Puntualizaci¨®n sobre la homosexualidad
El s¨¢bado, d¨ªa 8 de abril, en la secci¨®n ?Gente? de EL PA?S, se me alude con una informaci¨®n falseada, al mismo tiempo que se me atribuyen opiniones tendenciosas sobre las homosexualidades y proyecci¨®n de pel¨ªculas televisadas. Estas alusiones recortadas, mutiladas, precisan algunas puntualizaciones para evitar equ¨ªvocos; espero que las publiquen, como r¨¦plica, en su prestigioso diario, acogi¨¦ndome al juego limpio de toda democracia libre y civilizada.Debo empezar manifestando, primero: yo no he ?dirigido? carta alguna al ministro del Interior, se?or Mart¨ªn Villa..., como se afirma en la mencionada informaci¨®n. Despu¨¦s se a?ade tambi¨¦n: el profesor Llavero opina que una pel¨ªcula sobre las homosexualidades ser¨ªa una gran equivocaci¨®n, cuando no un delito... y tal afirmaci¨®n precisa igualmente de una explicaci¨®n.
El tema de las conductas homosexuales -unas m¨¢s biogen¨¦ticas y otras m¨¢s condicionadas- es un aspecto humano, y por tanto susceptible de anomal¨ªas, y por ello esta es una cuesti¨®n que con frecuencia tratamos los psiquiatras, m¨¦dicos, psic¨®logos, soci¨®logos, bi¨®logos, en conferencias, clases, congresos, libros y otras publicaciones; es muy f¨¢cil y frecuente que la opini¨®n de los expertos -no siempre coincidentes, por razones obvias- pueda ser recogida e interpretada de forma diferente, incluso equivocada, cuando se transcriben parcialmente las opiniones de tales expertos. Aqu¨ª puede ocurrir como con esas cintas magnetof¨®nicas las cuales, cuando se recortan en trozos y se empalman nuevamente de una forma equivocada o de manera intencionada, se puede desfigurar el contenido de un tema, que no lo llegar¨ªa a reconocer ni el propio autor; los peritos forenses conocen bien las ?maravillas? que intencionadamente se puede conseguir con estas maniobras de ?acoplamiento?.
Posiblemente yo he dicho o escrito alguna vez en conferencias y art¨ªculos lo que sigue y que no preciso rectificar:
Toda exhibici¨®n indiscriminada de cualquier clase de pornograf¨ªa mediante im¨¢genes llamativas, ?refinadas?, ?seleccionadas?, retratos de escenas sexuales ?bien escogidas?, etc¨¦tera, en lugares p¨²blicos, en los hogares, sin respeto alguno a las distintas edades y culturas, a los ni?os y a los j¨®venes, tal proceder no es s¨®lo un error, una maldad, cuando no constituye incluso un verdadero delito; esto es un atentado al profundo y permanente respeto que debemos en las democracias a la libertad de los dem¨¢s durante el tiempo que nos quede de ser libres y civilizados, antes de que tengamos que retornar a las cavernas.
Buena prueba del peligro que encierra para la sociedad, para la higiene mental de un pueblo la exhibici¨®n de pel¨ªculas pornogr¨¢ficas de cualquier naturaleza, a pesar de los enormes negocios que ello supone, es el ejemplo siguiente y que es pertinente recordar:
a) En los pa¨ªses dictatoriales, fascistas, socialistas-marxistas y no digamos en los comunistas, est¨¢ prohibida y penada toda propaganda p¨²blica de la pornograf¨ªa, sea cual fuere su modalidad, y mucho m¨¢s vigilada en la peque?a pantalla de los hogares.
b) Sin llegar a este maximalismo, incluso en los pa¨ªses todav¨ªa libres y democr¨¢ticos, se empieza a retirar, a disimular las exhibiciones francamente pornogr¨¢ficas en cines, libros y revistas con portadas de este tipo, en lugares p¨²blicos; los interesados pueden adquirir la mercanc¨ªa en el interior de los locales y quioscos, en lugares ad hoc, especiales, o pedirlos por correo, si es que no los reciben de propaganda.
Tambi¨¦n he dicho muchas veces que se necesita tener pocos conocimientos de psicolog¨ªa para no imaginar los efectos desastrosos que representa sorprender a j¨®venes y familiares, a ni?os y ni?as inocentes en sus propios hogares con temas homosexuales, por muy ?suaves? y ?art¨ªsticamente? que se presenten; tal proceder ?avanzado? y ?progre? no contribuye a sanear la sociedad. Por el contrario, con este proceder la alienaci¨®n es todav¨ªa mayor, pero si esto es lo que se quiere, adelante; los inspiradores y defensores de tales intenciones y ?filosof¨ªas? est¨¢n en buen camino. Al tema de las pornograf¨ªas y desviaciones sexuales en sus m¨¢s distintas formas habr¨ªa que aplicarle aquello de que ?cada uno en su casa, y Dios en la de todos?. Como m¨¦dico que defiende la medicina preventiva y la salud mental, puedo asegurar que pel¨ªculas con estos temas y servidos a domicilio no son temas para masas, para el gran p¨²blico, si no se hace, claro est¨¢, con fines destructivos, por, error o intencionadamente.
Catedr¨¢tico de Psiquiatr¨ªa
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.