Pablo VI implora a las brigadas Rojas que libieren a Aldo Moro
?Os escribo a vosotros, hombres de las Brigadas Rojas. Os lo pido de rodillas: liberad a Aldo Moro, sencillamente, sin condiciones. Todos tenemos que temer a Dios vengador de los muertos sin causa y sin culpa.? Son palabras de Pablo VI que ayer ma?ana llegaron a todos los italianos inesperadamente como la ¨²ltima tentativa de salvar la vida al l¨ªder pol¨ªtico de la Democracia Cristiana, sobre cuya situaci¨®n segu¨ªa sin tenerse anoche ninguna clase de informaci¨®n cuando se hab¨ªa cumplido el plazo dado por sus secuestradores.
Se trata de una carta aut¨®grafa del Papa escrita durante la soledad de la noche anterior al ultim¨¢tum de los brigadistas en hojas de carta con el escudo pont¨ªficio. La ley¨® a los periodistas a las 10.38 de la ma?ana el padre Romeo Panciroli, portavoz del Vaticano. La radio y televisi¨®n interrumpieron todos los programas para dar lectura a la carta del Papa. L'Osservatore Romano, que sale a la calle por la tarde public¨® una edici¨®n extraordinaria en la ma?ana con un t¨ªtulo a toda p¨¢gina que dec¨ªa: ?Carta del Papa a las BR?. Destacaba tambi¨¦n a cinco columnas la disponibilidad de C¨¢ritas Internacional para eventuales contactos con los brigadistas, a los cuales ofrece los tel¨¦fonos de Roma (698 72 35) y de Friburgo (2001).Si por una parte la carta del Papa despert¨® gran respeto y conmoci¨®n en la opini¨®n p¨²blica, por otra ha creado inmediatamente preocupaci¨®n en los medios pol¨ªticos. En efecto, es la primera vez que Pablo VI se dirige a los terroristas llam¨¢ndoles Brigadas Rojas. Hasta ahora les hab¨ªa llamado siempre ?desconocidos secuestradores?. La mayor preocupaci¨®n del Gobierno y del Estado italiano fue en todos estos d¨ªas evitar cualquier tipo de negociaci¨®n que pudiera significar un reconocimiento oficial de los terroristas como grupo pol¨ªtico. Hasta ahora el Gobierno les ha considerado siempre como terroristas, mientras que los que ellos pretenden es precisamente esta carta de identidad pol¨ªtica. Lo declar¨® ayer el abogado de Renato Curcio, Giannini Guiso, afirmando que m¨¢s que un canje de prisioneros lo que desear¨ªan las Brigadas Rojas es que se deje de llamarles terroristas y se les acepte como ?combatientes comunistas? en guerra contra el Estado. Es lo que le han hecho decir a Aldo Moro en sus cartas.
Los partidos italianos respaldan la iniciativa del Papa
Por temor a que la carta del Papa pudiera significar un reconocimiento a escala internacional, toda la prensa destac¨® que por primera vez el Papa no usa el plural ?mayest¨¢tico?. Es como si su carta fuese tina llamada personal m¨¢s como amigo de Moro y como hombre religioso que como jefe de Estado del Vaticano.Gesto de Pablo VI
Por ejemplo, los servicios de la radio en los primeros comentarios subrayaron que un gesto como el del Papa que ?se arrodilla? ante unos terroristas de los que el primer ministro Andreotti dijo al Parlamento hace unos d¨ªas: ?No se puede tratar con quienes tienen a¨²n las manosc horreando sangre? es un gesto que el poder pol¨ªtico no puede ni debe hacer. S¨®lo un Papa la m¨¢xima autoridad cristiana del mundo. se lo puede permitir recordando que Cristo hizo de la humillaci¨®n de la cruz el s¨ªmbolo de la esperanza. El gesto del Papa es un desaf¨ªo a la esperanza.
En la misma l¨ªnea se movieron todas las dem¨¢s declaraciones pol¨ªticas. Alessandro Natta, responsable del grupo comunista de la C¨¢mara de Diputados afirm¨® que esta intervenci¨®n del Papa pertenece a la misi¨®n espiritual de la lglesia y subray¨® la importancia de que Pablo VI haya pedido la liberaci¨®n de Aldo Moro ?sin condiciones?.
Y Oscar Mammi, republicano. presidente de la comisi¨®n de asuntos interiores de la C¨¢mara otorg¨® esta declaraci¨®n a los periodistas: ? Espero que un llamamiento moral con tanta autoridad pueda ser escuchado por los secuestradores de Moro. Si no fuera as¨ª ser¨ªa la demostraci¨®n de que nos hallamos ante gente con aut¨¦ntica demencia criminal. o lo que es peor. con gente venida a oscuros intereses.?
Los socialistas coinciden con el Papa
Los republicanos han temido siempre que detr¨¢s de las Brigadas Rojas se pueda esconder un juego internacional de oscura identidad para impedir en ltalia el compromiso hist¨®rico entre democristianos v comunistas. y para desestabilizar el pa¨ªs empujando hacia la derecha. Si el j¨²bilo en la casa democristiana por la carta del Papa era descontado. lo que quiz¨¢ choc¨® m¨¢s fue la enorme alegr¨ªa en la casa socialista. Bettino Craxi. secretario del partido. ley¨® personalmente la carta de Pablo VI a los dirigentes provinciales reunidos en Roma en aquel momento, poniendo de relieve la analog¨ªa entre la posici¨®n del PSI. inspirada en los valores humanos del socialismo. siempre en defensa de la vida. y la orientaci¨®n que ha inspirado a la Iglesia en el caso de Moro.
La verdad es que si ayer se dec¨ªa s¨®lo en los pasillos hoy es va p¨²blico que Craxi ha aprovechado esta ocasi¨®n para dar un paso hacia adelante en su nueva pol¨ªtica de autonom¨ªa Y de distanciamiento de los comunistas. e intentando recuperar la nueva izquierda en pol¨¦mica con el PCI Y los cat¨®licos progresistas. que hasta este momento hab¨ªan estado m¨¢s cerca de los comunistas que de los socialistas.
El problema moral planteado por el caso Moro ha despertado en los cat¨®licos la vieja pol¨¦mica acerca de? primado de la vida Y de la persona sobre la colectividad.
Los mismos democristianos han confesado que han llegado con un cierto retraso al total reconocimiento del valor del Estado.
Carta de Moro a Zaccagnini
Pero este dilema ha sido el ?calvario de la Democracia Cristiana en estos d¨ªas de dolor. Un dolor que lo ha hecho a¨²n m¨¢s que la ¨²ltima carta aut¨®grafa de Moro a Zaccagnini. que no se hab¨ªa hecho p¨²blica. es un duro ataque del presidente a todo el partido. El diario comunista Paese Sera dice que la carta son ?seis hojas escritas a mano con caligraf¨ªa precisa y regular?. El texto completo lo public¨® ayer La Repubblica con esta nota: ?Anoche lleg¨® a nuestra redacci¨®n un sobre que conten¨ªa el texto aut¨®grafo de la ¨²ltima carta de Moro a Zaccagnini. Es un documento helador en el cual el conflicto entre lo ?personal? y lo ?pol¨ªtico? estalla con enorme intensidad. Lo publicamos por entero para que la opini¨®n p¨²blica juzgue con conciencia informada los aspectos esenciales del drama que el pa¨ªs entero est¨¢ viviendo.?
El secretario general democristiano llora.
La frase que. seg¨²n algunos observadores cercanos a la secretar¨ªa de la Democracia Cristiana, ha hecho llorar al buen Zaccagnini es la que dice: ?De estos problemas terribles y angustiosos no creo que os pod¨¢is librar, de frente a la historia. con la facilidad. la indiferencia y el cinismo que hab¨¦is manifestado hasta ahora durante los cuarenta d¨ªas de mis terribles sufrimientos.?
Hoy existe en Roma la convicci¨®n de que las Brigadas Rojas, ante las innumerables iniciativas para entrar en contacto con ellas. desde el Papa hasta la ONU. aplazar¨¢n la ejecuci¨®n de Aldo Moro a pesar de que la condici¨®n que hab¨ªan puesto con su ultim¨¢tum de 48 horas no se ha realizado. es decir. una negociaci¨®n de car¨¢cter pol¨ªtico con la organizaci¨®n terrorista. o de la Democracia Cristiana o del Gobierno Andreotti.
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