Tajo-Segura
He recibido una carta con letra picuda que dice as¨ª: ?Se?or Umbral, desde Toledo te escribimos un parado, uno que se va a la mili, uno que su profesi¨®n, despu¨¦s de licenciarse en Pol¨ªticas, es prepararse para las oposiciones, un ama de casa, una valenciana, un madrile?o, un ni?o, una ni?a, uno que ahora est¨¢ en la mili en Africa, una enfermera, otra enfermera, uno que trabaja en un museo, un minusv¨¢lido, una oficinista, otra que cose en un hospital, otra que casi no puede vivir porque gana 16.000 pesetas y el d¨ªa 1 de mayo no tiene dinero para ir en excursi¨®n a Granada, otro que es anarquista, otro que piensa que es comunista, pero lo que es, es fascista, otro que no quiere saber nada de partidos pol¨ªticos, pues dice que esto no ha cambiado en nada, que a ¨¦l no le enga?an y que cualquier d¨ªa los fachas se cargan a todos los que han dicho aquello que pensaban, un joven que quiere ser pintor, una muchacha que fuma marihuana, una se?ora que tiene dos medios y es soltera, una que es viuda y no tiene necesidad de hombre, un tendero, una mujer que tienen necesidad de operar de la barriga, otra que ya han operado y a la que se te ha muerto el marido, que era ciego, otra que tiene un perrito peque?¨ªn, un arquitecto que s¨®lo se llama Antonio el arquitecto, un abogado laboralista, una maestra, un convaleciente, un chaval que su obsesi¨®n es el campo y sus problemas, una panadera, otra que friega pisos y otra y otra y otro y otro y a¨²n otro m¨¢s y as¨ª un mont¨®n de ellos que llegar¨ªan hasta 197.Nos gustar¨ªa que rompieras una lanza en honor del Tajo, porque nos resulta imposible que nadie nos haga ni puto caso. Ni una sola nota nos publican. Hemos escrito art¨ªculos a revistas, notas a los peri¨®dicos, a la tele les hemos dicho..., etc¨¦tera. Y nada. Si no fuera porque parecer¨ªamos mal pensados, creer¨ªamos que es una consigna de Garrigues Gualquer. Y que en vez de tratarse de una obra monstruosa de ingenier¨ªa, se trata de un asunto pol¨ªtico o de un compromiso econ¨®mico con una multinacional o las dos cosas a la vez. Vamos, una cosa as¨ª como las autonom¨ªas o el asunto del Sahara. Y ya no te escribimos m¨¢s porque ser¨ªan demasiadas cosas, y si t¨² te decides a leer nuestro folleto y quieres hablar del Tajo no necesitas m¨¢s razones. Durante quince d¨ªas compraremos el peri¨®dico a diario a ver si nos sacas en ¨¦l.
Adjuntan un folleto muy bien editado, sobre lo del Tajo-Segura, y un pliego de firmas, entre las que hay algunas legibles: Rosa Mar¨ªa Mancebo, Fernando L¨®pez, Augusto Mart¨ªn, Carmen Fern¨¢ndez (puede que sea la que ha escrito la carta, por la letra), Francisco L¨®pez Rey, Consuelo Ramos Ochoa (una firma con el DNI 2.490.130), Mar¨ªa del Recuerdo Vin, etc¨¦tera. Son la Asociaci¨®n de Vecinos La Muralla. En postdata, me invitan a hablar en Toledo. El folleto, naturalmente, no lo he le¨ªdo. Pero es curioso, inconcebible y raro que, a estas alturas de la democracia, un asunto tan controvertido como lo del Tajo-Segura siga sin estar claro para la opini¨®n, ni en sus medios ni en sus fines, ni en sus motivaciones ni en su estrategia. El otro d¨ªa me dec¨ªa don Carlos Hugo de Borb¨®n que el proyecto de Constituci¨®n habr¨ªa que someterlo a debate nacional. A m¨ª me parece mucho m¨¢s urgente y concreto someter a debate claro y abierto el proyecto de trasvase Tajo-Segura, que debe ser ya realidad en buena medida.
No me consta si esta obra monstruosa, como dicen los toledanos, es buena o mala, conveniente o caprichosa, pero no es posible que se altere la geograf¨ªa de Espa?a, se cambie de sitio un r¨ªo sin que ni los espa?oles ni Pedro de Lorenzo tengamos conciencia clara de lo que se est¨¢ haciendo. Una Constituci¨®n es un r¨ªo de palabras que va por donde le llevan, pero un r¨ªo como el Tajo es un r¨ªo constitucional, un r¨ªo fundamental y constituyente de Espa?a, su historia y su geograf¨ªa. No digo que no haya que cambiar los r¨ªos de sitio, si le estorban a Garrigues Gualquer, pero s¨ª que nos lo debieran explicar un poco a los que no nos apellidamos Garrigues. Azor¨ªn se plante¨® una vez, neutro como era, el sexo gramatical de los r¨ªos. Hoy habr¨ªa que plantearse algo menos azoriano y m¨¢s dram¨¢tico: ?De qui¨¦n son los r¨ªos de Espa?a?
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