Maribel Ati¨¦nzar, garbo y pundonor
Maribel Ati¨¦nzar se gan¨® al p¨²blico desde el principio por su pundonor y verg¨¹enza torera. Adem¨¢s, sabe correr la mano con temple y adorna su labor con garbo. Tore¨® de capa con voluntad y baj¨® las manos en alguna ver¨®nica. A su primero le realiz¨® una faena, toda en los medios, ligada y torera. Variada incluso, con templados derechazos, airosos molinetes y un gran pase de pecho con el que cerr¨® una serie de naturales. En el ¨²ltimo estuvo valent¨ªsima. Tras una tremenda voltereta, volvi¨® a la cara del novillo y se adorn¨® con manoletinas y pases por la cara. Con la espada anduvo muy floja.El reaparecido Miguel¨ªn estuvo gris, opaco, casi inhibido. Su primer toro no ten¨ªa ninguna dificultad. pero no quiso ni verlo. M¨¢s animoso en el cuarto, dio una larga cambiada de rodillas y media ver¨®nica con las manos muy bajas, de personal¨ªsimo estilo. Banderille¨® a este toro con m¨¢s fortuna que al otro, pero vulgarmente. Al. iniciar la faena de muleta el toro le alcanz¨® en un derrote y lo volte¨® aparatosamente. Se levant¨® ileso y mulete¨® desconfiado por la cara.
Plaza de Carabanchel
Cuatro toros de Mart¨ªn Barrocal: terciados, sin fuerzas, feos de tipo, mansos, nobles en la muleta. Dos novillos de Manuel Gonz¨¢lez: terciados, con casta y nobles. Miguel¨ªn: pitos. Palmas, pitos y saludos. Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n: ovaci¨®n y saludos. Palmas, pitos y saludos. Maribel Ati¨¦nzar: dos avisos, ovaci¨®n y saludos. Oreja.Hubo una gran entrada, casi lleno.
Antonio Jos¨¦ Gal¨¢n se ha perdido por completo para el toreo serio. Mont¨® su n¨²mero a base de reolinas y ninguna quietud, entre la indiferencia general. Lo que m¨¢s le jalearon fue un tropiezo en el que cayeron a la arena toro y torero. Esto y los desarmes y achuchones. Mat¨® a sus dos toros de m¨²ltiples y horribles sablazos. Sin embargo, tuvo un detalle loable: Maribel Ati¨¦nzar no lograba matar al tercer novillo y Gal¨¢n sali¨® a auxiliarla con el capote. Mientras, Miguel¨ªn, te¨®rico director de lidia, desmonterado en el callej¨®n, se desentend¨ªa por completo de todo, como toda la tarde. ?A qu¨¦ habr¨¢ vuelto?
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