Cautela del PCE ante la configuraci¨®n del partidos en las nacionalidades y regiones

El IX Congreso del PCE aprob¨® ayer los nuevos estatutos del partido, tras un debate en que la parte m¨¢s importante estuvo dedicada a la organizaci¨®n del partido en las nacionalidades y regiones. Seg¨²n estos estatutos, el Partido Comunista de Espa?a es una organizaci¨®n pol¨ªtica de la clase obrera y de las fuerzas progresistas de los pueblos de Espa?a, cuyo funcionamiento est¨¢ regido por reglas democr¨¢ticas (se rechazo el t¨¦rmino centralismo democr¨¢tico), cuyos militantes deben participar en la elaboraci¨®n de la l¨ªnea pol¨ªtica y propagarla entre las masas, y en el que la disciplina se considera ?un factor fundamental de la capacidad, fuerza y prestigio del partido?.

Uno de los debates de fondo concierne a la organizaci¨®n regional del PCE y a los partidos comunistas de las nacionalidades. La discusi¨®n en la comisi¨®n correspondiente, as¨ª como su aprobaci¨®n final por el pleno del IX Congreso, reconoce como hechos diferenciados a los partidos comunistas de las nacionalidades ya sancionadas hist¨®ricamente por el partido, esto es, los de Euskadi y Galicia. adem¨¢s de la condici¨®n de independiente reconocida al Partido Socialista Unificado de Catalu?a (PSUC) que, sin embargo. est¨¢ ?unido fraternalmente al PCE?.En cuanto al resto de las organizaciones comunistas en las nacionalidades y regiones, el IX Congreso ha adoptado una posici¨®n m¨¢s cautelosa de la que preve¨ªa el proyecto inicial. en palabras del portavoz que expuso esta cuesti¨®n, se trata de ?no adelantarse? a la configuraci¨®n definitiva de las nacionalidades y regiones, y de ah¨ª que se haya autorizado al Comit¨¦ Central para adaptar los estatutos del partido a los cambios que se produzcan en las organizaciones de las nacionalidades y regiones a¨²n no configuradas definitivamente.

Como demostraci¨®n de la importancia que el PCE concede a esta cuesti¨®n y de que no tiene una soluci¨®n definitiva al problema, el responsable del PC de Euskadi, Roberto Lertxundi, intervino ante los congresistas para decir que, habiendo sido el PC abanderado de la plurinacionalidad, es necesario un an¨¢lisis del desarrollo de este concepto. ?Continuamente -dijo- caemos en dificultades de precisi¨®n conceptual:_es dif¨ªcil distinguir naci¨®n. nacionalidad, regi¨®n, pa¨ªs. etc¨¦tera.? Asimismo afirm¨® que el Comit¨¦ Central debe arbitrar los medios para convocar una conferencia del partido en que se llegue a ?soluciones operativas? sobre la Espa?a plurinacional.

El IX Congreso del PCE no ha discutido nada sobre el fondo de lo que pueda suponer el concepto centralismo democr¨¢tico; sin embargo la inclusi¨®n o no de ese t¨¦rmino al principio del cap¨ªtulo dedicado al funcionamiento del partido plante¨® una controversia a nivel de comisi¨®n, saldada con una votaci¨®n en el pleno del congreso que hizo fracasar la introducci¨®n del famoso t¨¦rmino.

El problema era decir que el funcionamiento del partido est¨¢ regido por reglas democr¨¢ticas, como indicaba el proyecto, o que est¨¢ regido por el centralismo democr¨¢tico, como pretend¨ªa una de las enmiendas. ?El centralismo democr¨¢tico -argument¨® Juan Francisco Pl¨¢, en contra de la enmienda- ha desarrollado pr¨¢cticas de funcionamiento que en realidad llevan a un centralismo burocr¨¢tico: contra ello hay que adoptar una posici¨®n ofensiva y decir a las masas que el centralismo democr¨¢tico es ¨²nicamente un conjunto de reglas democr¨¢ticas.? Votaron a favor de la enmienda 37 personas -entre ellos el presidente y el secretario general del PSUC. se?ores L¨®pez Raimundo y Guti¨¦rrez. respectivamente- mientras mantuvieron el texto inicial un total de 485 delegados.

Las reglas aprobadas indican que todos los ¨®rganos dirigentes del partido deben ser elegidos democr¨¢ticamente y funcionar y decidir de modo colectivo. Establecen la responsabilidad de los comit¨¦s del partido ante la asamblea o instancia que los ha elegido. preven la posibilidad de suspensi¨®n de cualquier dirigente por decisi¨®n conjunta del pleno del ¨®rgano al que pertenezca con conocimiento y acuerdo del correspondiente ¨®rgano de garant¨ªa y control: afirma que la minor¨ªa debe aceptar Y aplicar las decisiones de la mayor¨ªa: prohibe la actividad fraccional y las tendencias organizadas. y establece la obligatoriedad de las decisiones de los ¨®rganos superiores para los inferiores, entre otros temas.

Peque?a y mediana empresa

Por otra parte, a las quince tesis aprobadas en d¨ªas anteriores -entre ellas la referida al abandono del leninismo-, el IX Congreso sum¨® ayer la aprobaci¨®n de una tesis nueva, referida a la peque?a y mediana empresa. En ella, el PCE ?reconoce y acepta que hoy la peque?a y mediana empresa, el artesanado y los trabajadores aut¨®nomos son en Espa?a una formaci¨®n econ¨®mica indispensable para satisfacer una serie de necesidades de producci¨®n y servicios. Ayudar a su sostenimiento y, a su vez, a su modernizaci¨®n, es una condici¨®n esencial para mantener el nivel de vida de los trabajadores?.

Asimismo afirma que la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) pretende utilizar a las peque?as y medianas empresas para obtener sus designios y coadyuvar a que el capitalismo monopolista refuerce su dominio sobre ellas; y en este sentido, el PCE propugna la necesidad de plantear abiertamente a dichos sectores intermedios la necesidad de luchar por la democracia y, a la vez, concienciarlos de que su ene migo principal es el capitalismo monopolista y el poder del Estado.