Puntualizaciones del Ministerio de Cultura al "reto de los bibliotecarios"
El art¨ªculo Reto de los bibliotecarios al Ministerio de Cultura, por su t¨ªtulo y alusiones, debe considerarse como una r¨¦plica al publicado por EL PAIS el 17 de marzo pasado, bajo el t¨ªtulo El nuevo reto a los bibliotecarios espa?oles, firmado por tres prestigiosos bibliotecarios: Hip¨®lito Escolar (director de la Biblioteca Nacional), Vicente Llorca (director de la biblioteca de la Universidad Aut¨®noma de Madrid) y Vicente S¨¢nchez (director del Instituto Bibliogr¨¢fico Hisp¨¢nico).Por lo que a la Direcci¨®n General del Libro y Bibliotecas del Ministerio de Cultura se refiere, se considera oportuno hacer las siguientes puntualizaciones:
1. Respecto a la afirmaci¨®n de que en la convocatoria de oposiciones se ?hace desaparecer materias consideradas como b¨¢sicas para la profesi¨®n, como la catalogaci¨®n de manuscritos e incunables, con los conocimientos de lat¨ªn y paleograf¨ªa que ello supone?:
Una de las firmantes del art¨ªculo, do?a Elena Santiago, al igual que toda la promoci¨®n de bibliotecarios ingresada el 9 de julio de 1966 (una parte importante del colectivo de bibliotecarios) se convirtieron en funcionarios del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arque¨®logos (Secci¨®n de Bibliotecas) mediante una oposici¨®n en la que no se les exigi¨® el m¨¢s m¨ªnimo conocimiento de catalogaci¨®n y clasificaci¨®n, no ya de manuscritos e incunables, sino de ning¨²n tipo de libro.
En la ¨²ltima convocatoria de oposici¨®n se da una especial importancia a la catalogaci¨®n y clasificaci¨®n de impresos modernos, entre los que se incluyen dos en lat¨ªn, por lo que dif¨ªcilmente se puede afirmar que no se exigen conocimientos de lat¨ªn a los firmantes de esta convocatoria de oposiciones.
2. Respecto a la afirmaci¨®n ?el director general se neg¨® en redondo a escuchar sus justas reclamaciones (las de la Asociaci¨®n del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arque¨®logos) y zanj¨® la cuesti¨®n de forma totalmente antidemocr¨¢tica, afirmando que su decisi¨®n era irrevocable?:
Sin entrar en el calificativo ?justas reclamaciones? en materia de bibliotecas de una asociaci¨®n sindical que tambi¨¦n agrupa a los archiveros y a los arque¨®logos, procede aclarar los siguientes extremos:
A) La Direcci¨®n General del Libro y Bibliotecas estudi¨® y decidi¨® a lo largo de todo el mes de septiembre de 1977 su plan de actuaci¨®n, en el que se inclu¨ªa la urgente convocatoria de oposiciones al Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios que no se celebraban desde hac¨ªa cuatro a?os.
B) Cuatro meses y medio despu¨¦s de la toma de posesi¨®n del director general del Libro y Bibliotecas (el 13 de enero de 1978), el presidente de la comisi¨®n gestora de la Asociaci¨®n Sindical del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arque¨®logos, don Luis S¨¢nchez Belda, funcionario de la Secci¨®n de Archivos, informa al director general de la constituci¨®n de la citada asociaci¨®n y solicita una entrevista.
C) La entrevista solicitada tiene lugar el 21 de enero.
D) El 24 de enero, don Luis S¨¢nchez Belda env¨ªa a la direcci¨®n general unas observaciones sobre la convocatoria de oposiciones.
E) El mismo d¨ªa 24 de enero, el director general contesta a don Luis S¨¢nchez Belda comunic¨¢ndole: ?Lamento que, como ya tuve ocasi¨®n de deciros personalmente, tales observaciones no pueden ser tenidas en cuenta, por lo que respecta a esta convocatoria que se encuentra ya en la Comisi¨®n Superior de Personal. Cualquier retraso en la convocatoria har¨ªa inviable el deseo del ministro, quien tiene especial inter¨¦s en que los nuevos funcionarios se incorporen a sus destinos el pr¨®ximo mes de septiembre.?
F) En efecto, como se desprende del apartado anterior, la convocatoria hab¨ªa sido enviada, el d¨ªa 19 de enero de 1978, a la Subdirecci¨®n de Personal para su tramitaci¨®n reglamentaria y env¨ªo al BOE.
G) En resumen, de haberse preocupado la citada asociaci¨®n por la convocatoria de oposiciones antes de la fecha en que lo hizo hubiera cabido la posibilidad de tener en cuenta, si procediera, las observaciones oportunas.
3. El recurso administrativo que se present¨® por la citada Asociaci¨®n Sindical en el Ministerio de Cultura, en el mes de marzo, ha sido desestimado por el Servicio de Recursos del Ministerio, a la vista de su falta de fundamento.
4. Respecto a la promulgaci¨®n de una ley de Bibliotecas, que ?no debe ser un mero cap¨ªtulo de la llamada ley del Libro?.
Desde el mes de septiembre, en que se decidi¨® el plan de actuaci¨®n de esta direcci¨®n general, se est¨¢ trabajando en una ley de Bibliotecas independiente, por supuesto, de la reglamentaci¨®n de la ley del Libro. En la rueda de prensa mantenida por el ministro de Cultura, el 30 de enero, se inform¨® de este extremo.
5. Respecto a la afirmaci¨®n de ?que el anteproyecto de esa ley de Bibliotecas deber¨¢ ser elaborada por una comisi¨®n de bibliotecarios..., elegidos democr¨¢ticamente, siempre que su experiencia les capacite para aportar soluciones a los problemas bibliotecarios?.
La direcci¨®n general, desde el mes de octubre, ha recabado las sugerencias de distintos bibliotecarios, cuya ?experiencia les capacite para aportar soluciones a los problemas bibliotecarios?, tal como los autores del art¨ªculo comentado se?alan, pero debemos advertir que esta condici¨®n no es compatible con la de ?elecci¨®n democr¨¢tica? que preconizan los citados autores.
6. Respecto a la afirmaci¨®n del que ?hay que ir, pues, a un reconocimiento oficial de la profesi¨®n de bibliotecario creando los centros que hayan de impartir las ense?anzas a los distintos niveles?.
El 10 de marzo de 1978, el director general del Libro y Bibliotecas se dirigi¨® al director general de Universidades e Investigaci¨®n, proponi¨¦ndole la constituci¨®n de una comisi¨®n de trabajo, mixta (de funcionarios del Ministerio de Educaci¨®n y Ciencia y de Cultura), que estudiara todo lo relacionado con el establecimiento de una facultad de Biblioteconom¨ªa y Documentaci¨®n, plan de estudios, profesorado y dotaciones necesarias de bibliotecarios especializados adecuadamente para aquellos centros que, de diferente naturaleza, dependan de ambos ministerios. El d¨ªa 3 de mayo tuvo lugar, en el Ministerio de Cultura, la primera reuni¨®n de la citada comisi¨®n de trabajo, presidida por el director general del Libro y Bibliotecas.
7. Respecto a la afirmaci¨®n de que ?habr¨ªa que hacer una clasificaci¨®n nacional de los centros bibliotecarios en la que se determine el alcance de cada uno y la dotaci¨®n de personal que precisan?.
Se ha estudiado ese tema como se se?ala en la puntualizaci¨®n seis, habi¨¦ndose informado de ese extremo, en una reuni¨®n celebrada el d¨ªa 25 de abril, a los treinta directores de Casas de Cultura, que fueron convocados para escuchar sus sugerencias respecto a los principales problemas que les afectaban.
8. Respecto a la afirmaci¨®n de que ?es imprescindible que en la oposici¨®n de ingreso se exija un programa de amplio espectro, lat¨ªn, paleograf¨ªa, catalogaci¨®n de incunables, manuscritos y libros raros, etc¨¦tera?, ?que ha permitido que en 120 a?os de profesi¨®n hayan sido capaces de realizar cat¨¢logos de incunables, libros raros, manuscritos, etc¨¦tera?.
La Direcci¨®n General del Libro y Bibliotecas lamenta que despu¨¦s de 120 a?os de profesi¨®n todav¨ªa queden por catalogar incunables, libros raros y manuscritos. En 1978, y dado que el mayor nivel de lectura p¨²blica es un objetivo que demanda urgentemente la sociedad espa?ola, no parece l¨®gico que el Cuerpo Facultativo de Bibliotecarios se dedique, en su totalidad, a terminar una labor en la que sus componentes llevan trabajando 120 a?os.
9. Finalmente, la Direcci¨®n General del Libro y Bibliotecas quiere se?alar el hecho de que, una vez m¨¢s, con notable retraso, el colectivo de bibliotecarios, autor del citado art¨ªculo, propone como reto al Ministerio de Cultura una serie de actuaciones en las que la direcci¨®n general ya viene trabajando con antelaci¨®n a esa propuesta, ?como una esperanza abierta al futuro de la profesi¨®n y con una visi¨®n de porvenir del concepto de biblioteca?, tal como los tres autores del art¨ªculo -?replicado? sin fortuna- El nuevo reto a los bibliotecarios espa?oles, se?alaban en su ¨²ltima frase.
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