaus Croissant, defensor de la banda Baader-Meinhof y luego detenido por concomitancias con el terrorismo alem¨¢n.
La hip¨®tesis m¨¢s audaz, recogida por los peri¨®dicos de mayor prestigio en Italia, como son el turin¨¦s La Stampa y el milan¨¦s Corriere della Sera, es que en el secuestro de Aldo Moro ha participado el venezolano llich Ram¨ªrez S¨¢nchez, m¨¢s conocido por el seud¨®nimo de Carlos. Se trata de la persona m¨¢s buscada en el mundo desde hace a?os, y en cuyo haber de terrorista figuran la matanza del aeropuerto israel¨ª de Lod, en mayo del 72; el asesinato de dos inspectores del contraespionaje franc¨¦s y de un agente secreto israel¨ª, hecho este registrado en Par¨ªs, en junio del 74; o la acci¨®n m¨¢s aparatosa de todas, el secuestro en Viena, en junio del 75, de nueve ministros de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP). Se asegura, incluso, que el jefe del Gobierno italiano, Giulio Andreotti, se entrevist¨® el domingo con un tal se?or Lamner, que actu¨® como intermediario en el canje de los ministros de la OPEP en el aeropuerto de Argel.
Sin ning¨²n tipo de confirmaci¨®n o de ment¨ªs, lo ¨²nico que se puede decir es que a todos estos rumores, pues como tales los recogemos, parece darles visos de realidad la gran actividad desplegada durante este fin de semana. La primera y principal de todas es el viaje rel¨¢mpago del ministro del Interior, Francesco Cossiga, para tratar en Berna de cuestiones sobre terrorismo con sus colegas de Austria, Erwin Lang; de Suiza, Kurt Furgler, y de la Rep¨²blica Federal de Alemania, Werner Maihofer. Esta entrevista se ha dicho a posteriori que estaba prevista desde hac¨ªa tres d¨ªas, y no tiene relaci¨®n directa con el ¨²ltimo mensaje de Aldo Moro. Sin embargo, resulta dif¨ªcil de aceptar que mientras se movilizan las planas mayores de la Democracia Cristiana y del Ministerio del Interior, junto al poco de conocerse la existencia de un nuevo mensaje del se?or Moro, sea precisamente el titular de la cartera clave en todo el affaire, el ministro del Interior, el que abandone el pa¨ªs para una entrevista de rutina con tres colegas.
Agresi¨®n armada
Un comando formado por tres o cuatro personas dispar¨® anoche contra el m¨¦dico de Tur¨ªn Ruggiero Grio, al que hirieron en la espalda y en las piernas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.