Argel prepara un chantaje a Espa?a
El atentado de que fue v¨ªctima, el pasado d¨ªa 5 de abril, en esta ciudad, el secretario general del MPAIAC, Antonio Cubillo, constituye uno de esos episodios que, por su propia naturaleza y por la complejidad de las partes en ¨¦l implicadas, est¨¢n llamados a pasar al archivo sin haber quedado totalmente esclarecidos. Todas las hip¨®tesis que se vienen barajando son veros¨ªmiles, desde el prosaico ajuste de cuentas hasta la sofisticada actuaci¨®n de alg¨²n servicio de inteligencia, y los datos que en el futuro se puedan aportar, sea desde Argel, sea desde Madrid, poca luz van a arrojar sobre el asunto.Todo atentado criminal, cualquiera que sea la v¨ªctima elegida, es reprobable, y el sufrido por el se?or Cubillo no es una excepci¨®n. Adem¨¢s, puede considerarse tambi¨¦n como extraordinariamente inoportuno para el Gobierno leg¨ªtimamente constituido de Madrid que, mal que bien, intenta la consolidaci¨®n en nuestro pa¨ªs de un r¨¦gimen democr¨¢tico.
El desgraciado suceso de Argel encierra en s¨ª una notoria gravedad para Espa?a, pero mucho m¨¢s grave resulta la instrumentalizaci¨®n que del mismo est¨¢ realizando el Gobierno argelino, dispuesto a utilizar la sangre de Cubillo para obtener los m¨¢ximos dividendos pol¨ªticos en un tema que nada tiene que ver con el archipi¨¦lago canario.
Los medios de comunicaci¨®n argelinos, perfectamente controlados por las autoridades, comenzaron por destacar la violaci¨®n de la soberan¨ªa nacional que comportaba el atentado para, de inmediato, recabar la atenci¨®n de todos los pa¨ªses africanos sobre la criminal maniobra colonialista venida de Espa?a contra un movimiento nacionalista del conti.nente. No ha habido, por el momento, y cabe suponer que no habr¨¢, acusaci¨®n oficial por parte del Gobierno argelino contra las autoridades espa?olas. Argel, por otra parte, tiene unas ideas muy especiales sobre cuestiones de soberan¨ªa nacional cuando da abrigo a numerosos movimientos y organizaciones que, en muchos casos, no pasan de ser bandas terroristas con actuaci¨®n en diversos pa¨ªses.
Espa?a tiene experiencia de la escrupulosidad argelina a la hora de respetar soberan¨ªas nacionales. Basta recordar aquel agente que, provisto de pasaporte diplom¨¢tico argelino, se refugi¨® en la embajada de su pa¨ªs en Madrid despu¨¦s de haber asesinado a tiros en la esquina de las calles de Guzm¨¢n el Bueno y San Francisco de Sales, a Mohamed Khider, tesorero del Frente de Liberaci¨®n Nacional. O la emisora de Radio Argel, puesta a disposici¨®n del propio se?or Cubillo para que, desde ella, se atentara diariamente contra la integridad territorial espa?ola.
La alegada violaci¨®n de la soberan¨ªa territorial por el atentado sufrido por el se?or Cubillo no pasa de ser formulaci¨®n ret¨®rica buena para el consumo interno a trav¨¦s de los peri¨®dicos. Las autoridades argelinas, igualmente, nada tienen que oponer en el fondo a que las islas Canarias sigan siendo Espa?a hasta la consumaci¨®n de los siglos. Nada les va en ello. El objetivo prioritario del coronel Budemian y de sus ministros, especialmente de Abdelaziz Buteflika, titular de la cartera de Asuntos Exteriores, se llama Sahara, salida al Atl¨¢ntico, yugulaci¨®n por el Sur del reino de Marruecos.
La maniobra, ante la OUA
El se?or Buteflika ha planteado de nuevo el tema de las Canarias ante la Organizaci¨®n para la Unidad Africana. Ya lo hizo el pasado mes de febrero, en Tr¨ªpoli, con ocasi¨®n de la reuni¨®n del Consejo de Ministros de los Pa¨ªses africanos, pero ahora su llamada de atenci¨®n ha ido acompa?ada de la denuncia de un turbio manejo colonial materializado por espa?oles y de la presentaci¨®n de un flamante m¨¢rtir. Una maniobra perfecta para que los jefes de Estado africanos, que habr¨¢n de reunirse en Jartum el pr¨®ximo 2 de julio, den carta de naturaleza al se?or Cubillo, a su grupo y a su lucha por la independencia, es decir, al encasillamiento del archipi¨¦lago canario, primero por la OUA y enseguida por las Naciones Unidas, como territorio no aut¨®nomo.
Pero el se?or Buteflika no quiere llegar tan lejos. Podr¨ªa ser contraproducente para los intereses argelinos. Ni a ¨¦l ni a sus jefes les importa un adarme el MPAIAC, al que no conceden mayor importancia, por m¨¢s proclamas que hagan en sentido contrario. El Sahara es lo que importa hasta niveles de obsesi¨®n.
Se configura as¨ª el gran chantaje de que va a ser objeto Espa?a por parte de Argel en v¨ªsperas de la cumbre de Jartum, en la que, dicho sea de paso, Bumedian va a tratar de ?colocar? el tema espec¨ªfico del Sahara, fracasado el intento desplegado en Tr¨ªpoli por su ministro de Asuntos Exteriores para convocar una cumbre extraordinaria con ese ¨²nico tema en su orden del d¨ªa.
?Ustedes denuncian el acuer- do tripartito de Madrid sobre el Sahara, y nosotros hacemos que el tema de la africanidad de las Canarias se desvanezca como el humo para siempre jam¨¢s.? Este podr¨ªa ser un planteamiento simplificado de esa extorsi¨®n argelina que se cierne sobre Espa?a. Es posible que el rey Hassan II, buen conocedor de sus vecinos orientales, haya pensado algo parecido cuando, justamente en estos d¨ªas de tensi¨®n entre Argel y Madrid, ha considerado oportuno relevar a su embajador ante el rey Juan Carlos I.
?Argelia y Espa?a est¨¢n condenados a ser amigos?, le dijo el coronel Bumedian a Felipe Gonz¨¢lez a finales del pasado mes de enero, cuando el l¨ªder del PSOE fue recibido por la primera autoridad argelina en el Palacio del Pueblo de esta capital. Es literalmente la misma frase que ha pronunciado en repetidas ocasiones el rey Hassan II referida a Marruecos y Espa?a, naturalmente. La ¨²ltima vez que la dijo fue pocos d¨ªas antes de que la marcha verde iniciara su camino sobre la frontera del Sahara. Un chantaje m¨¢s.
Ahora, Argel est¨¢ preparando el suyo, que deber¨¢ ser planteado el pr¨®ximo mes o, a todo lo m¨¢s tardar, en la primera quincena de junio, para que el se?or Buteflika tenga tiempo eventualmente de recoger velas sobre el se?or Cubillo y su tema ante los dem¨¢s cancilleres africanos. Cabe la posibilidad de que no sea ¨¦ste el ¨²nico chantaje que se reciba en Madrid esta primavera con remitente del Magreb.
Tambi¨¦n es posible, lo que podr¨ªa resultar mucho m¨¢s peligroso, que Argel, con este asunto de las Canarias, haya destapado la caja de las tormentas y que el coronel Bumedian y su ministro de Asuntos Exteriores, como nuevos aprendices de brujo, no puedan controlar unos elementos por ellos mismos desatados. Curiosamente, el embajador de Estados Unidos en Madrid tambi¨¦n va a ser relevado estos d¨ªas y se rumorea que el sovi¨¦tico lo ser¨¢ de inmediato.
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